Iba a escribir que he pasado un fin de semana estupendo, sin demasiados sobresaltos, lleno de cosas normales, como mucha playa, mucha arena, millones de letras en libros que he disfrutado, hilos entrecruzados que forman dibujos que en algún momento voy a colgar en la pared de mi cocina.
Cosas normales como una tarde noche de costura compartida y llena de charla.
Cosas normales como un almuerzo en buenísima compañía, con un colega de profesión, una colega de akelarre, y una colega de locura por la lana.
Cosas normales como una travesía en barco, corta pero estupenda, con el mejor patrón del mundo..
Iba a escribir todo eso, y decir que tal vez la perfección existe en estas pequeñísimas cosas, pero acabo de encender la tele, y veo a Dani Martín en el documental de cuatro, y entonces me paralizo, y me quedo sin palabras, y las mariposas que llevo en el cuerpo casi vuelan, y es que me gusta esa chulería que tiene, y esa pinta de macarra.. ¿¿será que va siendo la hora de ir levantando el muro??
será lo que tenga que ser, lo que tú quieras que sea…
si hay que levantar el muro y necesitas manos, sólo tienes que silbar en la noche y mi escoba irá directa allí…
pero mientras te decides, te dejo la frase de un sabio, que alguna vez me dijo: ‘la felicidad son estas pequeñas cosas’… íbamos en metro, de pie, agarrados a una barra de metal pegajoso… ya ves…
mil besos
Pues igual sí. Igual ya va siendo hora, porque esas cosas no las marca el calendario, ni el reloj. Son asunto del corazón y el corazón avisa.
Y por lo que sé(ejem) creo que en estos momento Dani Martín está libre como un taxi… Igual es el momento.
(Yo toda la vida me arrepentiré de no haber tomado el primer avión a Los Ángeles en cuanto supe del divorcio de Harrison Ford. Lo poco que tardó en encontrar a Calista, el tío… 🙂 )
De todos modos, con muro o sin él, lo realmente bueno es que tu fin de semana se haya tejido de pequeñas y maravillosas cosas, que al final son la felicidad más apacible.
(Pero quién quiere felicidad apacible cuando la perspectiva es un lío de piernas enredadas y toneladas de besos…)
Me mola todo lo que has contado (sobre todo lo de los libros) pero ¿¿Dani Martín?? Jajajajaja…
No me meto con tus gustos, para nada, hija mía, pero ese chaval me parece tan “essssaborío…”
Besos
Pues igual te viene bien un muchacho sencillo, “Descomplicado”, con las aspiraciones justas, con la belleza física justa y con mucha belleza interior, que te adore, te quiera y te respete.
Los chuleras, para las chuleras. Quien crea, cree, quien cree, crea.
Un abrazo mi niña lindísima.
Como dice el refrán “los polos opuestos se atraen” y… a ti siempre te han ido los “raritos”…. ;))