Pero.. ¿qué es esto??

Son las 7:34 AM, estoy en la oficina de mi nuevo trabajo.
Y toda la tranquilidad de esta hora se ve interrumpida por una música: Salsa, no sé quien canta, mis neuronas no identifican al cantante.
Son las 7:35 AM, a esta hora los altavoces no deberían funcionar, sin embargo el volumen de éstos es más que alto.
A esta hora lo único que suelo escuchar, es algún himno militar, dada la cercanía de mi puesto de trabajo con el último destacamento del Ejército en este lugar.
¿Quien puede tener energía y ganas como para escuchar esta música a este volumen a estas horas de la mañana?
Desde luego , yo no.

Ocupadísima

Desde ayer por la tarde, y después de una semana de capa caída, con la ilusión magullada.. Mi amiga, compañera de viajes, de alguna batalla, de noches sin dormir.., me dio la lección y la encomienda más importante de los últimos meses.
Delante de unas papas con mojo, y un plato de chipirones, me miró seriamente, ante mis continuas quejas sobre el maltrato general que algunos sentimos que nos da la vida, y me soltó la frase:

Busca tu agujero,
porque a tí tu felicidad
se te está yendo por algún lado
Y desde entonces, ando reconociéndome para encontrarlo.
La primera conclusión: no tengo un agujero, a simple vista tengo varias fugas.

A veces..

Algunas veces vuelo
y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo,
algunas madrugadas me desvelo
y ando como un gato en celo
patrullando la ciudad
en busca de una gatita,
a esa hora maldita
en que los bares a punto están de cerrar,
cuando el alma necesita
un cuerpo que acariciar.
Algunas veces vivo
y otras veces
la vida se me va con lo que escribo;
algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo
que te arañe el corazón;
luego arrojo mi mensaje,
se lo lleva de equipaje
una botella…, al mar de tu incomprensión.

Que se llama soledad/Joaquín Sabina
Y sigo buscando el adjetivo que defina exactamente lo que pienso, lo que siento, lo que coso, o…. lo que escribo.

El meme

Tengo los ojos algo hinchados, necesito dormir algo más, y un gusto a dulce en los labios que me hace sonreír.. debe ser el desayuno de ayer.
Y por delante cinco día de trabajo, que prefiero no pensar.

De María me ha llegado este meme, 8 cosas sobre mí:

– Me encantan los perros, desde Trufo, me resulta imposible no vivir con al menos uno, y sueño con una casa grande y jardín para tener al menos tres. En oposición, no me gustan los gatos, me dan miedo, bueno más que miedo es pánico, aunque la foto que ha puesto María de Teddy, es ciertamente adorable.- Me gusta cocinar, si alguien además de mí, va a degustar el plato, si la comida es solo para mí, lo resuelvo rápidamente cortando dos tomates y poco más.- Me encanta estar bajo el agua, desde que hace un poquito de buen tiempo me voy corriendo a remojarme, lo haría todo el año si pudiera soportar el frío.- Me resulta imposible vivir sin música. Cada mañana en mi cabeza suena alguna canción, y no estoy tranquila hasta que la escucho en el IPOD. En mi cabeza siempre hay música.- Cada mañana necesito al menos dos horas de soledad, me resulta imposible despertarme y empezar a hablar. Necesito despertarme lentamente, por eso siempre escojo empezar a trabajar antes que todo el mundo, no soporto el ajetreo de llegar todos juntos y empezar a hablar.- Cada noche, tengo que leer algo, soy incapaz de conciliar el sueño si no leo.- Me gustan los sábados de sofá, peli y patch. Con una porción de Lemon Pie y varias tazas de Chai Latte, se han convertido en una especie de ritual adictivo que repito casi cada finde. Me gustan sola, pero de vez en cuanto agradezco la compañía.- Me encantan las velas, desde que entro en casa enciendo alguna.Pues ahí está. Yo lo paso, y que el que me lea que lo haga, si le apetece, claro!.

Cuidándo-me

Un día de fiesta, se supone que para celebrar la Comunidad.. El día de Canarias. Lo más fiesteros y “canarios”, decidieron ataviarse con la ropa típica de antaño y dirigirse previa ingestión de algunas copitas de vino, al baile de Taifas. Aún no me siento tan de aquí (aunque lo soy por los cuatro costados), como para vestirme con esas ropas sin sentirme disfrazada, así que no puedo hacer un reportaje sobre el tema porque simplemente no estuve.

Yo me dediqué a cuidarme por dentro y por fuera en este día. Leyéndo a Cortázar, cuidándome con unos espaguettis con anchoas, y regándolo con vino blanco.

Hace algún tiempo Xinapatch preguntaba en su blog cómo acolchábamos. Ya sé que hace mucho mucho de eso, pero es que justo ahora es cuando he podido hacerle una foto a algo que estoy acolchando. Es para un cojín, lo compré este año en Chicago, viene ya marcado. Estoy acolchándolo con hilo de algodón matizado en colores rosas, de la marca King Tut, estoy ya acabándolo, y realmente me ha gustado mucho hacerlo.

Dejando de lado los motivos

Dejando de lado los motivos,
atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Instrucciones para llorar/Julio Cortázar
Porque hay días que hasta para llorar necesito instrucciones, sobre todo después de tanto tiempo.

Nostalgia de lo que no fue

Cuando el domingo por la noche, sientes que sigues necesitando otros dos días para recuperarte del cansancio acumulado, y encima en tu cara no hay una sonrisa, eso es una malísima señal..
Es señal de agotamiento, de cansancio, y de pensar más de lo que se debe.
Así ha sido este fin de semana. Me duelen las ideas…
Aunque es cierto, que no puedo echar por tierra todo lo concluído.. Se terminó el libro, y me dí cuenta de que yo también conocí a Fukuda, o al menos a alguien que se le parecía mucho; así que para parecerme algo más a la niña mala, aunque no me atreva a decirlo abiertamente, sigo esperando un pichiruchi, que aparezca cuando menos me lo espere, y que me diga que nada tiene importancia.
Estos días, estoy ñoña, y aunque Troylo siempre me presta sus orejas, y my girlfriend casi siempre está y tiene razón… sigo echando de menos otra cosa. Pero no lo voy a pensar más, ni a decir, ni a soñar siquiera, porque de echarlo de menos voy a pasar a ansiarlo, y esa sensación ya me la conozco y no me gusta.

Y de pronto suena el teléfono:

– Sí??
– Soy yo, tu pasado inexistente.
– Ah! bien.
– Es que estaba pensando y recordando todo lo que no fue.
– Ah! bien.
– Es que pudo haber sido bonito.
– Ah! bien..
Y así horas, porque ya no puedo decir otra cosa, ya no me salen las palabras, ya no siento las frases, y mi cabeza (a la que en estos casos adoro), ha reseteado, ha borrado la melancolía y la nostalgia. Con lo cual, aunque lo que no era se empeñe, ni siquiera puedo imaginar lo que pudo haber sido.
Al menos siempre, me queda la música:

Ha salido el sol y esta mañana
no cabe más luz en mi colchón
he encontrado cerca de la almohada
el deseo de que duerman dos.
Y aunque el tiempo mueva nuestros hilos
y no encuentro forma de llegar
voy comiendo piedras del camino
todo por seguir en el andar
si tu cuerpo gira mis sentidos
y me ofrece un trato de favor
puedo hacer de esta canción olvido
y escribir un libro entre los dos.
y.. gira, gira.

Gira/Jesús Garriga

Siempre tengo un sitio en medio de los acordes de una guitarra, y entre mis hilos y las telas.
Mi Tara’s Garden ya está terminado, en su primera fase, me toca ahora aplicar, y sacar todos esos papelitos. Le voy a cambiar el nombre. Mi miniatura va a llamarse: Girando-te.

Caprichitos

Tu caricia no me afecta,
yo la puedo tolerar,s
in mover una pestaña,
sin parar de controlar
cada cosa que digo,
ningún gesto de más,
de lo que pase aquí dentro
no te vas a enterar.
Ya no más de tu vaivén,
no ves que ya está,
no tiene revés.
Ya no puedo recobrar
aquella emoción.
Se desdibujó.

Vaivén/Jorge Drexler

Con unos zapatos así quien me va a parar????

Aprendiendo a desaprender

De pronto el tiempo se enloqueció, y decidió que a mí no me dejaría ni un ratito de tranquilidad para poder decir: mi tiempo.
Ya van dos semanas en el nuevo sitio. Tendré que buscar un nombre para denominar mi nuevo estatus (ni tiempo de pensar…) De momento el balance sigue siendo positivo, aunque creo que aún no tengo el tiempo suficiente como para emitir un juicio acertado. Me siento segura, y aprendiendo en cada suspiro.
El fin de semana, nos regaló sol, mucho sol y ese calorcito que me hace sentir bien. Tres días de baños de Sol, algún baño de mar, y otros tantos de agua clorada de piscina, pero que se agradecen de igual forma. He intentado sacar algo de tranquilidad para coser, y mi Tara’s Garden ya va teniendo forma.
Solo falta añadir los cuatro últimos hexágonos y ya podré empezar con la tarea del aplicado. Tengo que ir pensando donde voy a colocar mi primera miniatura. Aún tengo otra esperando en el armario para meterle la tijera. Tendrá que esperar…
Ando estos días algo alborotada. El motivo no es otro que la lectura de una recomendación de Marthita: Las travesuras de una niña mala. En verdad que es un libro como pocos, y por eso lo ando disfrutando en cada palabra. Mi teoría de la supervivencia sigue vigente y de momento, apoyada con este libro: para sobrevivir, hay que dejar fuera el amor, enamorarse es la perdición de todo ser humano, y para ello lo primero que hay que hacer es separar el sexo del amor. Estoy en la página 215, a menos de 100 páginas del terminar.. seguirá siendo válida mi teoría al final?
Mi cabeza, sin casi tiempo sigue yendo y viniendo. Después de caerme y levantarme, se hace difícil volver por los mismos sitios y no cometer los mismos errores, esos que casi por inercia cometo siempre. Puede ser que por una vez, esté aprendiendo la lección. Me doy cuenta de que me resulta más fácil aprender a resolver una integral triple que a vivir sin dejarme la vida en ello.