Experimentando con el crochet


Para un buen experimento hemos de contar con un número importante de factores, necesidades, y efectos; luego darnos al experimento en sí, y finalmente analizar los resultados para emitir las conclusiones correspondientes.

Los factores externos:
– Estoy apuntada a un intercambio de agarraderas entre LPK y MK. Tenía clara la lana, el color, e incluso el patrón. Primer intento, resultado insatisfactorio. Vuelta a empezar.
– Hace algún tiempo que sigo el blog de Mintifresh, me gustan mucho sus fotos, y lo que sale de sus agujas. En su última entrada tiene un patrón gratuito y muy curioso de una agarradera.

Los factores internos:
– Miércoles de desolación, necesidad de una mijita de satisfacción instantanea.
– Parada rápida al Palacio, y compra de Katia Mississippi en varios colores.
– Impresión del patrón en mala calidad y a doble cara.

Ambiente circundante:
– Un fumet de cherne en el fogón.
– El último capítulo de Lost en el pc.
– Y el ganchillo “presto” a empezar.

El resultado es espectacular. En menos de una hora tenía ya la primera de las cuatro tapas que he de crochetear para hacer el par de agarraderas. Es sencillo, rápido y vistoso.
Me encantan los experimentos redondos.

Asado y caldo compartido

El sábado, con motivo del sexto cumpleaños de LaConsentida, me metí en la cocina, últimamente parece que cualquier excusa es buena, y eso al mismo tiempo, es bueno para mí.
Preparativos el viernes: lista, organización y compra.
Con ayuda de mi queridísima Thermomix, hice un adobo, improvisado y de recién invención, para una pata de cordero.
El sábado después de cambiarle los zapatos a sendos vehículos de automoción, y rezando un par de Padrenuestros y los mismos AveMarías, metí la pata adobada en el horno descompuesto.
Unas cuantas horas más tarde, me atreví a levantar la platina, para comprobar que oler olía bien, y de aspecto no estaba mal.
La trinché, la partí en trocitos, y la coloqué en platitos, siguiendo con la plegaria interna para que no estuviera mala, un montón de Alemanes eran el jurado encomendado para la prueba.
A los pocos minutos, y acompañadas de sonidos que interpreté como de satisfacción, oí que “el cordero era mejor que el de Josefita”.
No sé quién es esa señora, pero interpreté que su pata era buena, aunque la mía estaba mejor.
Nadie me sacó de mi posible error, y por lo tanto, sigo pensando que mi pata estaba bastante buena. Por eso, y porque en menos de media hora de la pata quedaba solamente el hueso.
Cuando me disponía a salir hacia mi casa, pedí que me dieran la bandeja y lo que restaba del hueso, que con ello me proponía a hacer un caldo. Creo que se lo tomaron un poco a risa.
Ayer le di forma a mí propósito. El resultado fue una mezcla entre sopa-potaje-caldo.
Me gustó mucho el resultado ciertamente, aunque tengo que admitir, que lo que más me gusta de cocinar es compartir mis platos.
Ese nerviosismo que se instala en la boca del estómago, y ese cosquilleo en la nariz (a mí me pasa así) es como una especie de adicción.
Me doy cuenta con el tiempo, que eso es lo que más me importa, compartir… desde los platos, hasta las lágrimas, pasando por la risa, y los silencios.

Surcando la mar

Carlos Chaouen dice en una de sus increíbles canciones, que tiene la piel como navaja de reyerta..
No sé bien qué quiere decir, o qué quiso decir.. Yo empleo esa frase cuando me siento tan sensible, que cualquier cosa me hace detonar.
Así estoy en estos días, y son varias las cosas que me han llevado a este estado.. También son varias las cosas que hacen que no pueda recuperarme del mismo.

ElPatrón, se ha hecho de nuevo a la mar .

Tengo muchos años de experiencia en ello. Casi tantos como los que tengo. Sin embargo, ahora se hace tremendamente duro de asimilar, asumir, y aceptar.
Tener que mirar al cielo, a la mar, y otear el horizonte, es una práctica que ya había perdido conscientemente. Eran conocimientos que decidí perder, porque estaba casi segura de que nunca más los iba a tener que utilizar.
He tenido que desempolvarlos, y volver a hacer uso de ellos.
Hemos vuelto a la rutina silenciosa, de las llamadas a última hora de la tarde, entre ElGurú, LaBajista, LaPeque, y mamá. Y no es fácil… A mí no me resulta fácil.

… Y a esto siempre viene unido, el miedo, que ahora con los años, es más fuerte, y más poderoso.

Asustada, impedida, e iracunda

En forma de esquema, para hacer una exposición clara y corta de los hechos.

Datos:
– En España hay aproximadamente 4 millones de parados. En Gran Canaria casi 100 mil personas están al paro. Aproximadamente la mitad de estos parados pertenecen al sector de la construcción.
– Yo, trabajo en una obra, ahora necesito 10 oficiales de 1º más, y 2 peones.
– He puesto un anuncio en el INEM, la semana pasada.
– Esperaba llegar al trabajo esta semana, y encontrarme una lista de al menos 50 personas esperando para ser entrevistadas… pero esto, era solo una ilusión.

Hechos:
– Hasta ahora han venido 10 personas.
– Traen en la mano el papel que les dan de la oficina del paro, y me lo extienden para que lo firme, a la frase de “aquí traigo este papel para que lo selle”. No tienen interés ninguno en la oferta de trabajo, ni tampoco en las condiciones, ni tampoco en trabajar. Solo quieren que les firme el papel que acredita que se presentaron a la entrevista, para poder seguir cobrando la prestación.
– Algunos no lo manifiestan tan abiertamente de entrada, pero cuando les explico en qué consiste el trabajo, y las condiciones, alegan dolores varios, fechas de intervenciones quirúrgicas, desgana, etc etc.. o sea, tampoco quieren trabajar.

Y el número de parados no para de crecer.
Y las ayudas del Gobierno, no ayudan a que esto pare.
Y sé, que no todos son iguales, solo espero que pase por aquí alguno..
Pero todo esto no ayuda a que hoy sienta que esta crisis global, la han causado los del bolsillo lleno, que somos nosotros los perjudicados, y que muchos de los daños colaterales, se han acostumbrado a no hacer nada por cambiar esta situación..
Y siento miedo, y me siento las manos atadas, y todo ello está envuelto en una nube de ira….

… y solo es lunes.

Libro 8 (2010): Perdona si te llamo amor

“.. Como esa extraña sensación de cuando estás en la playa hace calor. De repente te entran ganas de darte un baño. Te levantas de la toalla. Te acercas al agua. Te metes dentro. Pero el agua está fría. A veces muy fría. En ese momento, hay quien lo deja correr y vuelve a tumbarse a soportar el calor. Otros, en cambio, se sumergen. Y tan sólo estos últimos, después de unas cuantas brazadas, alcanzan a saborear hasta el fondo ese gusto único y un poco extraño de libertad total, hasta de sí mismos….”

Por esta y otras tantas reflexiones como esta; por las múltiples referencias a Damien Rice y a Robbie Williams… merecen ser leídas sus 680 páginas.

De recuerdos

– Me acuerdo de la cuajada, y de los tomates directamente de la mata. De hacer queso, y de preguntar una y otra vez, para qué servía y cómo se llamaba aquellos polvos que se añadían a la leche. Al rato quedaba separado el suero de la cuajada.

– Me acuerdo de jugar debajo de la mesa del salón, con ElGurú y un montón de playmobils. La moqueta de color verde era la pradera perfecta.

– Me acuerdo de llegar al muelle, y esperar por el Planeta… de ver las caballas dentro de los tanques.

– Me acuerdo de Trufo… me acuerdo mucho, y duele todavía. Me acuerdo de Troylo, y su ausencia también duele. Las siestas en el sofá, los gruñidos, los no-ladridos, y cómo me roba la comida de las manos cuando me despisto.

– Me acuerdo de las cartas que escribí, y de cómo me gustó recibir respuesta.

Este marzo, de recuerdos, está siendo especialmente nostálgico…. Esto todo por inspiración propia, en cuanto encuentre el libro de Joe Brainard, tendré montañas de recuerdos, que me harán vomitar carretadas de letras… Por suerte, ya tengo una libreta lista para acogerlas.

Libro 7 (2010): El Principito

Me lo he leído unas cuantas veces a lo largo de mi vida, aunque tengo que reconocer, que ninguna de las veces lo he disfrutado-sufrido tanto como esta última.
Tengo la sensación de haberlo entendido completamente, de haberme reconocido en cada uno de sus capítulos.
Me he reconocido en el aviador, en la rosa, en el príncipe, en el rey, …. hasta en el zorro.
Sí, en el zorro me he reconocido más que en ningún otro personaje.
En su necesidad por ser domesticado, y en su necesidad de entablar lazos…
Aunque al final, no sale a cuenta, al final el resultado no es el esperado.
Puede que el truco sea evadir la domesticidad, eliminar las expectativas… o simplemente sucumbir a la naturaleza.

Perdona?

Hace rato que tengo asumido que no soy, digamos, muy normal.
Es decir, tengo mi propio código de interpretación de la vida, y de explicación de la misma.
No obstante, intento estar dentro de lo que se suponen niveles de normalización.
Hoy, voy vestida así: pantalón vaquero, camiseta, jersey, pañuelo al cuello, y chaqueta.
De calzado, tengo unas AllStar azul turquesa, hasta que me ponga las botas o calzado reglamentario.
El día está fresco hoy, de ahí tanta vestimenta.
Llego a la reunión de obra. Aparejador en la puerta, como casi siempre.
Primero el saludo rutinario y cortés, pero lo interesante es después.
Aparejador: Buenos días, que?? hoy vas a la playa???
Yo, con cara de ¿ein?: A la playa???
Aparejador, serio: Sí, a la playa?
Yo, con cara de ¿ein?¿ein?: A la playa????
Aparejador, con cara de estar haciendo una pregunta de lo más normal: Si, por los zapatos!
Yo, con cara de super flipada: o_0
Es que a lo mejor me caí de la cama anoche, y aterricé en otro planeta.
Yo a la playa voy en cholas, y con una camisilla larga, o un pantalón corto.
¿Desde cuando unas AllStar son para ir a la playa?
De pronto me ha entrado una risa que dificilmente he podido controlar. De hecho aún ahora, sigo riéndome. Y yo a veces, me considero un bicho raro… Está claro que hay cada uno que para qué.

Resiliencia y vasos

Leyendo a Maeva, he recordado el concepto de resiliencia. Lo estudié en ciencias de materiales primero, y en ensayo y construcción de maquinaria después. Recuerdo, que en aquel momento no sabía que este concepto se aplicaba también a la psicología, pero dada mi facultad de encadenar conceptos, me fue fácil hacerlo por iniciativa propia.
Me paraba a pensar, y a estudiar, cómo y cuánto de resiliente tenía yo. Recuerdo hablarlo incluso con ElGurú, aunque a él le entusiasmaba más el concepto de resonancia. Bueno, que me disperso.
La cuesitón, es que es importante ser resiliente, eso es lo que pienso en estos días. Y me acuerdo también, de aquella frase que escuché una vez en un programa de radio, que para sobrevivir, había que ser flexible, adaptarse a las circunstancias, como los árboles. Si nos ponemos firmes ante una ciclogénesis explosiva, por ejemplo, nuestras ramas terminarán por quebrarse.
Antes yo, tomaba el café en taza, siempre en taza. Tengo más de 40 tazas que atestiguan lo que escribo. De un tiempo para acá, lo tomo en vaso.
Tengo, recientemente adquiridos, una colección de vasos de Hello Kitty, y ahí tomo mi café.
Y aunque puede ser algo aleatorio, sin sentido, y puramente casual, a mí me parece un acto completamente resiliente.

En El Viento con el Principito

“Al principio te sentarás un poco lejos de mí, en la hierba.
Yo te miraré de reojo y tu no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos.
Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca…
Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres ya empezaré a ser feliz.
A medida que avance la hora más feliz me sentiré.
Al llegar las cuatro me angustiaré y me sentiré inquieto.
¡Descubriré el precio de la felicidad!.
Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón…
Tiene que haber ritos”

El Principito (Antoine de Saint-Exupéry)