Creo que descubrí este libro en algún blog, pero no recuerdo cuál. Sé que me gustó el título y también la foto de la portada. No son buenas referencias para decidir si un libro ha de gustarme o no, pero suelo ser así.
Hay veces que veo algo y sé que me va a gustar, ya sea por el color, la imagen, el olor,… lo que me transmite, al fin y al cabo.
Al principio, cuando empecé a leerlo, pensé que este pequeño instinto, tan básico, para elegir libros, me había fallado.
Empecé a leerlo en Diciembre, y la trama del libro se parecía asombrosamente a la situación personal que vivía, con sutiles diferencias, que hacían que cada capítulo me doliera un poquito más. No pude con él.
Abandoné la lectura poco antes de irme de vacaciones de Navidad.
Dejé que se asentara todo, y también dejé que fuera el propio libro el que me indicara cuándo debía retomarlo. Cada cosa, hasta los libros, tienen su momento.
Decidió que finales de Enero era buen momento, y así fue. Prácticamente en dos días acabé con las 300 páginas.
Es una lectura ligera, entretenida, con momentos cómicos, y con muchas referencias a películas y música de los años 50.
Supongo que me ha gustado, porque hay páginas enteras que pueden ser un espejo de lo que he vivido en los últimos meses, y otras que espero vivir. En otras circunstancias, supongo que hubiera sido un libro más.
¡Si que te cunde el tiempo para leer! Yo acabo de empezar mi tercer libro de este año, me cuesta mucho encontrar tiempo para leer, aunque procuro hacerlo, aunque sea un ratito, antes de dormir.
Yo soy un poco como tú, me dejo llevar por el título y la portada del libro, y también por la sinopsis de la parte trasera… a veces acierto, y otras no… Me apunto éste, el título me gusta 😉
Un beso!
Bonita portada. Tamien lo compraria por ella…