“…. Al hablar del lenguaje en los homínidos, estamos confrontados, pues, a un sistema binario de ceros y unos, como ocurre con los ordenadores. Y con un sistema binario es muy difícil matizar. Funciona a las mil maravillas par decir . Pero no puede ir mucho más allá. Cuando los homínidos quisieron expresar sutilezas y matices propios de la conciencia, recurrieron enseguida a las artes plásticas o a la música. Y prueba de ello son los vínculos establecidos entre el lenguaje gestual, el primero utilizado durante centenares de miles de años -al que regresan los que han perdido la capacidad de hablar-, el lenguaje hablado y la música. Que ésta es una variante del lenguaje hablado y la música. Que ésta es una variante del lenguaje hablado lo demuestra el hecho de que determinadas diferencias en las percepciones musicales entre individuos diferentes dependen de cuál haya sido su idioma materno en la infancia.
Libro 27 (2010): Adaptarse a la marea
No es extraño, pues, que una vez más el refranero popular o el sentido común -al afirmar que “hablando la gente se entiende”- represente la antítesis de la Ciencia. El Sol no da vueltas alrededor de la Tierra, como indica el sentido común, y muy a menudo “hablando la gente se confunde”. Entre otras cosas, por la capacidad que tienen los humanos -junto a otros mamíferos- de mentir. Lo que distingue a una persona con inteligencias múltiples de un autista es su capacidad de mentir”.