De las piedras de mi camino

Me gustan mucho las piedras. En mi casa hay un bol lleno de piedras.

Tengo piedras de muchos sitios, hay algunas que ni siquiera las he traído yo.
Mi preferida es esa rosa del desierto, traída desde Túnez, por MyGirlFriend.
Esa rosa es frágil, pero ahí está. En medio de todas las demás, de mayor dureza, y sin alcanzar ni un rasguño. Es frágil, pero dura.
Tiene esa fragilidad de la amistad. Aguanta, aguanta, aguanta.. pero si sufre un golpe, éste la dejará destruída, totalmente irreparable.
En eso he estado pensando estos días, en la amistad.
Una de las muchas cosas que me ha dado la maternidad, es una claridad de visión que antes no tenía. Me creía afortunada porque tenía muchas “amigas”. Realmente tengo más suerte de la que creía, tengo menos amigas, pero mucho más valiosas.
Durante años, he tenido cerca algunas personas que yo creía que valoraban mi persona-amistad, sin embargo, no han estado a la misma distancia en ninguno de los momentos de estos ocho meses, en que mi vida ha cambiado, y eso que ha sido para bien. Si hubiera tenido un problema grave, igual hubieran emigrado.

Voy a desvelar un secreto. La mayor parte de la gente que ve las piedras, supone que son un elemento decorativo, y nada mas lejos.
Mis piedras me recuerdan personas, vivencias, tropiezos.. y las tengo ahí, para no tropezar dos veces con la misma.

8 opiniones en “De las piedras de mi camino”

  1. Violetazil como te entiendo, somos igualitas en esta faceta que nos desvelas hoy.

    Yo también soy de piedras. Cuando los amigos se van de viaje siempre me preguntan quieres que te traiga algo… Si una piedra, pero no la compres le digo – del terreno, del campo le digo.
    Algunos me hacen caso otros me la compran como esa rosa del desierto, que la reconozco perfectamente, la mia vino de Egipto.
    Me encantan las piedras, No te gusta tocarlas, las frias, asperas, suaves, jo como me gusta.
    Teno una de Alcatraz que es mi tesoro.

    Sobre las amistades….
    Suele suceder y mas a menudo de lo que se cree pero animate y está claro que tienes ahora seguro que las valoras aún mas, no?

    Cuidate mucho, un besito a tí y a la peque 😀

  2. A mi madre la encantan las piedras, de pequeños siempre cogíamos en la playa 🙂 y ella las usa de decoración por los muebles de toda la casa, como pisapapeles…

    Eso sí, no las dejes al alcance de tu pequeñina a ver si en cuanto se haga un poco mayor te rompe algún cristal!

  3. ya….los cadaveres "amistosos" en el lado del camino de la vida…y quien no los tiene? Ser madre significa tambien separar el heno de la paja…(asi se dice en Alemania)..abrazo!!

  4. Compartimos aquella aficcion, aunque lamentablemente no la he podido desarollar como quisiera, me recuerda una historia que escribi un dia un niño que insultaba a un anciano, y su padre le dijo al infante en cuestion que todos los dias pusiera una piedra en un saco, y lo pesara al cabo de un mes…el niño asi lo hizo y cuando quiso levantar el bolso le pesaba mucho, asi el padre le dijo que asi eran todos los dias de nuestra vida, y que imaginase eso con la edad del anciano…
    Siguiendo tu blog

  5. También me gustan las piedras. Decoran mi casa y me recuerdan momentos felices. Los amigos que están los conservo cerca, y los que se fueron tienen un hueco en mi rincon del amor, aunque ya no los necesite ni piense en ellos.

  6. Claro, cada piedra, tiene un tiempo un lugar, un ser. vibran con nosotros, generan recuerdos. es bueno saber que ellas al igual que nosotros, se cargan de buenas y malas energías, por ello es bueno liberarlas, lavarlas ponerlas luego en una fuente o cuenco toda la noche afuera si es una noche de luna mejor y al día siguiente, cargarlas con la energía del sol. ya veras renuevan el ambiente. Suerte!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *