Demasiado por sentir, poco tiempo para procesar.
El fin de semana fue como esperaba, muchas risas, mucha playa, mucho sol.. y mucha charla.
Lo que en nuestro lenguaje se llama un auténtico Akelarre, todo brujas.
Como siempre la sensación de poco, es lo que más se siente al dejar al aeropuerto.
Lunes de calor para todo el mundo menos para mí; de lágrimas, de vacío en el estómago, y de sentimientos encontrados e indefinibles.
Lo mejor para la cura del corazón: el brownie del Aguayre.
Parece que últimamente, el Aguayre y su terraza son mi refugio, como todo lo que envuelve el apartamento nº4.
el aguayre??? es una cafeteria, porque como sabras pa’lla voy en septiembre y a mi un brownie de esos no se me escapa 🙂
pero que rico se ve ese postre mi violeta!!! gracias por tu llamada me ha inspirado y hoy voy a escribir de ti 🙂
Violetazul, pica en las palabras “noodle con piña y cacahuete” que estan en verde y veras la receta. Esa super cafeteria no me la pierdo!!!
Si recuerdas, hay una canción de Ismael Serrano en la que habla de una ocasión en la que había sentido verdadero terror en un aeropuerto. Sin embargo, acto seguido comenta que a pesar de todo, después de las despedidas siempre habrá nuevos reencuentros, aunque sean en los sitios más insospechados…
Hmmmm…..brownie…..sera que tengo hambre….