Día 1 mirando al mar

Iba a poner una foto de mi nueva vista, pero no tengo cámara, y el cable del telf no sé por dónde andará, desde luego por aquí no.
Ya estoy instalada, en mi nueva-antigua casa. Serrat, en estos casos, siempre hace presencia, cantándome aquello de “uno se cree..” y cuando menos te lo esperas te llegan a las manos, como caídas del cielo, fotos, notas, cartas.. Mi caparazón se ha endurecido con los años, o tal vez estas pequeñas cosas hayan perdido fuerza, ya no siento lo de antes.
Mi nueva oficina, que es una caseta de obra, en medio de una grandísima estructura, tiene vistas al mar. Esta mañana, llegué demasiado temprano, los nervios no me dejaban dormir. Llegué a la obra sin problemas, escuchando cadenaser, como antes.. qué raro es volver.
Ver el amanecer desde esta ubicación, mereció la pena. Me he mirado dentro, y he pensado ¿qué más puedo pedir?. Y sobre la marcha y como las ratas atraídas por el flautista, llegaron a mi pensamiento mil y una cosas que ahora mismo pediría. De un plumazo y sin alzar la voz, acallé todas y cada una de las peticiones, miré de nuevo el mar, la mar, el océano, mi Atlántico, y contemplé de nuevo la vista, deseando que nunca nadie, sea capaz de quitarme estos pequeños placeres que soy capaz de disfrutar.

4 opiniones en “Día 1 mirando al mar”

  1. ¡¡¡BIENVENIDA!!!
    Ya verás que bien te sientan estos aires y ojalá el curro te guste y vaya bien… me apunto al café con Lolita (aunque con tiempo, que no soy vecina ^_^)

    Un abrazo

  2. Bueno… ante todo mucha suerte. Sigue fuerte, que en ese entorno quizás lo necesites. Si hay que darle un puntapie a algún indeseable, pues se le da, y tan fresca. Acompáñate de buena música en la carretera (o la ser, en su defecto) que te ayude a llegar con la mente despierta. Y buen humor.
    Ah! y yo también quiero un café!!!
    Abrazos. Besos. Y todo lo que haga falta,

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