Ayer, después de casi 9 años volví a adentrarme en el patio de Magisterio.
Iba a hacer unas fotocopias, con prisa, como casi siempre, y sin pensar demasiado en dónde estaba.
Pero de pronto, al bajar las escaleras que conducen al patio abierto, sufrí como una ralentización del tiempo y mis movimientos (como una escena de Matrix).
¿Cuántos años hacía que no pisaba el patio?
¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que me senté en ese banco?
El banco de la derecha era el mío, y entre estudio y estudio, entre Termodinámica, Resistencia o Economía, me sentaba en ese banco. Unas veces escribía, otras veces leía, otras.. me dedicaba a contemplar los árboles o a los demás estudiantes.
Se me removieron muchos recuerdos en cuestión de segundos, pero me sentí bien.
Es tremendamente satisfactorio entrar en ese patio sin la sensación del agobio constante y propio del estudiante, me sentí completamente liberada.
PD: Respecto a la entrada anterior, he de decir que no hay ninguna metáfora. Que realmente casi muero aplastada por un palet de bloques, pero como soy pequeña, contorsionista, y tengo unos reflejos que desconocía, he sobrevivido. Sin rasguños, y sin ninguna contusión. Estoy enterita, vivita, y coleando.
Gracias por el interés.
Me alegra saber que el contorsionismo es lo tuyo ^_^
Oye…y leyendo esos recuerdos universitarios me vienen a la memoria las horas y horas de bibliotecta que chupé mañana, tarde y noche… buajjjj… y lo mayores que nos estamos haciendo??? jejeje
Muy chula la foto de "tu" banco.
Un beso