De nada vale resistirse

Faltan 19 días, para que cumpla 35 años.
(he tardado 5 días para escribir esta frase, sin sufrir una subida de tensión)
Da igual los ánimos que me de a mí misma, no me mola, no me hace gracia, y no me pone requetecontenta lo de tener un año más.
El año pasado me dije que volvería a hacer una lista de deseos este año, y anque casi he perdido la fé, aunque casi estoy convencida de que no sirve de mucho, hoy voy a volver a hacerla, para olvidarme del día de infarto que hay en esta oficina, y para poder decir que el año pasado se me cumplieron todos los deseos.

1.- Seguir durmiendo en la trinchera, con profundas respiraciones, que no ronquidos (obvio, yo no ronco).
2.- Una paella en el Pajar.
3.- Que ElPatrón llame, y me diga: Miniña.
4.- Un libro de poemas.
5.- Engordar 3kg.
6.- Besos, besos, besos…… más besos, y más y más y más….
7.- Oír reir a mamá.
8.- Un paseo con Troylo por la manzana.
9.- “Los cocodrilos tienen los ojos amarillos”
10.- Notitas manuscritas en cualquier sitio.
11.- Una rosa roja, abierta completamente.
12.- Una llamada de teléfono que diga: coleguiiiiiiiii.
13.- Una gervera de color rosa.
14.- “Maldito karma”.
15.- Un carpaccio con dos quintos.
16.- Una pulsera de piedras amarillas o ámbar.
17.- Una excursión a Moya, contigo.
18.- Un desayuno altamente calórico con Loli.
19.- Una declaración de sentimientos.
20.- Abrazos a tutiplén.
21.- Una conversación de 1h con MiGurú.
22.- Un desayuno con churros y café de 3h con MyGirlfriend.
23.- Lana para un chal.
24.- Una comida en casa de MaryC, y las niñas.
25.- Una tarde de pintura dibujo con LaConsentida.
26.- Un juego de té.
27.- Un sms de Irisucha.
28.- Una charla muy larga con LaBajista.
29.- Un “te quiero” desde la barriga, y directo a los ojos.
30.- Los discos de Santiago Cruz.
31.- Unas horas de MrTime, y volver a ver estrellas.
32.- No escuchar, leer, ver… mentiras.
33.- Una pintura de uñas color calabaza.
34.- Flores para el pelo.
35.- Hacer una lista como esta el año que viene.

Libro 27 (2010): Adaptarse a la marea

“…. Al hablar del lenguaje en los homínidos, estamos confrontados, pues, a un sistema binario de ceros y unos, como ocurre con los ordenadores. Y con un sistema binario es muy difícil matizar. Funciona a las mil maravillas par decir . Pero no puede ir mucho más allá. Cuando los homínidos quisieron expresar sutilezas y matices propios de la conciencia, recurrieron enseguida a las artes plásticas o a la música. Y prueba de ello son los vínculos establecidos entre el lenguaje gestual, el primero utilizado durante centenares de miles de años -al que regresan los que han perdido la capacidad de hablar-, el lenguaje hablado y la música. Que ésta es una variante del lenguaje hablado y la música. Que ésta es una variante del lenguaje hablado lo demuestra el hecho de que determinadas diferencias en las percepciones musicales entre individuos diferentes dependen de cuál haya sido su idioma materno en la infancia.

No es extraño, pues, que una vez más el refranero popular o el sentido común -al afirmar que “hablando la gente se entiende”- represente la antítesis de la Ciencia. El Sol no da vueltas alrededor de la Tierra, como indica el sentido común, y muy a menudo “hablando la gente se confunde”. Entre otras cosas, por la capacidad que tienen los humanos -junto a otros mamíferos- de mentir. Lo que distingue a una persona con inteligencias múltiples de un autista es su capacidad de mentir”.

Otoñeando

Llevamos varios días en Otoño, aunque parece que ha sido hoy cuando de verdad lo he notado.
De pronto esta tarde el cielo se ha puesto color plomo, con nubes densas y espesas.
Hace algo de fresco, y de vez en cuando siento necesidad de hacerme con una taza caliente de cualquier bebida que tranquilice mente y espíritu (existe eso?).
He vuelto a las agujas, y aunque ya tengo tejido un calcetín entero con pura matemática, he tardado casi una semana en comenzar el otro. Supongo que no es casual… las parejas son indivisibles, y poco prácticas por separado, aunque a veces no quede otro remedio.. no todos nos damos cuenta de eso a la misma velocidad.
Aún a riesgo de todo, he comenzado este segundo calcetín, de qué talla sea, y dónde vaya a parar es todo un misterio..
Las noches vuelven a ser pura somnolencia, y MrTime sigue devolviéndome las horas que me quita de día, y casi antes de llegar a la cama ya estoy en los brazos de Morfeo.
Me despierto escuchando un último descubrimiento, tiene varias canciones que de verdad hacen sentir toda esa novedad de encontrar algo que te entiende, te sorprende, te gusta, te atrapa, te engancha.. vaya, casi como enamorarse..
Empieza la cuenta atrás, ese mes que amo y odio, todos esos días por pasar.. aprovecharé para seguir tejiendo, aunque sean calcetines desparejos.

Rendirse o luchar

El viernes fui al cine, a ver come reza ama.
Hay una parte de la misma, donde un personaje le dice a otro: ríndete.
Entendiéndolo, como dejar de luchar, dejar de resistirse al cambio, dejar de querer controlar todo.
La escena en el libro, viene reflejada por un momento en el que la protagonista se sienta a meditar en un jardín al atardecer, al poco rato, se ve atacada por un enjambre de mosquitos, era un buen momento para poner en práctica el concepto de rendirse.
Anoche, después de pasar un domingo más que caluroso, de llegar a la cama con la mente exhausta, y una necesidad imperiosa de descansar, dejé la puerta completamente abierta, y me dormí.
No había pasado más de una hora, cuando comenzó el ataque. Primero empecé a dar manotazos a discreción. Luego me atrincheré debajo de la manta a riesgo de morir de un golpe de calor. Todo fue en vano. El escuadrón atacante seguía allí, atacando sin tregua.
Recordé la película, y teatrera como soy, me pareció un buen escenario para vestirme de nuevo de protagonista. Descubrí de nuevo mi cuerpo, y me dejé picar.
Los mosquitos volvieron a darse un buen banquete conmigo.
Creía que podría soportarlo, pero fue imposible. Acabé encendiendo la luz, poniéndome en posición de cazadora, y encontrando al único mosquito que componía aquel ejército que llevaba importunándome gran parte de la madrugada. Lo encontré, y le dí muerte.
No pude rendirme, todo lo contrario, me cuadré en posición de ataque y derribé mi objetivo.
Es tan difícil encontrar el momento adecuado para rendirse, como el adecuado para seguir luchando.

Álgebra básica

Tengo una especial debilidad, por trasladar conceptos.
En mis años de estudios, me encantaban las matemáticas y todas sus ramas, me siguen encantando. Hoy, estos días, he descubierto que los números y las ecuaciones sirven mucho más que para resolver problemas matemáticos.
Así, dentro del álgebra básica, estudiando las ecuaciones con dos incógnitas, he caído en la cuenta, de que éstas son la traducción rápida y comprensible, para mí, de las relaciones sentimentales.
De este modo, la primera ecuación que explica la pareja, es la combinación de amistad más sexo.
Es decir: amistad + sexo = pareja.
Es una ecuación simple y exacta. Con una sola solución, y una sola explicación.
Si no se quiere una pareja, habrá que eliminar una de las dos variables, si es solo amistad: amigos; si es solo sexo: amantes. Mezclar y no obtener como resultado la pareja, conformaría una ecuación directamente ilógica, sin resultado posible y con muy alto grado de confusión.
Y así, de forma tan fácil, quedan resueltas todas mis dudas, en cuanto al etiquetado de relaciones.
Por otro lado, tengo también la solución, de forma algebraica a la manera de operar en cuanto a un fracaso sentimental.
Dada la ruptura, y la imposibilidad de la misma, de volver a establecer la ecuación simple de pareja, tenemos el método adecuado para resolver la inecuación indefinida y confusa: despejar en X, y sustituir en Y.
Una vez más las matemáticas me trazan el camino para andar.

Será que esto es madurez

Me he cortado el pelo.
Antes, cortarme el pelo se convertía en un asunto de estado, mi pelo solo lo tocaba Octavio, porque cualquier otro me daba una sensación de incomodidad y terror, que no podía soportar.
Cuando vivía en Fuerte, venía cada 6 meses a cortarme el pelo.
Algo ha cambiado. Cortarme el pelo, sigue sin gustarme, pero ahora ya no me importa.
Ya no recorro media ciudad en busca de Octavio.
La relación no era recíproca, y esa es la base de las relaciones. Yo para Octavio era una clienta más, para mí él era el único capaz de entender mis escaramujos.
El jueves me metí en una peluquería de aprendices, y dejé que me tijeretearan mis rulos.
No está mal, n está bien. Realmente no sé cómo está.
Estoy cómoda, y me veo el pelo saludable.
Empiezo a entender que lo que tengo por fuera no me importa tanto como lo que tengo dentro.
No estar dependiendo de un peluquero o una peluquería, me da cierta libertad que empiezo a apreciar.La misma libertad que tengo para trazar una línea de seguridad, y no sentirme culpable por hacerlo.
Será que estoy madurando, o será que me estoy volviendo una inconsciente.

Libro 26 (2010): Las cosas que no nos dijimos

“…. Cada noche que te acuestes a su lado y tengas el más mínimo pensamiento por tu amigo del Este, hala, una mentirita que añadir a la lista; un minúsculo instante de anhelo, y hala, otra mentirita más; cada vez que te preguntes si deberías haber regresado a Berlín para arrojar luz sobre tus sentimientos, hala, otra mentirita más, y ya van tres. Espera, déjame calcular, siempre se me han dado bien las matemáticas: pongamos unos tres pensamientos a la semana, dos recuerdos fulgurantes y tres comparaciones entre Tomas y Adam, lo que hace tres más dos más tres, es decir, ocho multiplicado por cincuenta y dos semanas, multiplicadas por treinta años de vida en común, sí, lo sé, estoy siendo optimista, pero bueno…. Asciende a un total de doce mil cuatrocientas ochenta mentiras. ¡No está mal para una vida en pareja!…”

El sabor está en la memoria

Hace una semana MaryC y LaAbogada, hicieron una visita por GranCa y después de un paseíto por los sitios habituales donde todo majorero hace parada, me llevaron a un sitio, donde según LaAbogada tienen los mejores perritos del mundo.
Eran las seis de la tarde, y no era horario para mi estómago, pero como estoy cambiando todos mis hábitos, no dije no.
El perrito no está mal, una salchicha hervida, un pan generoso, salsas gustosas y un pepino natural que está en conserva (un detalle importante que le da su originalidad). Que no se enfade nadie, los he comido mejores, también peores.
La cuestión es que para la gente autóctona este perrito es “el mejor perrito del mundo”, y yo llego a una idea.
Este establecimiento está abierto desde el año 1961, que son unos pocos años. La mayoría de la gente que conoce este sitio, lleva yendo ahí desde que les salieron los dientes, probablemente el primer perrito de su vida, lo comieron allí. En el sabor de ese perrito, está el recuerdo de esa primera vez, el recuerdo almacenado de la infancia con los padres, la adolescencia con los amigos, y la juventud con los primeros amores.
El perrito enciende una línea de emociones que están almacenadas en la parte dulce de la memoria, lo que convierten a este pan – salsas – salchicha – pepino en un manjar difícilmente discutible. El sabor del mismo, se ve envuelto por otros detalles que tienen poco que ver con las papilas gustativas, traduciéndolo en “el mejor perrito del mundo”.