Después de un fin de semana, donde se me hincharon los ojos de tanto leer, decidí que sería buen momento, para poner mis pensamientos en estado off, y dedicarme a tejer.
A veces, debo hablar menos, pensar menos aún, y solo dejar que mis manos hagan. Ellas también hablan a su manera, y a veces, lo hacen bastante bien.
Sara, llegó al mundo hace un poco más de mes y medio. Tengo unas ganas tremendas de conocerla. Actualmente vive en Toulousse, pero mañana estará en Gran Canaria, por un tiempo indefinido. Tengo el firme propósito de verla mucho, a ella, y a la mamá, claro.
Nunca me ha llamado la atención, tejer para bebés. Algo está cambiando, porque de pronto todos los patrones me llaman la atención. En casa tenía Katia Mississippi matizada, y un patrón Little girl dress. Por el tamaño que va tomando, creo que Sara, lo va a lucir para la primavera.
Es fácil, y bastante ameno de tejer.
Hoy he seguido dándole forma, tejiendo unas vueltitas en Boca Barranco. He tardado un año, bueno, el difícil acceso que antes había me ayudó a no poder transitarla cómodamente. Hoy la he inaugurado, y sé que vamos a hacernos buenos amigos, ese banco de hormigón y yo.
Hoy el día está fresco, pero hace un Sol y hay una luz, que alimenta el espíritu. Aunque yo, para eso tengo las páginas del último libro de Elsa Punset, que como el anterior, no tienen desperdicio ni los espacios en blanco.
ay que mono el patron… me parece qu eel viernes tienes que llevarlo para ver si te robo la idea 😉 para el garbancito 😉
Un beso guapa!
Espera, espera… cambiaste el hilo después??? porque ese no es el merino que decías…
Por cierto, el patrón es una monada.