Llegué tarde, corriendo, y perdida.
Pero ahí, en medio de la traiña que tan familiar me es, estaba él, haciendo tiempo, contando una historia para que yo pudiera sentarme y acomodarme.
Acompañado de sus amigos, esos que visten tan bien todo lo que él canta, a veces hasta siento que le quitan protagonismo en medio de las canciones, porque los trajes que les ponen son de alta costura..
Y él, más delgado, más atractivo, con menos voz, pero más intenso.
Volví a discutirle, como le dijo Luis a Pedro: chico, para el próximo cúrratelo un poco… pero su trabajo ahí está, y sus hits son indiscutibles.
Volvimos a recordar la primera vez que Vino del Norte, cuando tuvo miedo por el Vértigo que sintió, y refrescamos historias como la de aquella Extraña pareja.. Volvimos al km.0 porque sabe que en ese punto, no me quedan escudos..
El señor Bergia nos deleitó con uno de sus últimos temas, y nos dio tiempo para mirarnos de cerca, de lejos y con un poco de perspectiva.
Nos despedimos en medio del ruido, y nos volvimos a prometer amor, yo me comprometí a seguirle, y él a seguir haciendo canciones..
Veo que me ha puesto los cuernos contigo pero esta vez se lo perdono….
Ahora nos falta la crónica de Adijirja
Besos
que bonito! que envidia! que delicia! felicidades! abrazos
Mmmmm! Veo que te ha enamorado tanto como a mi… Me pareció un concierto muy bueno, entretenido, aunque algo nostálgico, quizás. Qué opinas de que tocara la mitad del último trabajo y la mitad del primero con lo ha llovido entre uno y otro??
Es la cuarta vez que lo veo en directo y… no me canso de escucharlo.
Por cierto, Bergia, genial. Que pena que este hombre tenga tan escaso reconocimiento. Yo estuve en un concierto suyo en el Esdrújulo y me encantó. Sus discos son muy particulares, pero no dejan indiferente.
Por Zeus… qué hambre… hasta me he comido un “que”… 😉