Desempolvando la memoria

Sábado víspera de San Juan. Aprovecho la excusa de la magia que dicen que tiene esta noche para pensar, y planear lo que queda del año.
Haciendo mi lista de “lo que se vaya, que desaparezca”, me di cuenta de que tengo en mi vida, demasiados flecos sueltos, historias sin concluir. Así que me conciencié y me puse manos a la obra.
No quiero volver a San Juan el año que viene, y volver a tener todos estos proyectos, más no se cuántos más (todos los que me de por empezar) sin acabar.
Sacando y estudiando mi pila de WIP’s, me decidí por el Stack’n’Wack, que llevaba aproximadamente dos años en la bolsita. El top lo hice en un fin de semana, con ayuda de una clase on-line de MiColegui. La trasera la compré en Chicago, la primera vez que estuve allí. Le he puesto un acolchado por amarres con una lana 100% algodón de color azul, matizado, que compré este año en un Walmart en Chicago. Y el binding lo compré este finde en Los Retales. Le puse una etiqueta, que ni me acuerdo donde compré. El resultado final es bueno, a mí por lo menos me gusta.
Pero como no podía ser de otra manera, este quilt tampoco es para mí. Este se lo había prometido a mi hermanuchi, que le ha gustado mucho.

El domingo, pasé la tarde con mi familia materna en casa de la abuela, que lleva dos fines de semana asombrosamente lúcida. Lo que nos alegra a todos, y nos lo hace pasar también muy bien, porque sus comentarios no tienen desperdicio. A media tarde y como requieren estas reuniones, llegó la hora del café, el té, la infusión, lo que sea…
Cada uno hizo su elección, y de pronto llegó mi tía con la bandeja. Cuando miré, y vi la azucarera, fue como entrar en un viaje en el tiempo. Recuerdo cuando era pequeña, y mi madre tenía una exactamente igual, pero de color azul. De pronto se me vinieron a la mente todas esas tardes con mi hermano haciéndonos batidos con leche en polvo, y las mañana en la casa de la calle Hierro, con el olor a café por las mañanas, y cuando me levantaba mi madre para ir al Cole.
Supongo que fue en esa mudanza donde la perdí de vista.
Me asombro de cómo almacena mi memoria los recuerdos, y los instantes, y cómo una azucarera metálica de los años 70 puede hacer de detonante para que todo se vuelva claro y real, como si hubiera sido ayer.
Ya se terminaron las clases en Los Retales, y no voy a mentir, de camino a casa, se me escapó alguna lagrimilla. Creo que va a ser casi irremediable que vuelva.
Sigo con mi Girándo-te (Tara’s Garden). Estoy poniendo el borde, es la primera vez que me enfrento a un mittered border. Esta tarde espero tenerlo listo, a ver qué tal me va.

9 opiniones en “Desempolvando la memoria”

  1. Se me han ido los ojos a la foto del azucarero antes de leer tu post! En casa teníamos uno verde oscuro, igualito que el de tu foto. Lo que no daría yo ahora por tener uno igual.

    El stack and whack me gusta, enhorabuena por acabar otro UFO.

  2. Impresionante, me has hecho viajar en el tiempo… lo que pasa que el tiempo sigue en la cocina, el mismo azucarero, color verde (no oscuro como el de shemeows, es verde na’ más) y que utilizamos todos los días… pero tu recuerdo me llevó al mío, a hace más de 32 años, cuando mi papá estaba vivo y se sería el azúcar de ahí… gracias por ese momento Viole, me encantó… Y la colcha, que es una delicia, qué maravilla… enhorabuena soñorita, menudas manos tiene usted. Mil besos.

  3. Colegui!! que más te voy a decir????
    menudas manos para coser y para escribir!
    siempre que te leo lo hago con tu voz en mi cabeza… y hoy no se por que especialmente te imaginaba por Wal-mart rebuscando lanas te acuerdas???
    jajajajaj
    me encanta como te ha quedado, a ver que dice iris cuando la vea? le haces una foto de su cara si??

    lo de las clases que te voy a contar??? si es verdad que terminas como si te absorvieran, son muy pero que muy gratificantes!!!!!

  4. jajajaja el de mi abuela era azul….qué recuerdos….Ya nada es lo que era, ni los azucareros…
    Violeta, los flecos sueltos poquito a poco se van amarrando…Yo aún tengos unos cuantos pero mi pregunta es: ¿llegará el día en que no tengamos flecos o es que en eso consiste la vida, en ir amarrando flecos?
    Muchos besitos. A descansar que en septiembre empieza el nuevo curso 😉

  5. Holaaaaa =D como estas violeta!! he estado por aqui un rato leyendo como recuerdas asi tan de pronto y el te y bueno … que bonito Violeta… todo va bien voy bien pero pues nose aun no me decido te mando un abrazo amiga

  6. Preciosa la colcha, yo también quiero unas clases, aunque via on line como que no sabría.

    Mi suegra también tiene una azucarera en azul, creo que la he visto en su casa toda la vida.

  7. la colcha te ha quedado preciosa.
    El azucarero de mi casa (la del pueblo de mis padres) es igual pero azul y mi madre lo tiene desde que yo era pequeña le tenemos prohibido que se deshaga de él.
    Si te sirve de algo en mi pueblo también tengo una encina de doscientos años acostumbrada a que la abrace.
    Un beso

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