Lo recibí el jueves. Lo metí en la bolsita junto con una madeja de Malabrigo (me encanta este nombre), para el fin de semana que se avecinaba.
El viernes a última hora del día, no me pude aguantar más. Busqué un patrón que no necesitara demasiada cantidad de lana, (solo tengo un ovillo de malabrigo, cosa que voy a solucionar en breve), y empecé a montar puntos.
La delicia de tejer una lana así, quedó contrarrestada con la dificultad del patrón y sus “nupps”, con los que todavía me peleo.
A partir de ahora solo pienso en Malabrigo, de todos los colores, creo que nunca había tejido nada tan suave.
Así con la boca chica lo voy a decir, creo que me he enamorado de esta lana. Que no me oiga el Merino, ni la Katia Mississippi a los que había prometido amor eterno..
Uii, la primera vez que hice un nupp fue precisamente en un taller de Nancy Bush y los odié. Pero luego me atreví con su libro y una lana tipo Malabrigo y me quedé enganchada! Ánimos que seguro que que el resultado quedará precioso.