Ya llegó la primavera en unos grandes almacenes,
el último neón centellea
mientras media ciudad aún duerme.
Madrid despierta perezosa,vuelven las putas a sus guaridas.
Unos esperan en casa, otro se ata a su rutina.
Ya llegó la primavera/Ismael Serrano
También la primavera llegó a mi casa, y la puerta de la entrada es buena prueba de ello.
Para conseguirlo, no tuve más que pasarme por unos grandes almacenes de nombre Michael’s. Vine cargando con la corona, y las florecitas sueltas, y casi antes de que terminara de deshacer la maleta, estaba montando la corona, me podía la impaciencia por verla colgada.
Pequeñas cosas que decoran, alegran y me ponen un puntito de alegría.
Mi primavera particular lucha por imponerse en unos días en los que el tiempo no es el esperado, o tal vez sí. Porque se supone que la primavera es inestable, intranquila, variable, etc.. pues como está el tiempo, y tal vez como estoy yo.. con la sangre alterada.
El jet lag sigue haciendo mella en mí, y también las llamadas a deshoras, rememorando viejos tiempos, donde no todo fue lo mejor. Haciéndome recordar que también puedo ser algo manipuladora, algo maquiavélica, y también que sufrí, y que sufro porque las cosas no fueron como yo esperaba y como yo deseé.
La distancia a veces puede ayudarnos a hacernos olvidar, siempre se dice: lo mejor distancia de por medio.. Claro, que también puede jugar en contra, porque se puede tender a idealizar lo que se vivió, y ayudándonos a reconstruir pequeños castillos que no tienen cimientos, y que con solo un pequeño soplidito caen destruidos.
Lo único que sí ayuda, lo único que nos acompaña, y lo único que a mí me terminará por salvar es el Tiempo. Dejaré que el tiempo pase, dejaré que el tiempo llegue.
Si, la primavera aparece…
Cuando llegas tú.
Te ha quedado genial, si es que eres una artista!