Este fin de semana estuve en casa. Relajación, tertulia, buena mesa, buena cama y Sol garantizados.
Ayer por la mañana, bien temprano, salí a la calle con Troylo.
Tropecé con varios individuos e individuas que caminaban sin mucho rumbo, en busca de café, o algo sólido que ingerir, después de estar toda una noche, dando saltos o tumbos a ritmo de tambores o de LaMary, que también estuvo este fin de semana en El Cotillo, cantando un poco.
Café y pan con tomate en El Goloso, y de ahí a revitalizar cuerpo y mente en El Charco.
Todo El Charco para mí.
Si un día me decido a filosofar con fundamento, está claro que tendrá que ser ahí, en medio de los callaos, y con las agujas entre las manos.
De este fin de semana me traigo mucha tranquilidad, las ganas tremendas de volver pronto con ElTécnico, y la absoluta firmeza de que estoy rodeada de gente, que tal vez yo no merezco, porque me entienden mucho mejor que yo misma.
Nena, te envidio… yo tengo mis agujas almacenadas en el rincón entre los dos sofás, cogiendo polvo… tantas labores y tan poco tiempo, jops……….
Disfruta del verano, que ya mismo está aquí el frio y hay muuuuucho que tejer. Besos.
Mmmm… suena bien lo que ha sido de este finde… Como decían en el Mago de Oz, "nada como el hogar"…
Y, por cierto, tú filosofas en cualquier lado…!!!