No me puedo creer que haya pasado ya un mes desde que vi “Café con aroma de mujer”. Si amiga, una novela de manual.
Empecé a verla a finales de enero, cuando se me terminó la Reina del Flow 2. De esa te hablo en otro momento.
Cuando se me acabó ésta, tenía yo todavía ganas de un poco más de Colombia. Y novela, café y Colombia, me pareció un combo infalible. Y ciertamente lo fue. Porque hay momentos en la vida, en los que una solo necesita un buen café y una buena novela. Y dime tu, si esto no es justamente lo que me estaba pidiendo el cuerpo.
Hubo una época en la que rechacé por sistema muchas de las cosas que me gustaban porque tenía miedo del juicio externo, el rechazo, y todo lo que eso llevaba. Luego me liberé y volvía a las novelas, a Sálvame, a Boris Izaguirre y a Belén Esteban. Y mira, ya lo digo y me da totalmente igual lo que opine el resto. Me gustan y lo veo. Y así con algunas series también. Me tragué los ciento y pico capítulos de la Reina del Flow, y viva Charly.
Recuerdo haber visto algún capítulo suelto de la primera versión de esta novela, pero la verdad no me acordaba de nada, más allá de la cara de la protagonista.
La prota es Gaviota, y le han dado una fuerza y una personalidad que a mi, desde luego, me ganaron. Es una novela, pero no es un dramón. Está bien llevada y bien conducida para lo que somos ahora. No tiene reguetón, pero las canciones, son las de toda la vida, y eso también atrae.
Los personajes están muy bien, todos tienen su papel y su importancia. De todos me gusta algo, hasta del malo malísimo, que tiene una forma de hablar, que a mi, personalmente me pone de buen humor. Su frase de: hable deprisa que se me quema la arepa, me hacía el día cada vez que la escuchaba.
El galán es Sebastián, que aunque en algunas escenas se queda como si no le llegara el riego, y necesitara, a mi parecer un poquito más de sangre, se lo perdonamos porque el hombre está muy aparente. Aquí es donde tengo que decir: ¡que viva Cuba!
Pero la que me conquistó de todas todas, es la Señora Carmensa. La madre de Gaviota. ¡Que señora más bien traída a escena! En su sitio, y sin decir demás, pero tampoco de menos.
Ahora, lo que más me atrae de toda la serie es el café, desde luego, no sé cómo no acabé tomando dieciocho tazas de café al día. Cada vez que veía a los protagonistas tomando café, y era algo que hacían mas de dos y tres veces por capítulo, me daban ganas de encender la cafetera.
Si no la has visto, te la receto. Y luego, nos tomamos un café y comentamos.
Uy, yo ya me trague la segunda temporada de los Bridgerton este finde.
Y estoy por leerme las novelas, mira tú.
No debería engancharme a ninguna otra serie de netflix, que te digo que empiezo y no sé dosificar. Hasta que no llegue a tu nivel planificación y agende que tiempo le puedo dedicar a netflix, mejor solo miro películas.
Uy! dale con la lectura de los Bridgerton!!! Yo me leí el primero, y por ahí tengo los siguientes. Tengo que decirte que me gustó más el libro que la serie.
Agendar y controlar el tiempo que pasamos en Netflix es un must, para que no se nos vayan las horas.
Cuando quieras café y novela, abre la ventana y da un grito, estoy en la isla de enfrente