Estirando las horas como chicle

El fin de semana pasó lentito, dándome la posibilidad de saborear cada minuto, lo que anoche antes de cerrar los ojos, agradecí.
Empecé el viernes con un concierto en petit-comité, en el que se atendieron todas las peticiones, y acompañado de cerveza, cubata, y minitostadas domingo. Concierto en buenísima compañía, descubriendo canciones y personas. Acostarse con esta sensación es estupendo. He comprendido cuánto me molesta la gente gris, y la necesidad que tengo últimamente de buscar un compañero que se entrene conmigo.
Con el alma alimentada con notas y letras, me dispuse a sacar mis retales. Mi Tara’s Garden, ya está terminado y colgado en mi salón. El resultado es muy bueno, aunque tengo que decir que lo peor ha sido acolcharlo. Con lo que me gusta acolchar, esta labor no ha sido nada agradable. Repasé cada costura para dejarlas a 1/8″, pero aún así, me tropezaron para acolcharlo. El sábado por la noche, tenía el dedo índice destrozadito de la aguja de acolchar. Entonces recordé que en esta última visita a Chicago, me compré una latita que se decía era el mejor remedio para estos casos. Y pude comprobar que es cierto. El domingo por la mañana tenía el dedo mucho mejor. Y tomando carrerilla, saqué también mi Janome.
Y siguiendo el ritmo que traía me puse a coser mi Log Cabin gigante. Fui siguiendo el patrón original, pero cuando estaba a solo una tira para el final, caí en la cuenta de que era demasiado grande para mi cama. Así que anduve descosiendo hasta casi las 2 de la madrugada. Acompañada de Troylo y de Un tipo corriente. Mañana en el taller, me tocará la ardua tarea de enguatar, y dejar listo para acolchar. No sé si me arrepienta después de intentarlo, pero lo voy a preparar para acolcharlo a la máquina: tengo la máquina, el hilo, la idea, y por fin, después de mucho tiempo, las ganas.
Y ahora, a seguir dejando pasar las horas, porque en unos días, tendré sentada a mi ladito comiendo una ensalada en el bar de Pablo, a my girlfriend. Y pocas horas después, a MiCogelui.

5 opiniones en “Estirando las horas como chicle”

  1. Tu estiras las horas como chicle y a mí me gustaría que se encojieran, pues esta semana se me hará eterna 🙁
    Tengo mi maleta de labores lista, ya no se que mas llevar, las telas, las reglas, los apuntes, los libros, las ideas….. todo para pasar 17 dias en compañia de micolegui :-))))))))

  2. que bien queda el logcabin gigante en la cama! tengo muchisimas ganas de ver el resultado final tras enguatarlo y acolcharlo a maquina, que es que soy MUY curiosa 😉
    y ya nos contaras cual es la pomada magica, porque las pocas veces que he acolchado, mi madre, como se me ha quedado el dedito y hasta la uña!!

  3. A ver si repetimos pronto otro mini-concierto. En tu casa o en la nuestra, da igual.
    Me encantó pasar una semana en tu isla. Y no sólo por el sitio 😉
    Que sepas que ya lei tu libro y ahora tengo que comprar los materiales. Ya he ido a mirar telas pero no me decido. Ya te contaré.
    Besitos guapa. Espero que sigamos en contacto. Te mando temas del disco nuevo de Luis versión casera (los grabó esta semana en casa)

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