El día del libro

Ayer celebramos el día del libro. Tuvimos que readaptar nuestra celebración porque youknow..

En una situación normal, hubiéramos ido a Tagoror, nuestra librería de referencia, y nos habríamos quedado allí al menos una hora, remirando y toqueteando todos los títulos que nos llamaran la atención. Cada una en su sección.

Al cabo de un rato, nos hubiéramos tenido que decidir por dos títulos. Emma preguntaría: ¿Puedo estos tres, mamá? Y pondría ojitos de: porfiporfiporfi.

Y yo no sabría como negarme. Porque soy inflexible para casi todo, pero si me pide libros, ahí no sé cómo decir que no.

En casa hay libros por todos lados. Cuando me compré el Kindle, pensé que el problema de almacenaje de libros estaba resuelto, pobre ilusa.

No creo que gaste dinero mejor que en las librerías, bueno sí, el que gasto en viajes y lanas. Eso también es muy buena inversión.

Este tiempo de confinamiento se nos ha hecho mucho más llevadero gracias a los libros. Cada tarde, cada una coge el suyo, y a leer. Ha habido épocas en las que he tenido que obligarla, y con Adijirja he hablado largo rato, si no habrá sido un problema estar tan rodeados de letras, que han hecho que los libros no tengan demasiado interés por su cotidianidad. Ya me ha dicho Adi que no, lo que me alivia bastante. Y estos días lo he podido comprobar, cuando he oído el silencio más rato de lo normal, y me la he encontrado con un asiento improvisado, sobre las cajas de agua, pero pegada a los libros.

Creo que no hay foto que me guste más que ésta. Es como si las piezas se colocaran y cada euro invertido en libros tenga todo el sentido del mundo.

¡Ojalá! que lea siempre, y que encuentre en los libros todo lo que he encontrado yo. No sé qué hubiera sido de mí, si no hubiera leído.

Y tú también, si no estás leyendo ningún libro estos días, es el momento perfecto para empezar.

 

RUN Violeta RUN

Hace un montón de años, en una de esas tardes de cafés y lamentos, mi amiga Malena, me dijo: Líbrenos el Universo de hombres cobardes.

Aquella frase se convirtió en el lema de nuestros encuentros, como nuestro propio Winter is coming.

Aquel lema me alineaba con mi deseo de querer hombres valientes, que lo fuera yo era otro cantar. Un árbol no da frutos en una sola primavera, y fue mucho más tarde cuando me dí cuenta de que la que tenía que ser valiente era yo, para llegado el hombre cobarde, calzarme las zapatillas y RUN, Violeta, RUN.

Desde entonces, he intentado integrar la valentía en mi personalidad, aunque no siempre es fácil. En algún libro de los muchos que he leído sobre el coaching, decía: divide tu objetivo mayor en pequeños objetivos, de forma que sean alcanzables fácilmente.

Y en una de esas formas extrañas en las que une y razona mi cerebelo, me he dicho: ¿calcetines en verano? Eso es de valientes, seguro.

Sigo con la idea de tejer un par de calcetines al mes, más por la urgencia de ir usando las lanas acumuladas en los altos de los armarios, que por la necesidad de tener calcetines. Me preguntaron esta semana que cuantos tenía, y la verdad es que no tengo ni idea, igual es el momento de hacer recuento.

Durante el mes de junio con la locura del inicio del verano tejí bastante poco. Y el par que me tocaba en ese mes, lo he tejido este. Un par de medias clásicas, perfectas para tejerlas mientras MiMariposita perfeccionaba su técnica de natación.

Para los del mes de julio estoy usando una lana que teñí con koolaid hace un montón de tiempo, y este patrón. Definitivamente no me termina de enganchar empezarlos por la puntera.

Otra cosa de valiente que he hecho esta semana es encender el horno, y hornear un queque de limón. Me encantan estas recetas calculadas para familias monoparentales que no quieren estar comiendo queque una semana. Esta receta va directa a la libreta.

Y ya el remate de la valentía, es tener la agenda en blanco. No tener listas de cosas que hacer, no ir de una cosa a otra con el bolígrafo en la mano, poniendo Check en todo lo que hago. Fluyo.. creo que no he hecho nada tan valiente este año como esto. Y con todo este tiempo de fluir sigo leyendo, mucho, más de lo que nunca pensé que podía leer.

Esta semana he leído este libro, y me he encontrado con este párrafo. El triángulo dramático. Hay que ser valiente para detectarlo, y sobre todo salir corriendo, porque de ser valiente, nunca te vas a arrepentir.

A veces el signo de mayor valentía es correr. RUN Violeta RUN.

 

 

Si no quieres ser como aquellos, lee

Hoy me he despertado a las 6:00am como siempre, ya no necesito despertador, porque mi biorritmo está completamente ajustado a activarse a esa hora.

Me he estirado y me he sentado en la cama. Como cada mañana.

De pronto, al sentarme para empezar la meditación, como cada mañana, me ha dado un tirón tremendo en la ingle izquierda. Tanto que me ha dado la sensación de que la pierna se me quedaba “desunida” del cuerpo.

Poco a poco estiré las piernas y recuperé la respiración.

Lo volví a intentar, y otra vez el tirón. Más fuerte.

Salí de la cama, cojeando, y bastante preocupada.

Mi cuerpo empieza a acusar la edad, ¿será eso? ¿En serio?.

La mañana avanza lentamente y cada vez que hago un movimiento con la pierna izquierda, ahí noto algo.

No esperé mas. Me fui derecha a la App de las citas del SCS (Gracias Sanidad Pública) y cogí una cita con mi doctora de cabecera. Para hacer el cuento corto, tengo un desgarro muscular, y el tratamiento es reposo absoluto.

Mi cabeza se pone en marcha ipsofácticamente.Bien, estaré sentada, que no quieta.

Me he aprovisionado de todas las cosas que tengo a medias de punto, de bordado, incluso de costura; he hecho una lista de los podcasts que tengo pendientes de escuchar; las series que tengo a medias y los libros que tengo por leer.

He hecho balance de los libros que he ido leyendo este año. En mi listado de propósitos de año nuevo, tenía: leer un libro por semana, y la verdad voy bastante mal con este propósito. Pienso que el Universo me está dando la oportunidad de ponerme al día con él.

Aun así, he hecho recuento de lo que he leído este año, y traigo lo que más me ha gustado.

Libros de mujeres, que diría yo, son lecturas recomendadas y obligatorias. Si tuviera que quedarme con uno solo, diría que me quedo con el de Sue Hubbel, que probablemente releeré. Su manera de escribir, te transmite mucha tranquilidad, y mucho sosiego. Con un punto irónico y una manera tan natural de describir las cosas, que por momentos dan ganas de tirarse al campo.

Con el de Tara Westover lo pasé mal. Seguí porque sabía que la historia terminaba muy bien, porque los primeros capítulos del libro son bastante terribles, o a mi juicio así me lo parecieron.

El de Michelle Obama, es muy motivador. Me ha conquistado completamente, y me ha hecho romper muchas barreras, somos todas iguales. Su “am I enough?” me ha hecho reconocerme completamente en su historia, aunque nuestras vidas no tengan nada que ver.

Y el último que he leído es el de mi amiga Laura Castañón. Maravilloso. Una historia familiar, bien hilada, deliciosamente narrada, y que hace que te pegues a las páginas hasta que acabas con él. Es una maravilla.

Y con esto, me vuelvo al sofá, a ver si mi reposo va haciendo efecto. Tengo una pila importante de libros pendientes, así que estaré bien entretenida.

Se me grabó a fuego aquello de La Bola de Cristal,… “si no quieres ser como éstos (borregos), lee”