Again, and again and again

We might kiss when we are alone
When nobody’s watching
We might take it home
We might make out when nobody’s there
It’s not that we’re scared
It’s just that it’s delicate
So why do you fill my sorrow
With the words you’ve borrowed
From the only place you’ve know
And why do you sing Hallelujah
If it means nothing to you
Why do you sing with me at all?
We might live like never before
When there’s nothing to give
Well how can we ask for more
We might make love in some sacred place
The look on your face is delicate
So why do you fill my sorrow
With the words you’ve borrowed
From the only place you’ve know
And why do you sing Hallelujah
If it means nothing to you
Why do you sing with me at all?
So why do you fill my sorrow
With the words you’ve borrowed
From the only place you’ve know
And why do you sing Hallelujah
If it means nothing to you
Why do you sing with me at all?

Delicate/Damien Rice
Son solo la 8:00am, y solo me apetece meterme en la cama y oir canciones tristes y melancólicas..
Tengo que aprender a ver la piedra antes de llegar a ella, y por una vez no tropezar.. ya me duelen las rodillas de tanto caerme… ya me duelen los ojos de llorar.

Proyectos, camas y mimos

Se me ha pasado la semana entre poemas de Unamuno y el té de rosas.
Disfruto de las letras de la poesía, – que durante estos días sin casi Luna, me llenan los ojos de lágrimas y el pecho de una especie de sentimiento que reconozco pero que no puedo describir-; y el sabor del té me llena los poros.
Estoy deseando que llegue el viernes y poder quedarme en el Apartamento nº4, todo el fin de semana. Llevarme a Unamuno conmigo y enseñarle Mi mar.
Voy terminando proyectos y esto me deja con la mente tranquila, estando aquí MiColegui las máquinas echan humo. Cosimos todo el fin de semana. Mi cojín de acolchado está completamente terminado, la foto no es muy clara, pero de momento no puedo ofrecer otra. El Log Cabin gigante ya está terminado, a falta del binding, que espero poner esta tarde, porque decidí invertir en un colchón + somier para el Apartamento nº4, porque el descanso es importante, y lo que había allí no se le podía llamar cama. Y el Log Cabin se va a quedar en esa cama.
En estos días en los que la lluvia parece querer hacerse presente, y yo dí con mis rodillas en el suelo el domingo pasado, tras una caída tonta como casi todas, y dolorosas como pocas, echo mucho de menos unos mimos, una atención.. Poder llegar a casa con las manos en los bolsillos, y hacer pucheros para que te enjuguen las lágrimas..

Mientras tanto, me consolaré con asomarme a la terraza del Apartamento nº4.

My girlfriend

Fue una tarde de octubre, la primera vez que la ví.
Entraba de la mano de su amiga Yolanda, entre risas y miradas burlonas. Para qué ocultarlo, me cayó mal, muy mal.
Los días pasaron y para colmar mi disgusto, le tocó hacer prácticas con mi novio… uff!! aún me acuerdo lo que me fastidiaba.
Al año siguiente también en octubre, en un laboratorio de prácticas, nos quedamos sin pareja. Me dí cuenta en aquel momento, que lo que yo sentía por ella era puro reflejo de lo que ella sentía por mí: Qué mal nos caímos!!!
Y para colmo, íbamos a pasar un año, puliendo una probeta de acero para someterla a miles de ensayos, que por fuerza íbamos a tener que hacer juntas.. me parecía que el año no pasaría nunca.
Pero pasó el primer mes, y para nuestra sorpresa, empezamos a descubrirnos en la pupila de la otra, yo en la suya y ella en la mía.
Descubrimos que estar juntas era casi casi, como mirarnos por dentro en frente de un espejo.
Pasan ya casi 13 años de esa primera charla en serio. Y casi puedo decir que es la persona con la que más minutos he hablado en toda mi vida por teléfono (.. y lo que queda). Puedo decir también que es a la persona a la que le puedo contar cualquiera de mis secretos, y de mis perversiones.. Hablamos de trabajo, del tiempo, de los amores, de sexo…. de peleas, incluso llegamos a enfadarnos mucho mucho…
Malena es mi otro yo, unas veces me hace de conciencia, y otras de inconsciencia… es mi punto de equilibrio, es mi referente ante las dudas, la primera a la que llamo en las alegrías, y sobre todo es mi amiga, la familia que yo elegí.
Le dí el mayor de los disgustos cuando le dije que había llegado la hora de irme a otro sitio, de empezar de nuevo.. y aunque sé que se alegra por mí en cada uno de mis logros, lo sigue pasando mal al no tenerme cualquier día por la noche, para pasear por el Doramas, o sentada en la silla de al lado en los conciertos de Luis Quintana… Lo siente tanto como lo siento yo.
Y esto se lo debía porque llegó su santo, y a mí se me pasó; y porque este finde he estado out todo el rato. Y porque la quiero mucho más de lo que ella se imagina.

Too much..

Demasiado por sentir, poco tiempo para procesar.
El fin de semana fue como esperaba, muchas risas, mucha playa, mucho sol.. y mucha charla.
Lo que en nuestro lenguaje se llama un auténtico Akelarre, todo brujas.
Como siempre la sensación de poco, es lo que más se siente al dejar al aeropuerto.
Lunes de calor para todo el mundo menos para mí; de lágrimas, de vacío en el estómago, y de sentimientos encontrados e indefinibles.
Lo mejor para la cura del corazón: el brownie del Aguayre.
Parece que últimamente, el Aguayre y su terraza son mi refugio, como todo lo que envuelve el apartamento nº4.

Primeros resultados

Por fin esta mañana parece que ha llegado el verano. Se siente el aire seco, y algo templado.

Sé que la mayoría de la gente odia esta temperatura, y este ambiente, pero yo, que siempre tengo frío, que siempre tengo una chaquetilla en el coche.. agradezco que por primera vez en casi todo lo que va de año, pueda salir a la calle en mangas de camisa.
A la derecha, la foto del remedio mágico para después de unas cuantas horas de acolchado.
Ahora mi dedo está curado de las miles de picaditas producidas por la aguja de acolchar, pero ayer tuve un pequeño accidente.
Estaba acolchando mi Log Cabin gigante. Realmente mis máquinas de coser tienen una curiosa relación conmigo, o yo con ellas, que también puede ser. Con la Janome, es como un amigo de niños, nos conocemos hace algunos años, y ha sido una relación intensa, con lo cual nos entendemos con solo tocarnos. Con la Bernina, es diferente. Hay una intención, y una especie de entusiasmo cada vez que nos vemos, pero desde las primeras puntadas surgen los primeros roces, y así no terminamos de entendernos, tanto es así, que ayer mientras acolchaba con el BSR, me cosí el dedo. Así mismo, el dedo índice de la mano izquierda, además qué me pinché varias veces, y como que tardé en reaccionar. En el momento fue desagradable más bien, pero ahora es bastante doloroso. Siempre caigo en la misma conclusión: pequeñas heriditas reales o virtuales, que duelen más que un bofetón. ¿Cómo algo tan aparentemente insignificante puede doler tanto?.
El acolchado libre a máquina, sigue resultándome una tarea muy difícil. Primero empecé a hacer unas pequeñas ondas, cuyo resultado me espantó, porque no me quedaba bien, y porque tampoco le encontraba mucha concordancia con el diseño. Luego probé con unas espirales, cuyo resultado fue aún peor que el anterior. Total, que saqué la máquina tres horas y estuve descosiendo casi dos. Pura frustración.
Finalmente, me decidí por el acolchado libre pero en recto, en lugar de curvas, y el resultado me gustó más.
Me voy dando cuenta de cuáles son mis preferencias a la hora de realizar este trabajo. En cuanto lo termine, me haré una listita de mis tips para acolchar a máquina.
Y por fin en unas horas, voy a estar hablando hasta por los codos con my girlfriend.

Estirando las horas como chicle

El fin de semana pasó lentito, dándome la posibilidad de saborear cada minuto, lo que anoche antes de cerrar los ojos, agradecí.
Empecé el viernes con un concierto en petit-comité, en el que se atendieron todas las peticiones, y acompañado de cerveza, cubata, y minitostadas domingo. Concierto en buenísima compañía, descubriendo canciones y personas. Acostarse con esta sensación es estupendo. He comprendido cuánto me molesta la gente gris, y la necesidad que tengo últimamente de buscar un compañero que se entrene conmigo.
Con el alma alimentada con notas y letras, me dispuse a sacar mis retales. Mi Tara’s Garden, ya está terminado y colgado en mi salón. El resultado es muy bueno, aunque tengo que decir que lo peor ha sido acolcharlo. Con lo que me gusta acolchar, esta labor no ha sido nada agradable. Repasé cada costura para dejarlas a 1/8″, pero aún así, me tropezaron para acolcharlo. El sábado por la noche, tenía el dedo índice destrozadito de la aguja de acolchar. Entonces recordé que en esta última visita a Chicago, me compré una latita que se decía era el mejor remedio para estos casos. Y pude comprobar que es cierto. El domingo por la mañana tenía el dedo mucho mejor. Y tomando carrerilla, saqué también mi Janome.
Y siguiendo el ritmo que traía me puse a coser mi Log Cabin gigante. Fui siguiendo el patrón original, pero cuando estaba a solo una tira para el final, caí en la cuenta de que era demasiado grande para mi cama. Así que anduve descosiendo hasta casi las 2 de la madrugada. Acompañada de Troylo y de Un tipo corriente. Mañana en el taller, me tocará la ardua tarea de enguatar, y dejar listo para acolchar. No sé si me arrepienta después de intentarlo, pero lo voy a preparar para acolcharlo a la máquina: tengo la máquina, el hilo, la idea, y por fin, después de mucho tiempo, las ganas.
Y ahora, a seguir dejando pasar las horas, porque en unos días, tendré sentada a mi ladito comiendo una ensalada en el bar de Pablo, a my girlfriend. Y pocas horas después, a MiCogelui.

Waiting.. Baking.. Sewing

Llevo varios escuchando sin parar a Carlos Chaouen, y aunque es difícil sobrevivir en un mar de asfalto que amenaza con derretirse en cualquier momento, sus canciones se convierten en un buen salvavidas al que asirse.
Tengo la casa llena, y a ratos oigo las notas de una guitarra que me devuelven el resuello para seguir agarrada al desenfreno de las horas que pasan sin pena ni gloria. Que últimamente el único motor que me mueve es el paso de las horas, como si la recompensa del final justificara que éstas pasen sin contar. Entonces me paro, y miro los 60 minutos que acaban de pasar, y trato de encontrar algo que apuntar en mi libreta, pero hacia atrás no hay nada, y hacia adelante solo una niebla que me impide ver con claridad lo que aún está por venir, como si mis ojos fueran los de una vidente en pruebas.
Vuelvo a maltratar mi estómago dejándolo demasiado tiempo sin alimento. Cuando caigo en la cuenta me culpo, y para resarcime y buscar perdón, me meto en la cocina, y me doy a la tarea de la elaboración de un Banana Bread con jengibre y nueces. Las horas pasan con algo más de entusiamo.

Y para no estar mirando el reloj continuamente me he iniciado en otro proyecto. Soy cíclica, y la verdad, cuando he encontrado la mejor manera de rellenar las esperas, me niego a buscar otra fórmula.
Mis esperas siempre dan el mismo fruto: Quilts.
Antes mis esperas daban lágrimas, ataques de ansiedad y un cansancio incontrolable, supongo que ahora he ganado con el cambio.
Mi último proyecto se convertirá en un quilt ligero, como para las temperaturas que estamos pasando. Es un log cabin gigante, de colores negro y beige. Ya están todas las telas cortadas. Cada noche uno dos tiras de cada color, supongo que en esta semana tendré terminado el top.
El proyecto original, consiste en un quilt reversible, con una trasera formando otro motivo. Aún estoy por decidir si ceñirme al original o improvisar.

Una canción.. para las noches en vela

De Buenos Aires a Madrid sólo hay un charco
Y desde ti hacia mí no salen barcos
Espero que seas feliz, pero no tanto
Como lo éramos aquí, siempre volando
Cada noche en la ventana riego las flores
Por ver si ellas supieran algo de tus amores
Y me voy a dormir, entre cartones
Busqué las mieles de tu voz entre mis dudas
Que no hay amor que sea amor si no es con lunas
Quiero volverme a clavar, pon tú los lazos
Que estoy dispuesto a morir entre tus brazos
Las mañanas tan cansadas, follando tanto
Las neuronas entregadas, siempre buscando
Y me voy a dormir, entre pecados
Tengo los dedos amarillos
Y el hígado color asfalto
Sigo haciendo canciones
Sigo fiel a los lavabos
Y ahora duermo con enemigos
Y los pulmones encharcados
Los ojos con el brillo
De suspiros derramados
Yo no tengo memoria, tengo una corona de espinas
Cada vez que te pienso vuelve a supurarme la herida
Los clavos de mi cruz son restos secos de tu saliva
Yo no tengo memoria tengo una corona de espinas
Tengo los dedos amarillos
Y el hígado color asfalto
Sigo llorando sangre
Sigo fiel a los lavabos
Y ahora duermo con enemigos
Y los pulmones encharcados
Los ojos con el brillo
De suspiros derramados

Buenos Aires/Carlos Chaouen

Liberando estréss

Después de unos cuantos días de desórdenes alimenticios varios a cuenta de fiestas de matrimonios, reuniones familiares y demás.. el domingo tocó desayuno en solitario y casero.
He retomado la buena costumbre de prepararme el desayuno el fin de semana, horneando galletas, bizcochos o muffins.
Para ello, he inaugurado esta nueva temporada con estas blueberries muffins. He recuperado la tranquilidad que me da meterme en la cocina y encender el horno, aunque sea verano y aunque haga calor.
He pasado varios días del tingo al tango, atendiendo a todas estas reuniones, que aunque siempre me producen una especie de sarpullido al pensarlas, luego me lo paso en grande, sobre todo porque yo no soy ni la protagonista ni el centro del evento, y además porque por gente que quiero de verdad, acudo al mismo infierno si hace falta..

Ya estoy acolchando mi Tara’s Garden. Al final lo hice tal cual está el patrón, haciendo mittered corners, es la primera vez que lo hago, y tenía cierto miedillo por si no cuadraban las esquinas, otra vez más la solución de mano de MiColegui a través de una clase on-line by phone. Esta semana espero terminarlo, y ya se está cociendo un nuevo proyecto en mi cabeza, uno rápido para sorprender a mis próximos invitados.

Un refugio entre las ramas

Tengo uno de esos días en los que necesito un refugio, un sitio donde esconderme y dejar que el mundo siga girando, pero no conmigo dentro.
Necesito un colchón, uno de esos mulliditos que me vele el sueño, y que me arrope en medio de la noche si me destapo.
Necesito un árbol, de gran tronco, que mis brazos no den para rodearlo. Necesito la energía que me presta cada vez que me acerco a él.