Hard work

Mi primer trabajo consistía en estudiar profundamente una máquina.
Normalmente eran máquinas que en conjunto conformaban una línea de corte de chapa de acero de diversos espesores.
Pareciera que solo hiciera falta una cortadora y ya, pero nada más lejos de la realidad.
Al menos se necesitan 33 máquinas, cada una de vital importancia para que todo el proceso sea continuo y exitoso.
Primero aislaba cada máquina, y procedía a su estudio concienzudo, para elaborar un manual específico y muy técnico, que permitiera tanto el uso como el mantenimiento de la misma.
El manual de instrucciones y mantenimiento es algo fundamental para que todo siga funcionando de forma correcta.
Hoy, me he dado cuenta de que la máquina más compleja y que más uso, no tiene manual. Yo sé usarla, pero corro el riesgo de que cualquiera que interactúe con alguno de sus funcionamientos quede paralizado ante la falta de información en situaciones que no se prevén o que son esporádicas en el tiempo.
Un mal uso de dicha máquina conllevaría una posible destrucción de la misma, o daños irreversibles o lo que ha pasado últimamente: daños colaterales.
Es de vital importancia que en esta altura del proceso, pierda (o gane, según se mire) algunos días, observando cada mecanismo en funcionamiento para poder elaborar un manual preciso y conciso que asegure el buen funcionamiento y mantenimiento del conjunto maquinal.
Así que de nuevo me pongo la bata de laboratorio, y me dedicaré a ensayar y escribir.
Seguro descubriré funcionamientos y respuestas que hasta ahora desconocía.

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