No sé quienes son, ni tampoco sus nombres.
Se mueven en una autocaravana, entre BocaBarranco y Pozo Izquierdo.
Deben rondar los sesenta años. Calzan Crocs, y un moreno típico de los que se mueven con las olas.
Otean el horizonte y se comunican en una especie de alemán-francés.
Ella en alemán, él en francés.
Comen mucha fruta, y también beben mucha agua.
Se sientan uno al lado del otro y se terminan de comer cada uno su manzana.
A los pocos minutos, cuando ella ha terminado, y a él le quedan solo unos mordiscos, ella se levanta y llega hasta su casa con ruedas. Coge algo, y vuelve a sentarse a su vera.
Cuando él ha terminado su manzana, se miran, y entonces ella saca lo que ha ido a recoger: unos cuadraditos de chocolate.
Se miran con infinita ternura, se miran con un grandísimo amor. Comparten el chocolate, y si los miras mucho, les ves sonreír con los ojos, diciéndose todo aquello para lo que las palabras son insuficientes.
Yo, desde mi coche, detrás del cristal, los observo.
Eso es lo que quisiera, arrugarme junto a alguien, donde los silencios estén llenos de gritos.
Es genial!!! Los silencios dicen mucho más que cuando hablas…pero la confianza tiene que ser enorme. Me recordaste a una pareja amiga de mis padres que vino desde Alemania a Canarias, porque decían que esto era el paraíso.
Besootes
Que bonito Violetazul.
Yo creo que todas buscamos eso.
un beso!
Si señoras y señores esto es lo que muchos deseamos y no conseguimos, pero tambien los hay que no lo aprovechan y lo dejan escapar, que bonito amiga verdad???yo tambien lo quiero
yo conozco a una pareja que se enamoraron con los ojos! si, si, el inglés y ella española y no entendian nada de lo que se hablaban , pero decian que se hablaban con los ojos!!!
hace años que se casaron, y deben estar en algun hogar con ruedas 😉
Yo también conozco algunas historias así… en el fondo, creo que todos o casi todos es lo que deseamos encontrar.
Besazos!
Acabo de leerle tu post a L. Y se nos ha quedado la sonrisa grapada. Gracias 🙂
Asi seremos P y yo con sesenta. Con J independizado. Con manzanas, chocolate y ternura. Pero sin olas…