Las semanas pasan que son un primor

… esto me decía siempre el Aparejador con el que trabajé en Gran Canaria, y qué razón tenía!
El sábado pasado (de verdad ha pasado una semana ya?), aprovechando el día de los museos, y al igual que hicimos el año pasado, nos fuimos al museo más nuestro. En MiNorte, y con la profesión del Patrón como centro, está el Museo de la Pesca Tradicional. Es pequeño, aunque con muy buenas explicaciones de cómo se ha vivido y se sigue viviendo en cualquier puerto pesquero.
No sé por qué, se me erizó la piel de la nuca, y se me llenaron los ojos de lágrimas al entrar.. La energía de los sitios: uno no puede renunciar a lo que es, ni de dónde viene, supongo.
El paseo fue breve, porque aunque Emma ya empieza a prestar más atención a las cosas que pueda contarle, aún no tiene la suficiente tranquilidad como para fijarse en según qué cosas.
De la visita, destacan dos cosas según Emma: los atunes colgados del techo, y un mirafondos donde había una pantallita, que proyectaba un video de un mirafondos de verdad. Mientras yo aproveché a leer algunas anécdotas del pueblo, recogidas en los paneles del museo, Emma no se despegó de la pantalla.
Para mí, la visita fue una mezcla de nostalgia y un poco de enfado. Están dejando que el museo se venga abajo. El tiempo ha hecho su trabajo y el deterioro es notorio, y parece que nadie hace nada por evitarlo.
En fin, lo de siempre: el dinero, los intereses, y los políticos. Un trinomio de mal gusto con el que nos topamos muy seguido.
Para quitarnos el mal sabor de boca, fuimos a remojarnos a nuestro rinconcito. Lo que nos vino muy bien para afrontar la semana que se nos venía encima.
De pronto el lunes mi pc decide que se siente mejor si no arranca, así por la cara, y de la noche a la mañana. Y mientras tanto mi teléfono no para de sonar, es algo digno de Milenio 3: de pronto parece que mi teléfono sale publicado en las páginas amarillas, en la sección: hacemos todos los trabajos. El agobio y el querer llegar a todo empieza a hacerse mi compañero. Y los días pasan, y el pc sigue sin arrancar. Tres días más tarde, seguía igual, así que tuve que poner remedio. Decisión rápida y drástica. Hoy escribo mi primer post desde mi nuevo sobremesa, uno de esos de enorme pantalla con el símbolo del pecado original.
Y aunque estoy deseando poner rumbo norte para meterme en el agua y olvidarme del mundo, tengo que estar sentada frente a mi flamante pc, al menos es bonito, y grande, muy grande.

6 opiniones en “Las semanas pasan que son un primor”

  1. Me encanta esa sensación, cuendo se te eriza la piel porque una pelicula, un libro, un lugar te recuerda de repente de dónde vienes o quien eres. Inevitable.
    Como lo de los ordenadores. Es imposible preveer cuando diran basta. Y siempre resulta inoportuno el momento. No falla.
    Y el tiempo que se escurre entre los dedos como arena… que te voy a decir que no diga cada dia en twitter/ instagram: crecen demasiado rápido!

  2. Peroperopero… no me digas que eres la nueva propietaria de un mac???!!!!
    Y??? Cómo se siente una ante semejante hazaña??? Mira que he estado un montón de veces a puntito… pero nunca me he atrevido… Merece la pena?? 🙂
    Ese museo, por cierto, me recuerda a uno similar que hay en La Palma, en el faro de Fuencaliente. No he llevado a Jorge, pero estoy segura de que fliparía. El verano próximo. sin falta.

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