Por fin esta mañana parece que ha llegado el verano. Se siente el aire seco, y algo templado.
Sé que la mayoría de la gente odia esta temperatura, y este ambiente, pero yo, que siempre tengo frío, que siempre tengo una chaquetilla en el coche.. agradezco que por primera vez en casi todo lo que va de año, pueda salir a la calle en mangas de camisa.
A la derecha, la foto del remedio mágico para después de unas cuantas horas de acolchado.
Ahora mi dedo está curado de las miles de picaditas producidas por la aguja de acolchar, pero ayer tuve un pequeño accidente.
Estaba acolchando mi Log Cabin gigante. Realmente mis máquinas de coser tienen una curiosa relación conmigo, o yo con ellas, que también puede ser. Con la Janome, es como un amigo de niños, nos conocemos hace algunos años, y ha sido una relación intensa, con lo cual nos entendemos con solo tocarnos. Con la Bernina, es diferente. Hay una intención, y una especie de entusiasmo cada vez que nos vemos, pero desde las primeras puntadas surgen los primeros roces, y así no terminamos de entendernos, tanto es así, que ayer mientras acolchaba con el BSR, me cosí el dedo. Así mismo, el dedo índice de la mano izquierda, además qué me pinché varias veces, y como que tardé en reaccionar. En el momento fue desagradable más bien, pero ahora es bastante doloroso. Siempre caigo en la misma conclusión: pequeñas heriditas reales o virtuales, que duelen más que un bofetón. ¿Cómo algo tan aparentemente insignificante puede doler tanto?.
El acolchado libre a máquina, sigue resultándome una tarea muy difícil. Primero empecé a hacer unas pequeñas ondas, cuyo resultado me espantó, porque no me quedaba bien, y porque tampoco le encontraba mucha concordancia con el diseño. Luego probé con unas espirales, cuyo resultado fue aún peor que el anterior. Total, que saqué la máquina tres horas y estuve descosiendo casi dos. Pura frustración.
Finalmente, me decidí por el acolchado libre pero en recto, en lugar de curvas, y el resultado me gustó más.
Me voy dando cuenta de cuáles son mis preferencias a la hora de realizar este trabajo. En cuanto lo termine, me haré una listita de mis tips para acolchar a máquina.
Y por fin en unas horas, voy a estar hablando hasta por los codos con my girlfriend.
Vaya! eso tiene que doler… No sé si alguna vez me dedicaré a “quiltear” pero procuraré hacerlo con guantes de boxeo! De cualquier modo, igual sí que empiezo, porque me dan mucha envidia tus labores. Haces unas cosas muy lindas y el patch es una de mis asignaturas pendientes. Espero que disfrutes de la compañía de tu amiga.
¡Qué dolor! Eso es lo único que me desanima a la hora de intentar bordar con mi máquina, el riesgo de coserme el dedo. ¡Cúrate pronto! Besos. Mabel.
Estoy contando los minutos para volvernos a ver y te aseguro que te olvidarás del dedo lo que te dolerán serán los oidos y la mandibula de reirte. Alguna de las anécdotas serán contadas………..un besote y hasta pronto girlfriend.