… esto me decía siempre el Aparejador con el que trabajé en Gran Canaria, y qué razón tenía!
El sábado pasado (de verdad ha pasado una semana ya?), aprovechando el día de los museos, y al igual que hicimos el año pasado, nos fuimos al museo más nuestro. En MiNorte, y con la profesión del Patrón como centro, está el Museo de la Pesca Tradicional. Es pequeño, aunque con muy buenas explicaciones de cómo se ha vivido y se sigue viviendo en cualquier puerto pesquero.
No sé por qué, se me erizó la piel de la nuca, y se me llenaron los ojos de lágrimas al entrar.. La energía de los sitios: uno no puede renunciar a lo que es, ni de dónde viene, supongo.
El paseo fue breve, porque aunque Emma ya empieza a prestar más atención a las cosas que pueda contarle, aún no tiene la suficiente tranquilidad como para fijarse en según qué cosas.
De la visita, destacan dos cosas según Emma: los atunes colgados del techo, y un mirafondos donde había una pantallita, que proyectaba un video de un mirafondos de verdad. Mientras yo aproveché a leer algunas anécdotas del pueblo, recogidas en los paneles del museo, Emma no se despegó de la pantalla.
Para mí, la visita fue una mezcla de nostalgia y un poco de enfado. Están dejando que el museo se venga abajo. El tiempo ha hecho su trabajo y el deterioro es notorio, y parece que nadie hace nada por evitarlo.
En fin, lo de siempre: el dinero, los intereses, y los políticos. Un trinomio de mal gusto con el que nos topamos muy seguido.
Para quitarnos el mal sabor de boca, fuimos a remojarnos a nuestro rinconcito. Lo que nos vino muy bien para afrontar la semana que se nos venía encima.
De pronto el lunes mi pc decide que se siente mejor si no arranca, así por la cara, y de la noche a la mañana. Y mientras tanto mi teléfono no para de sonar, es algo digno de Milenio 3: de pronto parece que mi teléfono sale publicado en las páginas amarillas, en la sección: hacemos todos los trabajos. El agobio y el querer llegar a todo empieza a hacerse mi compañero. Y los días pasan, y el pc sigue sin arrancar. Tres días más tarde, seguía igual, así que tuve que poner remedio. Decisión rápida y drástica. Hoy escribo mi primer post desde mi nuevo sobremesa, uno de esos de enorme pantalla con el símbolo del pecado original.
Y aunque estoy deseando poner rumbo norte para meterme en el agua y olvidarme del mundo, tengo que estar sentada frente a mi flamante pc, al menos es bonito, y grande, muy grande.
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Arte-sano
Hoy me he levantado a poner las calles, las farolas, a quitar la Luna y a despertar al Sol, (y nadie me ha dado aún las gracias). He amanecido a las 5:20am, me he sentado delante del pc y he terminado un trabajo pendiente. En contra de lo que cabía esperar, he estado todo el día de bastante buen humor, y con una energía que muchas veces no tengo después de dormir 8 horas seguidas.
Por la tarde, y como ya es casi tradición, nos hemos ido al pueblo de mamá a disfrutar de la feria de artesanía.
Habia muchos artesanos ya conocidos, unos por ser artesanos locales, y otros por verles cada año en la misma feria. Aún así siempre es interesante verlos, ver sus trabajos, charlar con los que se prestan a ello y disfrutar del arte de cada uno de ellos. Este año me han gustado especialmente cuatro puestos. El primero era el único luthier de la feria, y digo yo, ¿habrá alguien más artesano que un luthier? Pudimos disfrutar de la música de los timples que tenía expuestos. Cuando tenga una hija universitaria y yo sea jubilada voy a dedicar mucho de mi tiempo a aprender a tocar el timple, qué me gusta este instrumento.
El segundo puesto que me ha gustado es el de un alfarero de Tenerife. Me traje tarjetas de todos los puestos que me gustaron, sin embargo, Emma decidió que ella las custodiaba y ahora es el momento en que ella duerme y yo no tengo ni idea de dónde las puso. Así que poco más puedo aportar de este alfarero, salvo que tenía una cerámica maravillosa, muy bien acabada y muy original.
El tercer puesto, en mi ranking personal el primero, fue esta artesana de calzados. Diseña bajo la marca Pisaverde, y cada uno de sus zapatos son una pequeña obra de arte, por su estilo y por su exclusividad. Me he quedado totalmente prendada de al menos tres colecciones, de las cholas, de las botas, de los tacones de cuña y los tacones de madera.. En fin, que me los hubiera llevado casi todos los que habían de mi número. Para mí, ha sido lo mejor de la feria.
Y el último puesto interesantísimo era uno dónde se exponía seda teñida de forma natural, con tintes naturales. En una pequeña mesita auxiliar había todos los tintes utilizados, desde cáscara de cebolla a la familiar cochinilla. Me quedé como loca con el bote de capullos de seda, me parece casi alquimia, la naturaleza de estos gusanos.
Por último, visitamos el pabellón donde se rinde homenaje a los antiguos artesanos de la isla. Allí presidiendo, desde la primera edición de esta feria, estaba Abuela Catalina, madre de mi abuelo, abuela de mi madre, bisabuela mía, y tatarabuela de Emma. Murió con 104 años, y con la palma entre sus manos. Siempre la recuerdo así, trabajando la palma, trenzando hojas que muchas veces mi abuelo le llevaba. Precisamente esta semana he rescatado una cesta que ella me regaló. Y todavía huele a palma, con casi 35 años.
¿Será que el artesano es un gen, y se puede heredar? ¿Como el color de ojos, o la forma de la nariz?.
Mi bisabuela era artesana, mi abuelo tallaba madera, mi madre hace cualquier cosa con hilo, aguja y tela.. Y yo, hago algo también.
Me pregunto si Emma habrá heredado esta necesidad de poner en movimiento sus manos. De momento, cualquier cosa que se conjugue con el verbo pintar, hace que cambie la cara y se predisponga a pasar un gratísimo rato.
Esta semana, siguiendo las ideas de Pinterest, hemos hecho un árbol que ha pintado enterito con pintura de dedos. Ha ido descubriendo las pinturas, ceras, colores, rotuladores, acuarelas… Pero sin lugar a dudas la pintura de dedos es su favorita. Por ahora no sé hacia dónde tirarán sus inquietudes, pero de momento, mientras pinta con sus dedos, nadie puede decir que no sea arte-sano.
Flores, libros, y fé
Parece que por fin he recuperado el enfoque, y he empezado mayo con mejor pie del que salí de Abril. Aún no tengo leído el mail de mi amiga la astróloga para este mes, pero estoy convencida de que dice que Mayo será tranquilo y benevolente conmigo. De momento tengo un montón de trabajo, que contra todo pronóstico estoy siendo capaz de sacar adelante, con sus madrugones y mis ojeras, pero adelante.
Y como señales que me son fácil de identificar, por fin, las orquídeas florecen. Desde que volví a casa (ya pasan 3 años) he reunido 5 orquídeas grandes y una mini. En este momento, hay dos orquídeas con flores, y una tercera en proceso, y en este caso, con dos varas florales.
Yo, que soy de tendencia fantasiosa, mística de bolsillo, y fácilmente impresionable, estoy segura de que este simple-o no tanto, hecho de que florezcan, encierra un montón de respuestas a todas esas preguntas que me hago cada día. Así soy.. Pero este tipo de cosas, son las que me ayudan a conservar la fé. Hace apenas tres años me consideraba completamente incapaz de cuidar este tipo de plantas, y pasado este tiempo, no solo no han muerto sino que están floreciendo.. ¿es o no es una señal?. Para mí está cristalino.
Y el truco, solo ha habido uno, la paciencia y la fé. Buf! Hoy me siento como un pupilo de Paulo Coelho. Filosofía de bolsillo y optimismo del todo a 100, pero que me vale, me ayuda y me reconforta.
Soy de naturaleza complaciente,cualquier cosa me vale para sacar mucho de positivo. Igual si no fuera así, hace tiempo que me hubiera borrado.
Y así con la energía que me da pensar en todo este batiburrillo de cosas, y seguir deseando todo lo que se me cruza por la mente, voy sacando también ratitos para una de mis aficiones más antiguas, y que tanta alegría y buenos ratos me ha dado: leer.
En estos meses he leído algunos libros nuevos y he releído otros. Empecé leyendo Dejar las cosas en sus días y me dejó como huérfana cuando lo acabé. Me metí tanto con los personajes y los intruduje en mi día a día, que formaron parte de mi propia historia, y en cualquier momento creía reconocer a una Paloma o una Aida. Me encantó la lectura, y alargué las últimas páginas hasta que ya no se pudo más. Me ha hecho reflexionar muchísimo en lo que cómo pensamos que se dan las cosas cómo construímos nuestra propia historia a base de hechos que puede que realmente no se dieron como los recordamos o los creemos.
Estuve varias semanas sin casi poder volver a leer, cualquier cosa que cogía me parecía muy simple y muy poco a la altura de lo último que había leído. Así que no me quedó más remedio que buscar literatura japonesa, siempre tan aséptica. De casualidad cayó en mis manos El cielo es azul la tierra blanca. Y es justo eso, una novela japonesa, parca en descripciones, clara en las mismas. Soy de extremos, tanto me gusta una descripción de dos párrafos que una de una frase. También me gustó, bastante. Así que ya estaba recuperada para coger cualquier nueva lectura.
Tengo un kindle lleno de libros que siempre he querido leer, pero que por una cosa u otra no hallo el momento. Y de pronto me veo que mil títulos para leer y ninguno me motiva lo suficiente. Entonces, de casualidad, encontré el club de lectura de Mi cesta de mimbre, y ahí que me fui a ver sus lecturas. Sobre la marcha empecé con La noche soñada, y la sorpresa ha sido mayúscula. No le tenía mucha fé, y me ha encantado, mucho, muchísimo. Puede ser el momento, la historia, o yo.. Pero he disfrutado de la lectura en cada página. Ni que decir tiene que he empezado la siguiente lectura que recomiendan.
Y como me he dedicado mucho a leer, he tenido poco tiempo para darle a las agujas, aunque finalmente he logrado ponerme con ellas y terminar el par de calcetines del mes de abril, que se me han hecho eternos, pesados, y a punto he estado de quitarlos de en medio. Pero nada, ahí estan por fin. Lo mejor, es que casi sin darme cuenta, tengo seis ovillos menos en mi stash, con lo cual puedo decir eso de misión cumplida.
Abril desenfocado
Desde finales de Marzo, mi amiga la astróloga me lo advirtió: abril viene revuelto y duro.
Yo, leí su mail, como cada principio de mes, y registré aquella información en algún sitio de mi memoria, que cada vez está más saturada de información no toda útil, (precisa una tarea de liberación de espacio, pronto). Y encaré Abril, con ganas, y con muchos propósitos, como cada mes.
Pero llega un momento, en que uno se propone, y los astros, (como ya he visto) disponen. Y no es que haya pasado nada terrible, ni tampoco haya tenido que vivir ninguna tragedia. Pasa, que a veces todo se junta, y aunque quiera, no logro enfocarme.
Y me desenfoco, me lleva pasando mucho tiempo. Antes más a menudo que ahora, pero sigue pasando. Me desenfoco mire donde mire, y estoy desenfocada, me mire quien me mire.
Esos días ando revuelta, con la sensación de ser un ovillo de lana acrílica y enmarañada, al que no consigo encontrarle ni el principio ni el fin. Y todo se sigue enmarañando, y yo no soy capaz de atacar el ovillo por ningún sitio, que sea efectivo.
Así que durante ese período de desenfoque, ando por los días con todo un poco a medio hacer o a medio ordenar.
Ayer, por cuestión de causa mayor tuve que ir al Centro Comercial, y de pronto me vi reflejada en uno de los 1000 y 1-no-necesarios-escaparates, y me tuve que parar. A través del desenfoque, fui capaz de ver a una de esas mamás contra corriente, con el pelo sin peinar, una rebeca a medio poner, ojeras de oso panda, maquillaje de estrés, y una niña colgando de un brazo del que luchaba por deshacerse. Ayer esa mamá era yo.
Enough.
Llegué a casa con el firme propósito de buscar en los cajones un pañito mágico con el que limpiarme mis gafas de miope y encontrar el enfoque a como diera lugar.
Hice una lista de todas las cosas que precisaban colocar el cartel de fin en su historia, y de hacerme algo rico de comer, sin más sabor que su naturalidad, para poder hacer un punto y final de este abril tremendo.
Con la barriga llena, saqué de nuevo la lista, y empecé a tachar cosas. Algo que llevaba casi todo el mes esperando la foto, eran los calcetines de Marzo del Reto, ya que los de Abril, les falta aún la puntera a uno de ellos. Cosa que se resolverá esta misma tarde.
Ahora que ya está aquí Mayo, he pedido cita con mi óptico de confianza y voy a encargarle unas gafas multifocales, de alta precisión, y con garantía anti-desenfoques.
Ir a Feaga para darme cuenta de que sigo necesitando terapia
Llevo una semana durmiendo una media de 5h cada día. La causa es el trabajo. No se me entienda mal, tengo un proyecto muy interesante que sacar adelante, de manos de un cliente estupendo. Es el cliente con el que llevo soñando desde que soy autónoma. Responde rápidamente a mis consultas, y me devuelve toda la documentación que le requiero casi instantáneamente. Para responder a semejante cliente, he de emplearme el doble, está claro.
La cuestión es que de día, trabajar con Emma es una tarea casi imposible, con lo cual mis jornadas laborales están siendo de madrugada: hasta media noche y antes de amanecer. Para que esto sea posible hay una cuestión de obligado cumplimiento: que Emma esté dormida a las 8:00pm. Con lo cual, es tarea mía darle mucha vidilla durante el día.
Hoy, nos hemos ido a Feaga (Feria agrícola ganadera). Que digo yo, que ya era hora de que Emma empezara a ver animales en 3D. Y aunque la feria está centrada en la ganadería, la agricultura y sus aparejos, también había un espacio para la gastronomía y otro para la artesanía.
El día estaba espectacular, y las palmeras de la entrada empezaron a dibujarme sonrisas, creo que las palmeras de mi isla son perfectas! Y siempre me recuerdan a mi abuelo.
Lo que primero visitamos fueron los animales. Llegamos justo a tiempo de ver la demostración de perros Bardinos (especie autóctona, como perro guardián no hay otro mejor). En mi familia ha habido unos cuantos, y será la raza que adoptaremos cuando se materialice la casa que soñamos.
Luego vimos los burros (habia muchísimos!), las vacas, los camellos, y las ovejas
¡Ay! las ovejas, fue la primera parada que me hizo asumir que necesito terapia nuevamente. Si hubiera tenido a mano unas tijeras hubiera esquilado completamente a este carnero.
Había muchos ejemplares de distintas variedades, pero este en concreto me dejó loca. La lana era muy blanca, muy suave, y muy lisita! Parecía que estaba peinado!. Me he guardado el nombre del ganadero y el municipio, y estoy totalmente dispuesta a llamarlo en cuanto pase la feria: necesito esa lana!
Después nos fuimos a ver las cabras, con sus machos y sus baifitos.Ahí fue donde tuve el segundo ataque de: necesito terapia!!!. Ustedes están viendo las ubres de esa pobre cabra??. Todas mis hormonas empatizaron con ella, que aunque ya no estoy lactando (1.5 meses de destete), mis sensaciones y pensamientos siguen siendo de una mamífera a pleno rendimiento. Pobre cabra!! Recordé cada una de las tomas en las que Emma no comió lo suficiente, o las veces que nos dormimos y la hora de la toma se alargó. Total, que me faltó el canto de un duro para empezar a ordeñar a la pobre cabra yo misma y en ese mismo momento. Pregunté quien era el dueño del ejemplar, y ante mi cara de preocupación, me dijeron que era de concurso. Es decir, las tienen horas (yo me atrevo a decir que días) sin ordeñar para luego llevarla a concurso y la que “de” más leche gana.
Se me puso la misma cara que cada vez que oigo decir que la varicela es una enfermedad “en el fondo, benigna”. Y se me ocurrieron más de tres cosas para hacerles a los ideadores de estos concursos, amén de a los dueños de las pobres cabritas de concurso.
Fuerteventura es famosa por su ganado caprino, y por extensión por su queso de cabra. Ni qué decir tiene que dimos buena cuenta de todos y cada uno de los que habían en la feria. Emma ha debutado como una auténtica ratona para el queso, y le da igual fresco, que tierno, que curado, que duro.. Para todos tiene el mismo calificativo: mmmmm ta tiquísimo!
Finalmente vimos las aves. Yo creo que nunca había visto tantos tipos de gallinas, y de todas mis preferidas fueron éstas. Sus plumas me dan la sensación de esos trajes calados. Me parecen monísimas. Acabo de decidir que además del perro bardino, también tendremos un par de estas gallinas.
Como ave estrella, así todo imponente a la par de elegante, estaba un único pavo real. Que se hizo el interesante y no nos enseñó su cola.
Como anécdota del día, Emma quiso abrirle la jaula a todos y cada uno de los animales, a la voz de: mami déjalos salir!!. Quise explicarle que no se podía, pero fue tarea imposible. De camino al coche, íbamos de la mano, y de pronto me mira y me dice: mami yo tapoco puedo salir de la jaula???
Después de recomponer la explosión que ocasionó semejante frase, no tuve más remedio que soltarle la mano y dejar que corriera a su aire por los tableros de Pozo Negro.. Y asumir que la terapia para superar ésto, va a ser la más larga.
24h de reposo y todo se ve diferente
La semana pasada, Emma y yo cogimos nuestros atriles y nos fuimos a NuestroNorte. Nos predisponíamos a disfrutar de la primera escapada a solas, y con la previsión metereológica de nuestra parte. La idea era pasar toda la semana vacacional.
Al tiempo, aprovecharíamos para trabajar un poquito con ElGurú, ver a la sobrina más preciosa del mundo mundial, y alejarnos un poco de los virus que seguían pululando por casa de Maba. Las últimas noticias eran que IrisMari estaba también contagiada de varicela.
Así que nos fuimos, ella y yo, yo y ella.
Y ayer por la mañana, al despertarnos, me fijé que tenía un ronchita en la frente. A las horas, y con todas las señales de alarma activadas, le descubrí otra en la mano. No esperé un minuto más. De nuevo todo recogido, todo en el coche, y de nuevo para casa. No podía arriesgarme a que fuera realmente varicela, y tener a la sobri tan cerca, con menos de dos meses de vida.
Por el camino, no podía alejar de mí la frustración tan grande que sentía, que parecía que crecía según desandábamos los kilómetros. Da igual el empeño que ponga, y todo lo que me preocupe, a veces: shit happens.
Soy consciente, o creía que lo era, de cuáles son mis limitaciones como madre, no voy a poder protegerla de todo, no voy a poder planear todo. A veces, las cosas pasan, y da igual cómo te esfuerces en evitarlas.
La cuestión es que ayer estuve todo el día de mal humor, una mezcla de frustración-tristeza-enfado.
A 24h del momento crítico, Emma sigue igual, sin más ronchas, sin fiebre y sin rastro de ningún tipo de enfermedad. Falsa alarma, todo fue una falsa alarma.
Hoy venía dispuesta a vomitar todo esto aquí, pero entonces he descargado las fotos, y todo se ve distinto.
Cuando todo el mundo comienza a disfrutar de las vacaciones, nosotras las hemos acabado, esa era la sensación que tenía. Y qué equivocada estaba!
Para bien o para mal, soy autónoma, lo que tiene sus cosas malas, pero también tengo la suerte de no tener horarios. De momento nada nos impide coger el petate nuevamente el próximo lunes y plantarnos en NuestroNorte. Donde ya no habrá gente masificando la playa, ni poca agua corriente por el exceso de demanda. El Aguayre volverá a tener mesas libres, y en El Goloso, no tendrás que esperar mucho rato para tomarte tu café.
Y lo mejor de todo, es que aunque nuestra semana idílica y minuciosamente planeada, se haya visto interrumpida, no podemos perder de vista los días tan increíbles que hemos pasado. La playa era casi para nosotras solas, el tiempo estaba perfecto para disfrutar del frío Atlántico sin morir congeladas.
ElGurú nos preparó pastel con chocolate atemperado. Disfrutamos de nuestros almuerzos al tiempo en la terraza, se acabó lo de comer ella primero y yo después. Pintamos en el suelo, y ya tenemos casi claro en Y estuvimos solas en casa de Maba, donde todo tiene aire vintage. La casa de Maba en ElNorte, tiene los cajones y armarios llenos de tesoros, de restos de las casas de las abuelas, de los tíos abuelos… Hay momentos en que todo me parece absolutamente fotografiable.
En fin, con resposo, y un poco de perspectiva siento que todo está en su sitio, y que yo he aprendido una lección importante.
Meanwhile.. en casa
Vamos saliendo poco a poco (muy lentamente bajo mi punto de vista) de este ambiente de medicamentos, hospitales y viruses. Las caras ya tienen mejor color, las piernas también, y el aire se empieza a percibir más primaveral. Los enfermos van recuperando la verticalidad y también la autonomía.
A cuenta de las enfermedades sufridas últimamente hay dos puntos que me rondan la cabeza estos días. Primero, el equipo médico que trató al Patrón. Desde el trauma hasta el auxiliar. Se han portado estupendamente y nos han atendido a todos la mar de bien. Aguantando nuestras preguntas, nuestras dudas, y nuestros nervios. Sigo diciendo que el Hospital de mi pueblo está lleno de gente super válida que hace muy bien su trabajo.
Y el segundo punto… el segundo punto me quita el sueño, me hace combustionar, me pone de muy mal humor, y se me sube hasta el azúcar. A saber, existe la varicela (qué novedad) que es causada por un virus (herpes zoster-varicela). Resulta que la varicela es una enfermedad benigna, que solo en un porcentaje no muy alto puede complicarse y terminar siendo grave. Resulta también que suele pasarse en la primera infancia (0-5 años) o en la segunda (antes de los 13). Cuando se pasa la varicela, resulta que el virus se queda alojado en el cuerpo de forma definitiva y latente; hasta que en tu vida suceden una serie de acontecimientos (estrés, shock, trauma) que te dejan en un estado de defensas muy bajo, y es ahí cuando el virus se reactiva y te origina el herpes zóster o culebrilla. Que después de ver a LaMamma sufrirlo, puedo asegurar que es una de las peores enfermedades que puedes pasar. Ya han pasado 15 días desde que el virus se diagnosticó y brotó, y aún no es capaz de dormir 5 horas seguidas, sin levantarse doblada por el dolor. Una persona que ha pasado la varicela es susceptible de sufrir un brote del herpes, en cualquier momento de su vida.
Fíjate tu por donde, existe una vacuna (varivax) que se venía administrando a los niños en dos dosis (a los 2 y a los 3 años) de forma privada, es decir, los padres eligen su administración o no, asumiendo su coste, por supuesto. Con el cambio de calendario de vacunas, emitido por una panda de tarados el Ministerio, se introduce la vacuna a los 12 años de manera obligatoria (a una edad a la cual la mayoría de los niños ha pasado la varicela), y han bloqueado su distribución en las farmacias. Es decir, aquí yo, que tenía claro para qué era esta vacuna y de qué estaba protegiendo a mi hija (no solo varicela, que puede resultar más o menos benigna, sino del herpes zóster), le administré la dosis de manera voluntaria a los 2 años, y ahora necesito una segunda dosis para los 3 años y no se la puedo administrar porque en ninguna farmacia de mi Comunidad Autónoma me la venden. Y todo esto está muy bien explicadito en la página del Comité Asesor de vacunas de la AEP. Por qué es debido este bloqueo, es un misterio. Que este asunto está sacando lo peor de mí, una obviedad.
Tengo en marcha un complejo proyecto logístico con varios ramales, para aprovisionarme de una dosis, así que he decidido no poner más ira en este asunto, porque ya tengo una edad en la que no puedo permitirme el lujo de sumar demasiadas líneas de expresión del rostro, en un corto período de tiempo.
Así que aprovechando que los enfermitos nos dan el día libre, nos hemos pasado un domingo de lo más relajado y satisfactorio en casita.
Tengo claro que en el diseño de la nueva casa (ya falta menos) la cocina va a tener una clarísima importancia, frente a las demás estancias. Me resulta bastante complicado calcular lo importante que es para mí cocinar, pero creo que me he ahorrado muchos euros en terapia con solo encender el horno y juntar una serie de ingredientes.
Hemos empezado el día con un buen té con leche y una tosta de centeno automático (receta de Ibán Yarza en Pan Casero) con atún y pimientos. Para el almuerzo he preparado borsch (lo hice la noche anterior). Tenía necesidad de comer remolachas, y hacer esta sopa ha sido un win. Es deliciosa, no necesita más calificativos. Y desde hoy va a pasar directa a mi recetario habitual. De segundo gratén de pollo y papas, otra receta fácil, y resultona. A Emma le ha encantado, y es una alternativa muy buena al típico pollo al horno o a la pechuga a la plancha que suelo darle a ella.
Hemos comido juntas, cada una de su plato, hemos hablado mucho, hemos puesto flores, y después de recoger la cocina, hemos compartido un cuento precioso. Y entonces me he dado cuenta de lo fácil que es llenar de felicidad este piso y a esta pequeña familia.
Primavera que todo lo alteras
La Primavera ha llegado a esta casa, o mejor a esta familia, de manera arrolladora, causando estragos.. O tal vez ha sido el Invierno, que ha querido ser especialmente duro este año, hasta cuando se iba?
Anyway, la cuestión que de pronto, en esta familia que hemos gozado de buenísima salud, se ha instalado la enfermedad. Todo empezó un viernes a medio día, en la que ElPatrón de un mal paso se rompió el tendón femoral: inmobilización-quirófano-más inmobilización-rehabilitación. Y cuando parecía que nos hacíamos idea de todos los cambios logísticos que iban a tener que darse, para que el engranaje familiar siguiera moviéndose, LaMamma cae fulminada por un herpes zóster, (y todavía me dicen que no me dan la segunda dosis de la vacuna de la varicela para Emma,.. dejo el tema que combustiono y pongo todo perdido.. aunque amenazo con volver con el tema).
De pronto y porrazo, los pilares de esta familia que ya tiene pseudofamilias, están en cama y con necesidad de ser ayudados, consolados, acompañados.
No me puedo quejar, entre los cuatro hemos salido raudos y veloces a posicionarnos en nuestros puestos para que el engranaje siguiera girando y para que ellos sigan evolucionando favorablemente, aunque por delante tengamos todavía algunas semanas de reposo relativo por ambas partes.
He de ser franca, no ha sido tan difícil. Hemos podido capear todas las situaciones. Pero… hay un pero..
Y como casi siempre ocurre conmigo, el pero no es tangible, no es visible, no es fácilmente explicable.
De repente he tomado conciencia de eso que se dice: que la salud es importante, y de que la ley de la vida es una y no tiene forma de alterarse. Asumir que los años pasan para todos, y que el camino es uno, que hay que asumirlo, conocerlo e incluso reconciliarse con él, no me está siendo del todo fácil.
Sé que tengo recursos suficientes para poder seguir andando, para acatar y entender. El tiempo me va a ayudar. Estos días he necesitado de un lugar seguro en el que esconderme, en el que sentirme abrigada y a salvo, y como si alguien monitoreara mis movimientos he sacado de un cajón perdido, la mini-manta que le cosí a mi abuela en el año 2001, y que volvió a mis manos cuando ella se fue. Es curiosa la sensación que me regala cuando me abrigo con ella.. La mente es poderosa, y los recuerdos.. o tal vez, sea la magia?
Formando parte de esos recursos terapéuticos, he sacado las telas. En medio de todo este trajín de ir y venir, se me ha emperejilado coser. Quiero coser. Pero no coser cualquier cosa. Quiero empezar a coser cosas que me pueda poner. Vestidos, faldas, blusas… Tengo unos cuantos metros de tela que son apropiados para esta tarea. Y tengo la idea clara, pero no ha terminado de llegar el arrojo necesario que me haga sacar las reglas y el papel de patrones. De momento tengo las telas a la vista, para que cuando venga la inspiración me encuentre totalmente preparada.
Por otro lado, he empezado a darme cuenta de que algo no está bien conmigo. Llevo tiempo observando que en cuanto llega la primavera me entran unas ganas tremendas por hacer-tejer-ganchillear mantas. Supongo que los inviernos, me dejan aterida y maltratada, y en cuanto se van pienso que “el año que viene no voy a pasar este frío”. Con este pensamiento en la cabeza, y el principio primero y más importante de este año: gastar el alijo lanero; me he puesto a ganchillear grannies con todos los restos de lana de calcetines que tenía por casa. Casi sin darme cuenta tengo ya 70. Y todavía hay restos! Parece que no se acaban nunca!
Pero si tengo que ser sincera, en estos días lo más terapeútico es coger el coche y poner rumbo Norte. Ver a la pequeña Olivia, comer con ElGurú y LaYogui, darnos paseos por la costa, y recoger margaritas.
Siempre tiro a la costa Este de mi norte, pero estos días que hay viento, y que el tiempo es un poco más fresco, es ideal hacerlo por la agreste costa Oeste… Y ese castillo.
Me doy cuenta estos días, que mi vida se divide en dos partes: cuando no era mamá y desde que soy mamá.
Cuando no era mamá, era habitual ponerme en modo mejillón, cada vez que las cosas se torcían o cada vez que el mundo me parecía un sitio hostil. Desde que soy mamá, el modo mejillón no es compatible… es más ni siquiera es apetecible. Pero tengo que admitir, que un castillo como el de MiNorte, donde quepamos las dos, se me antoja algo muy muy necesario en ciertas ocasiones.
Me conformo con poder sentarnos en su escalera, y contar las nubes.
Principios, finales,… y la vida como un Carnaval
Y qué bien que la Primavera ya está aquí, con sus flores, y sus alergias, y todo lo de en medio.
Y no me malinterpreten, que me gusta mucho la primavera, es más, este año estaba deseando que llegara. Solo que parece que al final, me hubiera cogido desprevenida.
Este mes de Marzo va a pasar a la historia como el mes del Destete.. Qué fea palabra.
Pero así es. Creo que puedo hacerlo oficial y público, aunque solo hayan pasado unos días desde la última tetada.
Qué curioso es el tiempo y la vida. Para todo hay un momento, incluso para las cosas buenas y felices que nos pasan. Llega un momento en el que sientes que las cosas se acaban y no lo hacen de forma trágica. Simplemente, sientes que es el momento exacto de que concluya. Y eso es justo lo que nos ha pasado. Yo siento que ya se ha acabado el tiempo de lactar y Emma empieza a querer la leche en un masito. Cuando Emma tenía un año y pensaba en dejar de lactar, sentía hasta palpitaciones. Al llegar a los dos años, me sentí bien, y con ganas de seguir lactando. Sin embargo, pasados ya los dos años y siete meses, mis sentimientos son otros, incluso he tenido contados instantes en los que he sentido hasta cierto rechazo al hecho de seguir amamantando. Parece que sigo siendo de manual, y ésto también les ha pasado a otras mamás. Anyway, la lactancia ha sido de las cosas más maravillosas que hemos podido compartir mi cachorrita y yo, y nos ha dado momentos inolvidables y muy profundos.
Acabando mi etapa como mamá lactante, parece que empieza mi etapa como Armadora. Han tenido que darse una conjunción de incidentes, como que ElPatrón se haya roto el tendón femoral, que la temporada de pesca empiece el lunes, y que haya aparecido una tripulación aparentemente capaz y con ganas para hacerse a la mar con el Planeta Neptuno Dos; para que aquí la menda lerenda, empiece a saltar a bordo cada vez con más facilidad y con más frecuencia.
Al mismo tiempo, mi presencia no sería necesaria si el Ministerio, empujado por intereses europeos que desconozco, no hubiera obligado a golpe de sanción, a cualquier embarcación que salga a faenar sin una caja azul y un diario electrónico a bordo. Dicho diario requiere de transmisiones de datos diarios, y de cumplimentación de pantallas nada asequibles para profesionales de la mar, y no de la informática. Un auténtico despropósito que tiene a la flota condenada a desaparecer.
Después de trabajar dos días, haciendo pruebas con el diario, llego a la conclusión de que hacer las cosas tal y como las pide la secretaría de pesca, enviando datos diariamente, haciendo recuento de las capturas, y de las navegaciones.. requeriría de una persona a bordo cuyo cometido exclusivo sería el trabajo con el diario. Algo totalmente inviable en un barco de 12m de eslora, que sale a faenar para traer a tierra 5-6 toneladas de pescado, en las mejores circunstancias. Así las cosas, está la flota al completo, jurando en arameo cada vez que tienen que encender el dichoso diario.
Pasadas las primeras 24h de las maniobras más delicadas para salir a faenar, podemos respirar con cierta tranquilidad, y tomar conciencia de todo lo que esto supone.
Me resulta incontrolable la carga emocional que pongo en casi todo lo que me rodea. Soy incapaz de poner mesura en los sentimientos que se me despiertan con cosas aparentemente simples, como lo es el hecho de que un barco se haga a la mar. Para poder explicarlo, racionalizarlo, y canalizarlo, debería desenredar la madeja de nudos que tiene hecha todas mis sensaciones en mi interior… pero para esto, aún no ha llegado el momento.
Y por eso, la mejor manera de distraerme, es meternos en el coche, Emma y yo, y poner rumbo Norte.
No sé cuántas veces lo habré dicho, seguramente la mitad de las veces que lo he pensado. No hay enfermedad que no me cure MiNorte. Y como estas cosas se heredan, Emma a su corta edad de dos años y siete meses, se sube al coche, y me dice: Mamá mámonos a totillo. Cada día, cada vez que se sube al coche.
Volvemos de la excursión tranquilas, y relajadas, sosegadas y calmadas. Y es el momento propicio para ponerle un poco de música a la vida. La Cabalgata de Carnaval nos dio la excusa perfecta. Aunque hemos decidido prolongar la fiesta, porque unas alas y una varita quedan bien en cualquier momento.
De colores, milagros y otras cotidianeidades
Otra vez sábado, otra vez una semana pasada como una exhalación. La semana ha sido tan intensa, que siendo que necesito al menos 12h de sueño reparador, y otras 12h para asimilar acontecimientos. Y no es que haya pasado nada extraordinario, o sí.. todavía no lo sé.
Hoy leyendo esto, me he sentido identificada en esa necesidad de poner por escrito todo lo que está pasando, porque se trata de algo único e importante, y porque presiento que no voy a poder dejarle toda la tarea a la memoria, para cuando me haga falta hacer uso de los recuerdos, y poder revivir toda esta cotidianidad que vivimos. Cada momento del día, me parece único e irrepetible, y la necesidad de grabármelo en la memoria llega a resultar por momentos muy estresante.
Dentro de las muchas cosas que hago a diario, y que necesito para seguir sintiendo que todo sigue girando a la velocidad y sentido debido, están todas esas horas que paso en la cocina. Esta semana he sentido un irrefrenable deseo de comer espaguetis negros. Yo no sé si a todo el mundo le pasan estas cosas, pero a mí me pasan. De pronto un día, tengo deseos o antojos, de comer algo concreto, y la necesidad es tal, que se me hace imposible comer otra cosa para acallar esa voz interior que me lo pide a gritos. No me queda otra que salir corriendo al super y aprovisionarme de estos deseos caprichosos. Antes, no me hacía caso. Me desoía olímpicamente. Después de quedarme embarazada, y aún sin saberlo, me levanté un sábado por la mañana con el deseo de comer boquerones. De hecho, casi como poseída (ahora creo que lo estaba) me fui al Mercadona habitual y me compré un paquete entero. Me pasé el fin de semana comiendo casi exclusivamente boquerones. El lunes supe que estaba embarazada, y ya no me pude quitar de la cabeza, la ingesta brutal de ácido fólico y omega3, de la que había dado cuenta gracias a mi “antojo”. Desde entonces tengo la firme creencia de que lo que me pide el cuerpo es lo que necesita, y yo que soy así, de natural bien mandada, me escucho y me concedo. No sé que me podrán aportar esta pasta con tinta de sepia, pero por si acaso, un buen plato me comí, con salsa de setas y nata.
De postre tarta Lindz. Hace mil años que andaba a la búsqueda y captura de la receta de esta tarta. Y cuando la encontré me di cuenta de que no tenía suficiente mermelada de frambuesa, me dio igual, la hice de albaricoques. Una vez más tenía la necesidad imperiosa de comerla. Y sí, por fin puedo poner en mi recetario esta receta, porque queda muy muy buena.
La mejor compañía para esta tarta Lindz, ha sido el patrón de estos mitones. El primero está listo, y el resultado me ha gustado mucho. El fair isle lo tenía medio atragantado, pero he encontrado este video, que me ha ayudado mucho a dejar una labor más limpia por el revés. También es cierto que la práctica ayuda mucho a mejorar resultados. Tejidos en katia austral rosa y chocolate. Sigo en mi empeño en reducir stash, y parece que poco a poco voy consiguiéndolo.
Y ya terminando el capítulo de cotidianeidades, puedo pasar al tema milagritos. Por tercera vez en mi vida, me he vuelto a topar con Él. Él, es un señor un poco mayor que yo, que ha aparecido en mi vida dos veces. En ambas ocasiones ha sido como encontrarme con el Buda dorado ese que te reenvían por whatsapp mil veces prometiéndote el oro y el moro. Para mí, Él es mi Buda de la suerte. Y por eso sé, que ahora que ha vuelto a aparecer, los puntos ciegos que tenía mi existencia van a recibir luz. Tengo esperanza, tengo fé y tengo un Buda dorado… Solo queda esperar el milagrito.