Este es Troylo, ya conocido por casi todo el mundo. Lleva conmigo desde abril del 2006, después de que Trufo dejara un hueco imposible de llenar.
Cuando me fui a vivir a Gran Canaria, y ante el horario terrible que tenía, se quedó en casa de mis padres, aquí en Fuerte. Dos años han pasado hasta que he vuelto. Mi intención era traerlo de vuelta a casa, cosa que no le pareció adecuado a casi nadie; a mis padres porque ante la llegada de MyLittleButterfly, la expectativa de convivir bebé y perro no les parecía oportuno, y a Troylo porque cambiar un territorio de más de 200 m2 con compañía perruna (Curro), por uno de poco más de 65 m2 y compañía humana, no le terminaba de convencer. Así que las cosas quedaron como estaban, y Troylo sigue en casa de mis padres.
El jueves, y sin aún tener ni medio claro qué fue exactamente lo que pasó, desaparecieron, tanto Curro como Troylo. Curro apareció el viernes por la mañana en la calle, hay que tener en cuenta, que la casa de mis padres tiene tres plantas, y que Curro, que nosotros hayamos visto no tiene aún alas. Estaba en la puerta de la calle, sano y salvo. De Troylo no había ni rastro.
Pesquisas varias, investigaciones precisas, y preguntas por doquier, nos llevaron hasta la casa de un vecino al que aún no le he visto la cara, (y ganas cero de hacerlo), y que cuya pareja incurrió en algunas contradicciones en su explicación, pero tuvo a bien abrirme la puerta del piso en cuestión, para que seis horas más tarde volviera a tener a Troylo conmigo.
Seis horas… La situación fue completamente distinta a la vivida hace cinco años con Trufo, sin embargo, es imposible dejar de lado la angustia, la aflicción, y la tristeza que provoca la incertidumbre.
Una vez que ya estaba de nuevo en casa, hemos tomado medidas, para que no vuelva a pasar situación semejante, y yo por mi parte he vuelto a los largos paseos acompañada de los dos trastos caninos.
A veces, el método es drástico, pero las consecuencias son las mejores.
Supongo que aprovecharon un descuido y se piraron los dos a explorar la zona, lo que si es verdad es que en esas horas se pasa fatal y la angustia de no saber que ha pasado y donde están es terrible.
Menos mal que todos quedó en un susto, con misterio si, pero ya pasó.
Un besito 🙂
como te comenté a nosotros nos pasó cuando el nuestro tenía poco tiempo …. llamé hasta la policía que me decía ¡señora ¿que quiere que hagamos, que pongamos una patrulla para buscar a su perro?! ains .. que angustia …
al final medio barrio movilizado y a las pocas horas le teníamos de vuelta en casa de su excursión por la ciudad.
a saber donde estuvo, a saber porqué se fue y que hizo, pero espero que no vuelva a hacerlo …
Así que me alegro montones que estén los dos de vuelta en casa y que tomaran las medidas para no volver a pasar por ello reina!
bss
SIONA
Te comprendo, sé lo que es perder a una mascota (en mi caso, en circunstancias más trágicas) y dejan un vacío que cuesta mucho, muchísimo, llenar. Me alegro de que los encontrarais y de que vuelvas a disfrutar de esos paseos, que ahora en tu estado te van a aprovechar mucho.
Mis pequeñas Lucy y Tara también viven con mis padres; a Tara iba a llevármela conmigo cuanBdo me casé, pero no pude porque los dos trabajábamos fuera y no nos podíamos hacer cargo de ella. A ver cómo se portan cuando nazca mi Garbancito…
Besotes.
Esos nervios no te convienen nada… pero, afortunadamente, ha sido final feliz.
Me alegro!
Un beso
Me alegra que al final todo se quedara en un susto Vi. Cuidate mucho, que los sofocos no te sientan bien 🙂
Me alegra sabes que regresaron contigo tus amados caninos; situacion parecida me ocurrio con mi amada Mina una gatita, mi angustia era porque la habia acostumbrado a estar en casa y un dia ya no aparecio hasta que a la semana regreso y fui feliz nuevamente…la adoro…
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Un saludo!!