“.. Como esa extraña sensación de cuando estás en la playa hace calor. De repente te entran ganas de darte un baño. Te levantas de la toalla. Te acercas al agua. Te metes dentro. Pero el agua está fría. A veces muy fría. En ese momento, hay quien lo deja correr y vuelve a tumbarse a soportar el calor. Otros, en cambio, se sumergen. Y tan sólo estos últimos, después de unas cuantas brazadas, alcanzan a saborear hasta el fondo ese gusto único y un poco extraño de libertad total, hasta de sí mismos….”
Por esta y otras tantas reflexiones como esta; por las múltiples referencias a Damien Rice y a Robbie Williams… merecen ser leídas sus 680 páginas.
Muchacha, que velocidad para leer!!! jaja, yo me lo leí hace un par de años; lo devoré, para lo gordo que es, me daban las tantas leyendo, y sí, me gustó, aunque lo vi un poco fantasioso, pero teniendo en cuenta el público mayoritario al que va destinado, es lógico.
un beso!
Lo tengo anotado en mi lista, espero que me guste tanto como a tí.
Por lo que veo, el Moccia este te ha enganchado de lleno… 🙂