Un poquito de agradecimiento

Dicen que llegó el Otoño, dicen, porque lo que es notarse, se nota nada. El calor sigue siendo bochornoso por estos lares, lo que hace que las siestas sean cortas y pegajosas, aún así, no nos quedamos sin ellas.
Hemos encontrado la posición adecuada para siestear y tejer, y que las dos estemos cómodas, no ha sido fácil, pero hemos dado con la postura.
Voy tejiendo a paso de tortuga, terminando un shawl y haciendo mini calcetines para un invento que tengo en mente.
Pocos días antes de que llegara MyLittleButterfly pude terminar el Roma Shawl con modificaciones (detalles en mi Rav). Lo acabé justito a tiempo.

Y mientras recorría los pasillos del Hospital desde mi habitación hasta Pediatría era lo que me abrigaba el cuello, aunque fuera Agosto, e hiciera tantísimo calor. Se convirtió en el Maternity Shawl, y ahora cada vez que lo veo, me recuerda a esos días.
Lo que me trae a la mente, la estupenda experiencia que tuve allí. Desde que entré al Hospital, todo fluyó de forma natural, y bien. La plantilla completa del quirófano, ginecólogos, enfermeras y auxiliares, pero sobre todo el anestesista: “ese cubano blanquito”, tienen todo mi agradecimiento y admiración, por tratarme tan bien, mi prima Macarena y todos sus compañeros. Isabel de REA, Lola, Inés, que estuvieron conmigo hasta que me subieron a la habitación.
Y cuando llegué a Maternidad, me recibió Miriam, que ya me conocía y que fue un completo alivio encontrarla allí… Bea, Jéssica Fragiel, Carmen,.. Fueron un completo amor conmigo.
Y no puedo dejarme atrás a los auxiliares de Pediatría, sobre todo a Jose, que me enseñó a coger a la mariposita, a ponerla para que sacara el aire, para que se aliviara de los gases, como ponerla para el baño, como sacarme la leche antes de que se me hiciera mastitis.. toda la paciencia que tuvo conmigo aquella madrugada…
También fue un alivio total, la visita de Dácil, y la clase práctica de lactancia en la misma habitación.
Pero los que de verdad se salieron, fueron los de la cocina.. a todos ellos les doy un 10.. me atendieron mejor que en ningún restaurante!!!

Las siestas de estos días

Ya ha pasado mes y medio desde que me convertí en mamá.
Los días y las noches pasan a intervalos de tres horas, que es el tiempo estimado entre toma y toma. Claro que aunque MyLittleButterfly es alemana, no es tan rígida con el horario, y a veces es cada dos horas, y otras veces aguanta hasta cinco.
Ya pasa más tiempo despierta, aunque la mayor parte llora. Sí, llora mucho. Supongo que son los gases esos que tanto se mencionan, o eso quiero pensar.. Aunque también creo que a veces llora, porque tiene que llorar. Es cierto que algo se despierta en tu interior, que no terminas de entrar en pánico, y que puedes pasarte horas paseándola, y hablándole sin perder la paciencia.
Las ojeras son considerables, y el agotamiento también. Sin embargo, todo merece la pena. La sensación de tenerla en brazos, de verla dormir, de verla sonreir, de verla vizquear cuando fija la mirada…, es indescriptible, y compensa todo lo demás.
Poco a poco, vamos recuperando nuestra rutina, aunque es a pasos muy lentos. Mis próximos posts están ya en el horno, con un montón de reflexiones que he tenido durante este mes y medio, solo necesito un poquito más de tiempo.
Las siestas están siendo increíbles. Antes dormitaba en el mismo sillón, tocándome la barriga, pensando en ella, acariciándola.
En estos días, después de comer su ración de leche, ella misma busca la posición. Y se queda perfectamente colocada sobre mi pecho, se duerme al instante, y pareciera que hasta los malestares que tiene desaparecen.
No he perdido la costumbre, en cuanto la noto así, no puedo evitar acariciarle la espalda y cantarle, justo igual que cuando lo hacía a través de la barriga. Desde luego, reconoce su nana, reconoce mi voz, y de estos días para acá, creo que reconoce hasta la posición… Y esto.. compensa que no haya dado ni un solo punto en mis agujas, que mis ojeras lleguen al suelo, que esté luchando contra una mastitis desde hace 10 días, que no duerma más de tres horas seguidas…
Todo pasa a un segundo plano, en cuanto cogemos nuestra posición, y siesteamos..

Los 40 minutos mas importantes

El día 5 de Agosto me desperté con una sensación extraña a las 6:00 am. Algo estaba pasando que yo no podía controlar.

A las 7:00 la misma sensación, y otra vez a las 8:00 y de vuelta a las 9:00.
En la calle trabajaban desde las 6:30, y sobre las 9:30, LaBajista, me mandó un wassap para saber si dormía o también a mí me habían despertado los ruidos.
“Creo que se me ha roto la bolsa” fue mi respuesta.
Después de consultar con LaMamma por teléfono, me duché, llamamos al Patrón, y pusimos rumbo al Hospital. Estábamos en el Norte, y había que llegar a Puerto.
Realmente yo estaba tranquila, era como si no pasara nada.
Pasé por mi casa, me cambié de ropa, y le expliqué a LaBajista dónde estaban las cosas, “por si acaso”
A las 10:35 estaba entrando por la puerta de Urgencias del Hospital. Me vio la matrona. Efectivamente la bolsa estaba rota pero el líquido estaba bien, y no había demasiada pérdida, me dejarían ingresada a la espera de que se presentara el parto de forma natural, o sería inducido al día siguiente.
Yo seguía tremendamente tranquila, como si le estuviera pasando a otra. Solo intentaba traer a la mente las meditaciones pre parto que tanto había preparado, ante la posibilidad de pasar demasiadas horas en una cama, y la posible inducción del día siguiente. Lo que yo tenía planeado no era lo que estaba pasando exactamente.
Me pasaron a un paritorio para hacerme un registro. Habían pasado menos de 5 minutos, cuando el registro empezó a no registrar. MyLittleButterfly estaba haciendo bradicardias.
Vino el ginecólogo, y ante dos palpaciones, y una mirada al registro, no dudó ni un seguno: cesárea.
Esto si que era ya, lo opuesto totalmente a todo lo que en mi cabeza había visualizado.
Me acordé de mi querida amiga, gurú durante el embarazo: abierta a todo, mientras todo salga bien.
Y de ahí fue todo un correr. A los pocos minutos estaba en quirófano, donde me recibió mi prima, no sin antes pegarse un buen susto al verme allí, y que seria a mi a quien iban a practicar una cesárea de super urgencia.
A las 11:18 se hizo el silencio y la oí llorar, con mucho ímpetu y con muchas ganas.
Tan solo 40 minutos, y 3 semanas antes de lo esperado…
Ahora mis dias se miden distinto.. y verla alimentan las noches y los días.

Interiores I, II.. y III

Y llegó Agosto… y con él la inevitable cuenta atrás. El día D es a finales de mes, aunque no tenemos nada claro que lleguemos de la misma forma, es decir, siendo “una” a ese momento. Estamos en conversaciones MyLittleButterfly y yo, a ver si se decide venir antes, durante o después.. Ya está todo listo, pero por si acaso faltase algo, por andar preparada.
He decidido que ya no tejo nada más, porque ando haciéndome un lío con las medidas y el tiempo, así que para no llevarme sorpresas después, he puesto el baby knitting en stand-by, hasta que ella esté aquí.
Sí, ya sé, soy una ilusa creyendo que luego tendré tiempo para dar un punto, pero bueno, ya se verá..
De momento sigo con los interiores, vistiendo los suyos y desvistiendo los míos. Ya estoy en posición de decir que las braguitas me salen bien, y le tengo cogido el punto a los puntos montados, los menguados, y los aumentos. Tejidas en círculo, sin costuras, y con el resultado más cursi del mundo. Así que ya tengo el patrón prácticamente organizado, solo me falta ponerle forma y dejarlo bonito para repartirlo.
Sus interiores vestidos, los míos desnudos… frente a la gente que quiero y que tiene tantas preguntas y dudas sobre todo lo que está pasando. He abierto la caja, esa donde se guardan los desplantes de los demás, que te niegas a aceptar porque en el fondo no puedes creer que no te importen o que no te dañen. Una vez que todo está al aire, y en contra de todo lo que se suponía inicialmente, no te sientes desvestida ni desnuda, sino vestida, arropada, y muy atendida por todos aquellos que por fin te ven desprovista de cargas.

Y así un poco borrosas, hemos empezado con el control hospitalario. Una vez alcanzada la semana 36, el parto puede presentarse en cualquier momento a partir de ahora… los datos numéricos de esta semana son: 36 semanas, yo 60kg, ella 2.7kg, duermo menos horas, pienso muchas más, como menos cantidad pero muchas más veces, y sonrío muchísimo más que nunca.
Y sigo viéndome de reojo en los escaparates, y sigo sin reconocerme

Mi propio sling

Collage de Picnik by violetazul75

Mido 1,58m, y soy de constitución pequeña. No tengo habilidad para llevar los carros de la compra, ni tampoco la fuerza. Ya tuve una vez un accidente con uno de ellos en el parking del CC de La Minilla, del que no quiero ni acordarme.
Decidí, hace ya muchos meses, que no quería un carro para llevar a MyLittleButterfly. Cosa que supuso un auténtico desbarajuste en la mentalidad e ideas de todos los que me rodeaban, excepto de mi madre, que es una Santa. Aún así, héteme aquí, con 35 semanas, y un carro estupendo de Chicco en el cuarto a conjunto con la maxicosi y un capazo… Cosas del márketing y de la economía.
Dónde y cómo cargaría a MyLittleButterfly, lo tenía clarísimo. Había visto durante casi 20 meses a Adijirja cargar cómodamente a su pescadito por todas partes. Desde el principio supe que era ideal para mí. Ella misma me indicó dónde podría encontrar las instrucciones.
Las he seguido al pie de la letra, y ya tengo mi propio sling. He tardado algo más de hora y media en hacerlo. La tela de afuera es una tela japonesa, y la de dentro, es un cálico de algodón, ambas como no podía ser de otra manera, de la tienda de MiColegui.
Ahora a esperar a que llegue MyLittleButterfly, para saber si realmente nos hemos tomado bien las medidas. Falta tan poquito, que voy debatiéndome entre la prisa y la calma, el vértigo y la tranquilidad.

Desenredando los números

Estoy en medio de una producción creativa. Que a estas alturas ha alcanzado su punto máximo de inspiración.

Hace unos meses tejí unas braguitas caladas, siguiendo un patrón en español. El resultado era bueno, pero el patrón fue horroroso. Liándome la manta en la cabeza, y teniendo otras tantas cuestiones en las que podría entretenerme sin posibilidad de solución, he optado por el camino práctico y mucho más estimulante, donde va a parar.
He ido creando un patrón. Que orgullosamente subiré al ravelry en cuanto lo tenga cotejado y corregido. La cosa no ha sido fácil, tres intentos han sido necesarios para alcanzar el tamaño y forma deseada. Mientras me peleaba en conseguir lo que realmente tenía en mi cabeza, iba viendo con asombrosa claridad esas otras cuestiones que hasta este momento no había podido entender. He llegado a varias conclusiones, a saber…
Mis manos hinchadas, tejen más suelto… El punto de vista sobre un asunto cambia considerablemente tomando distancia.
Una vuelta provisional es mejor tejerla con agujas más grandes… Siempre habrá alguien cuya personalidad e intenciones no termines nunca de conocer.
Para acomodar un calado a un tamaño, tienes que manejar muy bien las matemáticas… Para que el egoísmo de los demás no te deje ojiplática, tienes que manejar muy bien tus matemáticas.
Así que no me queda otra que afirmar que, todo es cuestión de matemáticas… y los números rojos, difícilmente tapan cualquier carencia personal.

Y como todo es cuestión de números, aquí voy.. 33 semanas + 2 días. Faltan 6 semanas + 4 días.

Yo 58 kg, ella 1.8 +/- 0.5 kg.
1 hora de gimnasia, 1 hora de natación… 9 horas de sueño.
Se pasan los días, y yo ya no estoy ni nerviosa.. Una extraña serenidad me acompaña estos días, que pasan rápido, aunque yo no quiera darme cuenta.

Misterio sin resolver, pero con final feliz


Este es Troylo, ya conocido por casi todo el mundo. Lleva conmigo desde abril del 2006, después de que Trufo dejara un hueco imposible de llenar.

Cuando me fui a vivir a Gran Canaria, y ante el horario terrible que tenía, se quedó en casa de mis padres, aquí en Fuerte. Dos años han pasado hasta que he vuelto. Mi intención era traerlo de vuelta a casa, cosa que no le pareció adecuado a casi nadie; a mis padres porque ante la llegada de MyLittleButterfly, la expectativa de convivir bebé y perro no les parecía oportuno, y a Troylo porque cambiar un territorio de más de 200 m2 con compañía perruna (Curro), por uno de poco más de 65 m2 y compañía humana, no le terminaba de convencer. Así que las cosas quedaron como estaban, y Troylo sigue en casa de mis padres.
El jueves, y sin aún tener ni medio claro qué fue exactamente lo que pasó, desaparecieron, tanto Curro como Troylo. Curro apareció el viernes por la mañana en la calle, hay que tener en cuenta, que la casa de mis padres tiene tres plantas, y que Curro, que nosotros hayamos visto no tiene aún alas. Estaba en la puerta de la calle, sano y salvo. De Troylo no había ni rastro.
Pesquisas varias, investigaciones precisas, y preguntas por doquier, nos llevaron hasta la casa de un vecino al que aún no le he visto la cara, (y ganas cero de hacerlo), y que cuya pareja incurrió en algunas contradicciones en su explicación, pero tuvo a bien abrirme la puerta del piso en cuestión, para que seis horas más tarde volviera a tener a Troylo conmigo.
Seis horas… La situación fue completamente distinta a la vivida hace cinco años con Trufo, sin embargo, es imposible dejar de lado la angustia, la aflicción, y la tristeza que provoca la incertidumbre.
Una vez que ya estaba de nuevo en casa, hemos tomado medidas, para que no vuelva a pasar situación semejante, y yo por mi parte he vuelto a los largos paseos acompañada de los dos trastos caninos.
A veces, el método es drástico, pero las consecuencias son las mejores.

Nanas y tinciones a mi manera

Últimamente oigo mucho: Es que tu eres…. Es que tu haces…. Es que tu dices…

Sí, probablemente hago, soy y digo un montón de cosas..
Como casi todos, tengo muchos golpes que han dejado cicatrices, muchas experiencias acumuladas, muchas vivencias asimiladas. No me gusta quejarme, probablemente soy demasiado empática, me autoanalizo más de lo que debería, y aunque hablo mucho, creo que me callo lo más importante. Podría decir, que vivo a mi manera.
Trato de ver siempre el vaso medio lleno, aunque no siempre lo consigo; de sacar lo positivo de cada situación; hago grandes esfuerzos por no perder la fé, y por ser justa ante lo que he vivido y lo que me queda por vivir.. Como digo, no siempre lo consigo, pero ahí sigo, intentándolo cada día.
Y hoy, me ha dado por analizar todo esto, y darle la razón a todos los que por lo bajito me dicen que hago las cosas a mi manera.. Pues sí, miro, observo, y casi todo lo adapto a mi personalidad y carácter.
Por poner un ejemplo, cuando empecé a leer sobre el embarazo y la relajación, así como la comunicación con el bebé, encontré que era muy recomendable cantarle, textualmente había que elegir una nana y tararearla cada día… ¿Una nana? ¿En serio?.. Yo a MyLittleButterfly le canto, cada día, varias veces al día, su canción, y lo mejor de esta experiencia es que a estas alturas, (30 semanas) la reconoce, y reacciona ante ella.
Esta tarde nos hemos pasado la tarde cantando a ritmo de Jorge Drexler, y Oceransky, mientras en el microondas una lana dejaba de ser blanquita para tomar una tonalidad indefinida aún.
Con seis sobres de kool aid teñí lana, ya lo había hecho en otra ocasión con buenos resultados. Hoy no me apetecía el mismo resultado homogéneo e igualado. Así que me saqué de la manga nuevos tiempos de microondas, y también nuevos ciclos de sumergido de lana en la mezcla. Pasé de los guantes, y de mojar la lana antes.. Ahora tengo los dedos rosas, y una lana muy especial.
Probablemente mis ideas sobre la viviencia de toda esta experiencia no tengan explicación ni siquiera tengan fundamento, pero son a mi manera, y a mi me funciona.
Y ya hoy, tengo la cabeza en MiNorte, y las maletas a medio hacer.

Un eclipse y siete años

Este mes de Junio, dicen los entendidos que es un mes de puro alboroto energético.. Que las energías andan revueltas, traspuestas, y demasiado agitadas, y que obviamente eso nos influye a nosotros.

Para empezar han habido dos eclipses y aún queda otro más a final de mes.
En éste, recientemente pasado, he podido asomarme a la ventana e incluso fotografiarlo con mi cámara (simple y cutre donde las haya), imagínense cómo se veía para poder haber captado esta imagen.
Con las energías revueltas y traspuestas, estoy celebrando hoy que este blog cumple siete años!!
Nada más y nada menos que Siete! El número mágico.
Han sido siete años de letras, canciones, agujas, y fotos.
Este blog ya forma parte de mi, y de mis cosas,… Como una ventana al exterior desconocido donde me permito analizar, cuestionar, enseñar, desahogarme, y hasta reirme de mis propias sinapsis.
He conocido a gente estupenda gracias a esta ventana, y también a algún troll, que de todo tiene que haber, pero bueno, son los menos, y tengo que dar las gracias por eso también.
Hoy, las cosas son muy distintas a aquel 18 de Junio de 2004, cuando seguía pesando menos de 50kg, que tenía el pelo cortado a lo niño, y que el futuro me angustiaba más que el presente que vivía.
Hoy, peso 57, el pelo me llega a media espalda, las manos trabajan cada día con fervor, y el futuro se me antoja delicioso y ardo en ansias por descubrirlo.
Igual es madurez, o simplemente pura inconsciencia.
Sea como fuere, aquí tendré esta ventana, para seguir analizándolo.

Alicia y el Galimatazo, a mi modo

De todos es sabido que mi película favorita de dibujos animados, es Alicia en el País de las Maravillas.

Supongo que es porque el libro me fascina, no en vano, fue el primer libro que recuerdo haber leído, en versión cómic y para lectores de 7 años. Se me quedó grabado ese libro.
Hace poco leí la versión real, y me siguió entusiasmando. Es un libro sin edad.
Como ahora, y no me canso de decirlo, por causas ajenas a mi gusto, tengo muchísimo tiempo libre, que no está mal si me lo remuneraran de alguna manera, pero no es así; trato de enfocarlo en lo que tengo entre manos, o mejor dicho, entre interiores.
Leo a tiempos iguales libros para mí, para ella, y para el proceso. Me deleito imaginando el momento en que pueda hacer realidad esos instantes en que pueda leerle un cuento, o inventarme una historia. Dicen los entendidos, que a los niños les encantan las historias inventadas, y yo que soy aplicada y fantasiosa a partes iguales, he pensado que la mejor forma de inventar una historia, es creando unos personajes sólidos y atractivos.
Manos en las agujas he tejido la tan vista Poppy de Ysolda, y el erizo Smith, de la misma diseñadora. Y como ya tienen personalidad y estilo para las aventuras que han de vivir aquí, así que para nosotras serán Alicia y su Galimatazo.
Se acabaron los cuentos de princesas que esperan príncipes en corceles blancos.. nuestros cuentos estarán protagonizados por una niña intrépida, que se ayuda de un erizo superdotado para superar los obstáculos que vengan a su encuentro.