Otoño.. y melancolía

Ayer, estaba preparando este post, en el que iba a hablar del fin de semana, de las actividades, de los proyectos finalizados y los empezados, de mi música…
Pero ocurrió algo inesperado.. y es que el domingo por la mañana terminé de leer “La mujer del viajero en el tiempo”, y dejé de ser quien era, porque realmente este libro, me ha cambiado un poco. No voy a hacer una crítica por dos motivos: uno por que aquí

hay una muy buena y con la que estoy completamente de acuerdo, y dos, porque no soy una crítica literaria, y lo que más me importa es cómo me afectó a mi el libro en cuestión.
La cosa es que desde que lo terminé, no se me va de la cabeza, y que todos mis intentos por aceptar que se puede vivir sin amor, y que muchas veces es el culpable de que todo se complique, están siendo en vano.. porque ¿qué habrá más complicado que enamorarse de un tipo que nunca se sabe por dónde estará, que sabe cosas que pasarán, y que ha tenido tropecientas experiencias?, y sin embargo… merece la pena…
Y otro detalle importante, es que la historia se desarrolla en Chicago.. a donde siempre quiero volver.. Definitivamente esto es una especie de señal.. ¿o no?.
El sábado estuve en IKEA, pero eso es otra historia de la que ya hablaré, el caso es que me compré un batidor de leche, de los que funcionan a pilas, y vaya descubrimiento, ahora puedo hacerme mis propios capuchinos en casa.. Y para superar al amor del corazón, me he puesto a leer el amor científico, a ver si me aclaro algo más.

Fully battery charged

– 8:30: Todos por el Perú– Dani Cano y Vidina Melini: Casi cinco años sin verles sobre el escenario. El tiempo ha pasado en modo aprendizaje por ellos, y lo han aprovechado bien. Pude escuchar “Fuerteventura” en directo.. y la emoción entró casi sin llamar. – Fermín Romero: Por la mañana me hizo llorar con un “Trozo de trapo” y por la noche, primero me emocioné “No me he cansado” y luego me harté de reír con “La granja de Andrés”.– Ginés Cedrés: Me devolvió como teletransportada al año 1992 con aquel cómplice del verano, en el primer concierto que ví de Los Coquillos.. Cuando los recuerdos son lindos, es tan bonito recordar..– Domingo “El Colorao” y Joana García: Me dejaron sin palabras, y como digo, con las baterías cargadas, hasta el próximo concierto… que ya sé de quién y dónde será.– 23:30: Camino a casa, con el disco de Fermín, la sonrisa en la cara, y a la bohemía que tengo en mí, hiperactiva, provocándome una crisis laboral… No para de decirme: ¿Qué narices haces fabricando casas?Datos a tener en cuenta:

  1. No tengo documento gráfico porque, aunque esta vez llevé la cámara, decidió que las pilas que le puse el viernes ya no dan más de sí. Estoy pensando en jubilarla, y adquirir una con batería recargable. ¿Alguna sugerencia?.
  2. Tengo un programa lleno de actividades culturales que se van dar durante lo que queda de septiembre y el próximo octubre, en el centro norte de la isla, así que el que diga que aquí se aburre, es un poco porque quiere.
  3. Como siempre, me llevé el libro actual, para pasar el tiempo antes del concierto.. Estoy en estado de shock.. ¿Nada es casual?¿Todo es causal).
  4. Anoche aprendí que un cochino que dice “oink oink” es porque fue a Harvard.

Lana, Libros y Funky

Después de la kedada del viernes, mi cabecita no puede pensar en otra cosa que en lanas, agujas y patrones.
La kedada fue estupenda, conocer algunas bloggers, charlar tranquilamente y compartir conocimientos. Espero que esta sea la primera de muchas más. A partir de aquí nos hemos organizado y Fuertelana ya está en marcha.
Este finde he conseguido leer El niño del pijama de rayas por fin.. Como no se puede decir nada, no digo nada. Está bien, pero como hablaba con MiAmigo no me he vuelto loca, y de los que he leído este año, no me parece el mejor.
Y porque si no oigo música cada día no soy yo, y porque también de vez en cuando hay que cambiar el registro…

Quién dice que en andalussía
no se hace funky
quién dice que en andalussía
no se baila el funky
en el planeta aseituna
a todo el mundo le gusta
marcarse una fiesta
en el planeta aseituna
a todo el mundo le gusta
marcarse unos dancin’

O’Funk’illo/En el planeta aseituna
.. Y esta noche, me voy a escuchar a Fermín a ver si puedo conseguir su último disco, y disfrutar un buen rato de su directo, que hace que no lo hago más de un año, y ya va siendo hora de nuevo…

Rutina alargada y retorcida

La depresión es volver a casa,
y abrir la misma puerta,
y que nadie te reciba,
y que todo esté como lo dejaste,
y que la jaula siga abierta,
y no tener mensajes en el contestador,
y recordar que tienes cuchillos en la cocina.

La depresión es (in)conciencia de tiempo,
volver a ser aquellos pájaros de días tan tristes,
aquellas aves pardas
con las alas de metal
y una hemorragia en los ojos
que no cambiaron el mundo,
aquellos pájaros de papel.

Borja de Diego Lozano
Después de tres días sin casi dormir, comiendo como hacía tiempo, y riendo cada diez minutos… La rutina, me aplasta contra el suelo como a una cucaracha..
Me queda un aliciente, la reunión del viernes.

Todo controlado

La apoptosis es uno de los principales tipos de muerte celular programada. Como tal es un conjunto de reacciones bioquímicas que ocurre en las células de un organismo pluricelular, encaminadas a producir la muerte de la célula de manera controlada, a diferencia de la necrosis.

O sea, la apoptosis es el suicidio de las células, como si se hicieran el harakiri..

Me fascina la naturaleza…

Me horroriza el cerebro humano, y su capacidad para inducir a la apoptosis de las células de un organismo

Pollo Pensando

Desde niña el mes de Agosto me ha parecido siempre como estar de vacaciones, daba igual que tuviera que estudiar, o que ayudar en la tienda, o que trabajar como ahora. Durante el mes de Agosto, y más concretamente la última quincena coincidiendo con las fiestas del pueblo, me instalo desde hace mucho en El Cotillo, e intento disfrutar a tope de las horas libres que el trabajo me deja.
Después llega el final de la quincena, del mes y al mismo tiempo de las fiestas. Ese día para mí, casi es el peor día del año: el más triste. Y desde que tengo independencia móvil (esto es: coche) soy la primera en irme. Nunca he podido soportar cómo todo el mundo mete las maletas en los coches y se van yendo, en una larga caravana hacia sus casas. Me recuerda demasiado al último capítulo de Verano Azul.
Una vez más, ayer volví a irme la primera, creí que podría quedarme, pero al ir pasando las horas y ver que el momento se acercaba irremediablemente, salí corriendo, sí, es cierto, aún no puedo enfrentarme a alguno de mis fantasmas.

Y hoy, comienza una nueva semana, en la que de una vez, he decido organizarme. Lo primero rellenar la despensa, que de nuevo volvía a llorar. Preparar los menús de la semana, e ir organizando el trabajo del proyecto, que de nuevo me tiene empantanada.
Hoy para comer: Pollo Pensando. El nombre original es Pollo a la mantequilla, pero al ir haciendo la receta, me doy cuenta de que este ingrediente casi casi pasa desapercibido, por la cantidad que lleva y por el poco sabor que da. Así que como he variado ligeramente la receta también, me he creído que he inventado un pollo nuevo, y por lo tanto le he puesto nombre. El nombre tiene que ver con que escuchaba a Jorge Drexler mientras lo hacía, y a que llevo tarareando esta canción todo el día.

Pensando, estaba pensando,
Por la ventana de aquel bar
Mirando a la gente afuera, ir y venir.
Causa y Efecto/Jorge Drexler

No solo playa y sol

Las noches en Cotillo ya no son tan frías, porque puedo taparme con mi Log Cabin gigante.

Es el primer quilt que acolcho enteramente a máquina con la Bernina, y con hilo Aurifil matizado. Realmente para ser mi primer acolchado libre estoy satisfecha con el resultado. Lo hice en recto, y ahora el próximo reto va a ser acolchar libre pero en formas circulares. Veremos que tal se me da esta nueva incursión.
La playa estos días está más concurrida de lo habitual. Se me despierta la cascarrabias que llevo dentro, por minutos, al sentir que me invaden mi espacio. Intento dominarla porque todo el mundo tiene derecho a disfrutar de un paraiso como este. El problema es cuando lo hacen sin respeto, dejando papeles, el resto de la comida o las colillas. Ahí ya no me controlo, y casi de forma instantánea les llamo la atención. No puedo soportarlo y es como si tuviera un detector cuando estoy en la playa.
Como no puedo estar sin hacer nada, y en Cotillo no tengo ni TV, las tardes con la aguja dan bastante de sí. Hace algún tiempo le metí el cutter a un kit que compramos casi todas en la feria de Chicago. Es un quilt de varias telas, incluyendo terciopelo, felpa, franela y el típico algodón. Lo más tedioso es cortar, porque una vez se tienen los cuadraditos, todo es coser y cantar.. Ya tengo la mitad del quilt unido, espero este fin de semana, dejarlo listo. Es un quilt que invita a la siesta, ideal para las tardes con té, lluvia y música. La banda sonora de este quilt ha sido Carlos Chaouen..
Siento un desfile de gaviotas en el brazo
Me fundo en un abrazo con quien me quita la vida
Desfile de gaviotas/Carlos Chaouen (Universo Abierto)

El Planeta Neptuno

Me resulta un tanto difícil describir una relación con una cosa material, con algo que en conjunto y a primera vista, no parezca más que una cosa.
Sin embargo, si se profundiza más allá de las partes que lo componen para llegar a algún entendimiento, yo descubro que esa cosa en cuestión, me transmite infinidad de sentimientos.
El Planeta Neptuno, es un barco, al que yo hace años que le llamo Mi hermano mayor. Yo llegué a la casa en octubre, él se me adelantó unos meses solamente. Y desde entonces me dio de comer, de vestir, me pagó una carrera, un coche, una ortodoncia.. Hay que ver lo que ha producido este conjunto de maderas flotantes, al que mi padre siempre dotó de la mejor teconología.
De niña recuerdo que uno de mis mejores momentos, era llegar al muelle porque íbamos a esperar a papá, cuando veíamos entrar el barco a toda máquina por el muelle, el corazoncito parece que se iba a salir del pecho. Luego, saludábamos a papá y a tío Pedro, y nos íbamos corriendo a los tanques a ver a las caballas dando vueltas en círculos..
Y así pasé mi infancia, luego mi adolescencia, mi juventud.. y cuando fui a entrar en la madurez.. Empezaron a llegar cartas donde se nos informaba de la obligación de hundir el Planeta Neptuno, ante la imposibilidad de salir a la mar a faenar de nuevo. Una vez más la política, los políticos, el gobierno… No les entiendo, y ya no me esfuerzo por intentarlo siquiera.
Obviamente, en la familia no cabía esta solución, así que mi padre se las ingenió para no hacerlo, y hoy en día sigue atracado en el muelle. Ya no es nuestro, pero es imposible no pasear por su borda y no sentirlo de la familia.

Me repito.. y me enredo.. y me pierdo

Supongo que mirando solamente la foto, no hace falta que explique mucho más, por qué me pierdo. La foto está tomada por MiColegui, desde el final del muelle.

Así son los días en MiCotillo. Me siento a respirar, a leer, a mirar.. y cuando ya no puedo más me escucho, oigo las olas que van dentro de mí, y que rompen en mis acantilados.
Que llenan todo de espuma con la intención de limpiar, pero a veces, lo dejan todo muy frío y salado.
Sé que es pronto para recoger la sal, aún han de seguir llegando las olas, y rompiendo en mis riscos. Solo debo ser paciente y esperar.
Hacía rato que no encontraba la paz que ahora mismo me genera este espacio. Me la regala, me la da, me la entrega; solo exige que me escuche…y yo sigo repitiéndome: Me encanta el Apartamento nº4….. Me encanta El Cotillo

Para recibir…. hay que dar

Del blog de Adijirja me traigo este encargo:
Enviaré un regalo hecho a mano
a las primeras TRES personas,
animales o cosas que contesten a este post,
pero éstas tienen que comprometerse
a hacer lo mismo en el suyo…
¿En cuanto tiempo? ¡en 365 días!
¿Y qué hay que enviar? Cualquier cosa hecha a mano vale,
calcetines, bufandas, ganchillo, decoupage, bisuteria,
cestería, ropa, lo que sea, pero hecho artesanalmente y por mí.
Yo suelo estar espesita para estos trámites, pero con 365 días por delante, creo que llegaré a tiempo.
Y, en otro orden de cosas…
Las rodillas duelen menos..
Aunque los golpes siguen ahí…
Pablo Neruda, se ha encargado
de aliviarme el corazón.