Espero que estés tranquilita en casa, con los que más te importan, y con los que quieres que te cojan la mano o te den un abrazo, en los momentos en que todo se pone color hormiga. En los momentos de confeti también.
Este año he valorado mucho la gente que me rodea que está cuando el confeti. Casi tan importante como cuando necesitas que te sostengan. Si cuando te pasa algo que celebrar tienes varios números de teléfono a los que acudir, considérate muy afortunada.
Quiero aprovechar el día y el momento para desearte un puñadito de estas personas con las que reír, y bailar. Con las que hacer bromas y con las que entenderte con solo mirarse.
Quiero desearte salud, y ganas de mantenerte sana. Motivación para comer bien y moverte cada día. Que tengas siempre la mente clara y sepas aprovechar esos momentos cotidianos que son un regalo. Que hayas encontrado ese rincón del mundo donde eres feliz. No eufórica. Solo feliz, y plena.
Hoy te dejo aquí mis mejores deseos para estos últimos días del año, y toda la ilusión de los principios para el que se viene.
Nos seguimos leyendo. Nos seguiremos acompañando.