Las consecuencias de Cuatro

He estado dándole vueltas a la programación que el viernes por la noche emite la cadena Cuatro.
Para los treintañeros como yo, el viernes por la noche puede ser el día idóneo para salir, con amigos, con pareja, con desconocidos.. Ya se sabe, se sale y no se sabe cómo se entra, ni con quien.
Pero también hay viernes, en los que uno se queda en casa, con una cena agradable, con unos buenos calcetines y con un quilt así mullidito como el de
Tiemposoria viendo lo que la programación no-de-pago puede ofrecerte. Entonces sintonizas con el canal en cuestión, y empiezas a ver Callejeros. El programa está muy bien y te acerca a realidades cotidianas de las que muchas veces tratamos de olvidarnos, o hacernos los ciegos. Hace unos pocos días ví uno de estos programas, trataba de los distintos tipos de adolescentes en nuestra sociedad. Quedé perpleja, desde grupitos pertenecientes al Opus, con quince años, y proclamando la virginidad hasta el matrimonio; hasta otros grupos también de quince años, tirados en el suelo a punto del coma etílico, y pidiendo desde preservativos hasta tripis a cualquiera que les pareciera que tuviera; pasando por pandilleros, skinheads, y consumidores de hachís habituales.. repito, con 15 años!.. Me recorrió un escalofrío por la espalda, pensando en lo que es la juventud en estos días.
Después de este instructivo programa, le seguía otro: SOS adolescentes. El programa consiste en una familia que pide ayuda porque no puede con los adolescentes que tiene en casa, no pueden con sus hábitos, sus malas contestaciones.. como diría mi madre, “no los meten a camino”. El programa les brinda ayuda mediante una psicóloga que se instala en casa, y les ayuda a analizar el comportamiento de la familia entera. Juro que ningún programa de Cuarto Milenio me dio tanto miedo. Es absolutamente increíble cómo los chicos se comportan, como contestan a sus padres, y cómo lo hacen una vez fuera de casa…
Pero aquí no acaba todo, después de esto emiten Nanny. El hilo conductor del programa es el mismo que el anterior, pero ahora los protagonistas son niños, desde un añito a diez, más o menos.. Si lo de los adolescentes me pareció de terror, esto ya fue indefinible: Niños que pasan horas llorando, que rompen todo, que no paran de moverse, que no escuchan, que no comen, que berrean, que se dan golpes.. incluso algunos que abren la puerta y salen corriendo!!! se escapan de casa!!! con cuatro años!!
Me quedé en casa después de esta sesión televisiva, como en estado catatónico, con los ojos abiertos como platos, acurrucada en la manta, y sin poder mover ni un pelo.
Puedo asegurar que sentí como mi instinto maternal, mi reloj biológico y todo eso, desaparecieron, sentí como se esfumaron…
Y entonces lo ví claro, Cuatro es una cadena que aboga por el envejecimiento de la población, y el descenso de la natalidad. Nos mandan mensajes subliminares (o no tanto) de lo que nos espera si accedemos a ocupar el puesto de “papá-mamá”.
Definitivamente, conmigo lo han conseguido, y ya he pedido cita al psicoanalista para poder recuperarme de este viernes noche. Y la próxima semana, me pongo a ver Dónde estás corazón… que nunca el cotilleo me dejó traumatizada.

7 opiniones en “Las consecuencias de Cuatro”

  1. :-)))))))))))))))))))

    Los mismos programas tenemos por estos lados……..
    Solo pensar en que “estos” algún día llevan las “riendas” me da terror.
    Cariños
    Karin

  2. Si, pero tambien hay jovenes “sanos”, que como dice tu padre estan en el camino, y si no pasa nada seran los que llevaran las riendas. . .
    esos no nos los muestran en la TELE, porque no da morbo, porque a la gente parece que nos gusta ver”el sang i fetge” (no se como se dice en castellano), pero que quieres que te diga colegui, sabes que trabajo en una escuela y niños como los que has descrito de verdad que no he visto !!
    y jovenes claro que si los hay que fuman porros que se meten algo, pero.. . . tampoco la exageración de los programas, así que amiga despierta el instinto maternal, que quiero SER TIA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  3. Jajajaja…Sí que da miedo…Yo también cuando veo esas cosas me planteo si algún día tendré el valor de ser madre…
    Creo que los viernes no pondré la tele por la noche.
    Un beso

  4. No debes tener miedo ser madre si eso es lo que quieres, pero te diré una cosa que escuché hace tiempo: “Yo antes tenía 6 teorías y ningún hijo,ahora tengo seis hijos y ninguna teoría”. Yo tengo dos uno de 8 y otro de 17 y te puedo asegurar que es una tarea dificil educarles, pero no imposible.Saludos

  5. Antes seguía los programas informativos en general, era anti programas de corazón (en Valencia fuimos pioneros con Tómbola). Ahora, con 32 años y dos niñas de 1 y 3 años, lo último que veo son las noticias. ¿Para qué? Me amargan el día y parte de la noche, pensando todo lo que les puede ocurrir, así que escampo las telas y los bártulos sobre la mesa, y con el sonido de fondo de algún programa rosa, me dedico a los samplers de mis niñas, que son lo mejor que me ha pasado.

    Estoy de acuerdo con la tieta, lo que vende son los extremos, en un sentido o en otro. Hay que pensar que la inmensa mayoría están/estamos en los tramos intermedios. Ah, y no descartes ser madre porque es una experiencia inigualable y que te llena de satisfacción.

  6. Ya te lo ha dicho Rosa y Sari, el morbo es lo que vende. Desde luego no pienso poner esa cadena los viernes, menuda programación tienen.
    Yo no salgo los viernes, pero no puedo dormir hasta que llega mi hija, asi que la espero dando unas puntaditas y escuchando la tele. Voy de Caiga quien caiga a Donde estas corazón, hasta la 1 que voy a la primera a ver Urgencias. No es que sea muy buen plan, pero dentro de lo que nos ofrecen es lo que más me va.

    Vuelve a poner en marcha tu instinto maternal, no te arrepentiras.

    besitos

  7. Suscribo lo que han dicho las demás, en la tele sólo nos muestran los extremos, he visto alguna vez nany y me he quedado espeluznada de ver a esos niños, pero la solución la tenemos nosotros, se trata simplemente de educarlos desde pequeños, no cuesta tanto y vale la pena, aunque ahora hay muchos padres que prefieren consentirles todo con tal de no discutir con ellos y luego ya no hay remedio.
    No te desanimes y sé mamá… si te apetece, que no es obligatorio…

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