Sin Sed

No busco intoxicarme
ni perderme, ni perderte,
quiero entender lo que pasa.
no enternecer ni provocar miradas
entre quienes me conocieron de antes
no quiero un “antes” y un “después”
no en la misma vida.

Yo busco una estocada limpia
que corte con lo que no me deja avanzar,
busco amar y ser amado
compartir mi tiempo,
no regalarlo ni robar ajenos.

Amanezco siempre con sed
y quiero agua y besos a tiempo,
que no me llame quien no me quiera
porque yo haré lo mismo,
quiero desprenderme de esta urgencia
de la necesidad de recordar el pasado,
quiero tener más porques para andar en el presente
quiero salir de mi casa sin miedos, sin fobias,
no volver a donde fui feliz
conocer otros lugares.

En resumen quiero llamarte y proponer un cambio
aclarar las cosas y que amanezcas sobre mi pecho
y yo sin sed,
amándote sin remedio.

Y que amanezcas sobre mi pecho,
y yo sin sed.

Sin Sed/Edel Juárez

Culturilla popular

“No hay consenso a la hora de identificar cuál es el punto exacto en el que nace el Guadiana. La teoría más clásica, y a la vez más discutible, proviene de Plinio el Viejo. Su hipótesis era que el río se originaba en las Lagunas de Ruidera y que se dividía en dos grandes tramos, el Guadiana Alto o Guadiana Viejo y el Guadiana propiamente dicho, separados entre sí por un cauce subterráneo.
La leyenda de un río que desaparece y reaparece ha pervivido hasta el último tercio del siglo XX. Incluso, actualmente, se toma como referencia en determinados artículos y manuales, además de en la tradición popular.
Sin embargo, no existe ningún cauce subterráneo, como tampoco parece cierto que sean las Lagunas de Ruidera el punto de origen del Guadiana. Desde un punto de vista hidrogeológico, también es discutible identificar al Guadiana Alto como el tramo superior del Guadiana.[3]

Lo dice la Wikipedia… Yo he descubierto recientemente personas Guadiana.. y estoy segura de que leyendas precisamente, no son..

Soñando desvarios

Anoche soñé que estaba allí.
Con viento, con olor a mar. El aire salado lo cubría todo.
La luz me hacía entrecerrar los ojos, era demasiada claridad para ellos, empezaron a lagrimear. Podría ser una excusa.
Anoche soñé con mariposas, me llevaron volando hasta allí.
Llegué sin maletas, pero acompañada.
La sensación de felicidad era equiparable a la sensación de miedo.
Pero cinco dedos, agarrados a uno solo de los míos, ahuyentaron el miedo, y reforzaron la felicidad.

3º Bloque GAAA y velas

Después de ir y venir, con las agujas, tejiendo y destejiendo, lo he acabado.
Cuando coso un quilt, siempre pienso en positivo, en cosas bonitas y alegres para infundir a la labor que tengo entre manos, buena vibración.
Me estoy dando cuenta de que es probable que esta Afghan solo sirva de decoración, porque la mala energía se me despierta cuando empiezo a tejer y a darme cuenta de los fallos, de los cruces al revés, etc etc…
Así que voy a pararla un fin de semana, ponerme en estado Zen, mientras tejo calcetines o eslabones y la retomo la semana que viene con la energía cambiada.
En otro orden de cosas, ayer se cumplieron 5 años, un lustro, desde que abrí este blog.
Para celebrarlo me he propuesto estar posteando cada día de este mes de Junio, y de ahí que esté tan escritora. Y voy ayer, y lo olvido.. en fin, que pasará el tiempo, y yo seguiré igual.
Cinco años, casi nada… casi todo…

Muñecas de princesa

Llevo varios días con dolor de muñecas. Es algo normal en mí. Me duelen hace mucho tiempo. Al parecer tengo mal no sé qué túnel dentro de ellas. Me parece raro que con lo pequeñitas que son, ahí quepa un túnel. Lo he comentado con amigos, y me dicen: ah sí claro, el túnel.

Me recomiendan pasar por el quirófano. A mí me da cierto reparo.
Me da miedo no volver a salir como entré.
Me produce angustia pensar que el dolor en lugar de remitir, aumente, y que luego me limite los movimientos. Me impida tejer, por ejemplo.
O lo que es más importante, que después de dejar que me abran el venturoso túnel, me vea incapacitada para volar. Eso sí que sería una tragedia abosoluta.
Porque yo, cuando me meto en mi papel de princesa, vuelo, y para dicho movimiento, lo más importante son las muñecas, son el timón.
Con lo que me costó aprender a volar… como para ahora perder esta habilidad.

Brillando

De un tiempo a esta parte, he comprobado que me he hecho tremendamente práctica, y puede que también simple, o tal vez, lo que ha pasado es que me he vuelto tan narcisista que solo pienso en mí.
Así, soy capaz de relegar al último lugar de quehaceres y obligaciones, todas las tareas de limpieza del hogar secundarias, del coche, etc…
Si después de jornadas maratonianas de curro, soy capaz de arañar una hora de relax, lo último que pienso es en ponerme a limpiar los cristales del salón.
Con el coche es otra historia, limpiarlo el viernes, para llevarlo de nuevo a LaObra el lunes, me parece una total pérdida de tiempo. Aún así, sucumbo a dejar en buen lugar la imagen de niña perfecta que se tiene de mí por ahí, y trato de limpiarlo cada viernes.
Este viernes no lo hice. El domingo por la noche llovió. El resultado es una capa fina de barro compuesta por tierra y agua, que se queda totalmente pegada a la pintura y los cristales.
Ahora está reseca, lo que hace que el propio coche vaya desprendiendo polvo fino.
Ayer, recogí al Técnico, y cuando ví que hacía malabares para entrar y no ensuciarse, me dí cuenta de que tal vez había llegado el momento de dedicarle 3e y unos minutos al coche.
Hoy llegué a LaObra, y mi encargado (este señor portugués que me cuida tanto), me dice: meh preishtas lash llavesh de tu coche, que lo cambio de sietio?
Cuando he ido a coger el coche a la hora de comer, estaba brillando.
Si es que tengo un encargado que no me lo merezco.

Eslabones tejidos

Hace tiempo que ví este proyecto en la portada de algún libro perdido por ahí..
En mi cabeza le dí vueltas a la manera de hacerlo, pero no fue hasta este fin de semana que me puse manos a la obra, digo, a las agujas.
Gracias a mi amiga LaAlemana empecé a montar eslabones, y a unir unos a otros.
Es sencillo, y rápido.
Empecé el sábado, y a eslabón por día tengo ya como cinco.
Estoy utilizando restos de mis lanas de calcetines, de momento en tono verde, no sé si seguiré así. Porque conocida es mi afición a tejer calcetines hasta la rodilla, y entonces los restos no llegan a ser hebras de más de medio metro.. y con eso, eslabones chicos me saldrían.
Sigo tejiendo eslabones, intentando buscar el que está perdido, y que es imprescindible para que esta cadena de sucesos y hechos, tenga algún sentido.
Mientras sigo leyendo a Punset, y maravillándome y horrorizándome a partes iguales ante el descubrimiento del córtex frontal, del funcionamiento de los neurotransmisores, y de las acciones increíbles de la serotonina, la dopamina, etc..

Próxima estación: Verano

Faltan pocos días para que de forma oficial llegue el verano.
Los días ya son largos, las tardes invitan a siesta en la arena o en el césped, aunque yo las pase sobre-dosificándome de café, para no morir de un ataque de narcolepsia frente a este teclado, o lo que sería peor, en medio de un palet de bloques.
Parece que la Primavera pasó sin ser, solo algunas flores dieron acuse de recibo de su llegada; el césped también aportó su pincelada de color para hacerse paso entre tanto gris del invierno.
Marzo terminó temerario. Abril me dejó lastimada. Mayo me adormeció, tanto que ha pasado casi sin sentirlo.
Y llegó Junio, y esta primavera sigue dejándome en estado cuasi-catatónico, como si quisiera pasar sin que yo me diera cuenta. La rutina sigue imponiéndose de forma implacable, haciéndome trabajar jornadas demasiado largas. Mientras tanto, yo intento luchar contra ella. Contra la rutina, contra la Primavera, y contra el tiempo que pasa implacable, robándome demasiadas cosas.