Pasajeros sin permiso

Siempre he escuchado que la cabra tira pa’l monte, y debe ser cierto.
Esta semana después de estar casi 6 meses atracado al muelle el Planeta Neptuno Dos, se ha hecho de nuevo a la mar, patrón incluido, que es quien me preocupa en mayor medida.
Desde que el Planeta Neptuno Uno salía a faenar las cosas han cambiado mucho. Tanto, como que ahora antes de ponerse a pescar, hay que pasar por El Aaiun, pedir permisos, coger marineros (de enrolamiento obligatorio), y estar en orden con todo lo impuesto por todas las autoridades marroquíes.
Salvados todos los trámites, el Planeta Neptuno Dos, puede hacerse a la mar.
En casa, antes era una, ahora son varias, la mía, la de mamá, la habitación alquilada de Hannover, el segundo piso en Cotillo, de manera casi despreocupada solo para aparentar, se pone un ojo en la mar, y ver qué estado de marejada tiene, intentando dilucidar cómo le va a afectar su movimiento al patrón y al Planeta Neptuno Dos. Pasados los primeros ratos, se empieza la preocupación por la faena: por la tarea de calar o coger la carnada; por cómo van a responder estos nuevos marineros; y por si la pesca va a ir bien, y dará para algo más que para cubrir gastos. Esas son las preocupaciones normales, que viven las familias de los marineros, o esas eran.
Ahora, dependiendo de la zona donde fondean, hemos de preocuparnos de los piratas, o de los polizones. Cuando se arriba a puerto africano, los ojos se duplican, y su trabajo también. Trabajo que consiste en no perder de vista todo el espacio que ocupa el barco, no vaya a ser que en un descuido, debajo del bote o de la traiña, se meta alguien. Ayer, el patrón del Planeta Neptuno Dos, solo tuvo un momento obligatorio de “no control”. Pasadas cuatro horas, y en medio del océano, se percata de que navegando con él y sin permiso para ello, se encuentran dos individuos debajo del bote. Media vuelta, y de nuevo a puerto. El incidente no llegó a más que le gasto extra de gasoil. El patrón del Planeta Neptuno Dos, tiene una habilidad asombrosa para resolverse en cuestiones de cierta tensión, tiene mucha experiencia. Sin embargo, yo, desde tierra, me quedo parada, me asaltan mil dudas, mil miedos, y una angustia tremenda, por el patrón y por los polizones, no sé qué puesto me asusta más

5 opiniones en “Pasajeros sin permiso”

  1. que susto me das con esos individuos debajo del neptuno dos….espero que todo vaya bien, mucha carnada, mucho medregal….espero buenas noticias tuyas pronto.

  2. Dura la vida de la mar y endureciéndose, por si fuera poca la dureza habitual. Tiene que ser muy duro vivir con el corazón encogido, esperando, vigilar el temporal, temer a los vientos, temer el océano… En esta tierra la gente ha vivido tradicionalmente dividida entre los que temían por los que se iban a la mar, y los que temían por los que bajaban a las profundidades de la tierra…
    Ojalá todo vaya bien.

  3. En casa de tucolegui cuando sabe que el Planeta Neptuno Dos salió a a la MAR, tanbien presta más atención a las noticias, y manda todas las energias positivas que le quedan a ese patrón majorero tan salado que hace una comida tipica buenisima y que a parte de ser simpatíquisimo, seguro que no es el único patron pesquero que queda en el puerto porque sí sino porque es el MEJOR!!!

  4. Pues sí, la verdad es que todas esas noticias sobre piratas del XXI no deben de ser nada fáciles de llevar para las familias de pescadores. Supongo que confiar en las “fuerzas del universo” para que todo vaya “viento en popa” tampoco será simple. Confía pues, en él, en el patrón de ese barco cargado de experiencia por años en el mar…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *