Nostalgia de lo que no fue

Cuando el domingo por la noche, sientes que sigues necesitando otros dos días para recuperarte del cansancio acumulado, y encima en tu cara no hay una sonrisa, eso es una malísima señal..
Es señal de agotamiento, de cansancio, y de pensar más de lo que se debe.
Así ha sido este fin de semana. Me duelen las ideas…
Aunque es cierto, que no puedo echar por tierra todo lo concluído.. Se terminó el libro, y me dí cuenta de que yo también conocí a Fukuda, o al menos a alguien que se le parecía mucho; así que para parecerme algo más a la niña mala, aunque no me atreva a decirlo abiertamente, sigo esperando un pichiruchi, que aparezca cuando menos me lo espere, y que me diga que nada tiene importancia.
Estos días, estoy ñoña, y aunque Troylo siempre me presta sus orejas, y my girlfriend casi siempre está y tiene razón… sigo echando de menos otra cosa. Pero no lo voy a pensar más, ni a decir, ni a soñar siquiera, porque de echarlo de menos voy a pasar a ansiarlo, y esa sensación ya me la conozco y no me gusta.

Y de pronto suena el teléfono:

– Sí??
– Soy yo, tu pasado inexistente.
– Ah! bien.
– Es que estaba pensando y recordando todo lo que no fue.
– Ah! bien.
– Es que pudo haber sido bonito.
– Ah! bien..
Y así horas, porque ya no puedo decir otra cosa, ya no me salen las palabras, ya no siento las frases, y mi cabeza (a la que en estos casos adoro), ha reseteado, ha borrado la melancolía y la nostalgia. Con lo cual, aunque lo que no era se empeñe, ni siquiera puedo imaginar lo que pudo haber sido.
Al menos siempre, me queda la música:

Ha salido el sol y esta mañana
no cabe más luz en mi colchón
he encontrado cerca de la almohada
el deseo de que duerman dos.
Y aunque el tiempo mueva nuestros hilos
y no encuentro forma de llegar
voy comiendo piedras del camino
todo por seguir en el andar
si tu cuerpo gira mis sentidos
y me ofrece un trato de favor
puedo hacer de esta canción olvido
y escribir un libro entre los dos.
y.. gira, gira.

Gira/Jesús Garriga

Siempre tengo un sitio en medio de los acordes de una guitarra, y entre mis hilos y las telas.
Mi Tara’s Garden ya está terminado, en su primera fase, me toca ahora aplicar, y sacar todos esos papelitos. Le voy a cambiar el nombre. Mi miniatura va a llamarse: Girando-te.

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