Todo al mismo tiempo

Tengo frío, tengo calor.
Tengo hambre y me siento llena.
Tengo ganas de llorar, me salen risas.
Me duelen los brazos, y quiero hacer ejercicio.
No sé si quererte u odiarte.
Me siento frágil, y sin embargo tengo guerra en mi interior.
Vuelvo a dudar: ¿te odio o te amo?
Dudo constantemente, y tengo claro lo que tengo que hacer

.. y todo eso, lo siento al mismo tiempo.

parece que los que me miran de lejos van a tener razón: estoy loca, y ya no solo son palabras.
Y en el fondo… me da igual. Tengo al único que no me juzga por lo que siento, ni me regaña por lo que hago, ni me presiona para que decida.. Es incondicional.
Siempre está al mismo lado: bajo mi cama o a mis pies.
Me da más, mucho más que algunos.

Tentación… Antojo

Llevo días que sólo puedo pensar en una cosa. Y no hay manera de que me lo quite de la cabeza.
Todo fue a raíz de un paquete que recibí de Buenos Aires. Entre las muchas cosas que tenía en su interior había dos alfajores Jorgito…..
Así que mi cabeza y mi estómago iniciaron una lucha, entre deber y apetecer….
Ganó mi estómago. Y ahora me pide más….
Llevo aguantándome desde el lunes, y ya hoy no puedo con este autocontrol tan sufrido, así que de aquí a unas horas, me voy a la panadería argentina que hay aquí cerca y me voy a comprar un bote entero para mí.
Un bote de……

dulce de leche

Tan lejos …. tan cerca

No me canso de estudiar cómo se miden las distancias.
Tenemos un sistema que mide las distancias, basado en unidades de longitud, que separan dos cuerpos, cosas, personas…
Sólo llego a una conclusión: este sistema de medición es incompleto.
Las unidades de longitud mide la distancia física. Pero no la distancia real, porque se me da la circunstancia de que me paro a tan solo un metro de separación de un amigo, y no lo siento, no le veo sus ojos, no le oigo hablarme… La distancia entre nosotros es mucho más que un metro.
Y por otro lado, me encuentro a miles de kilómetros de otra persona. No puedo verle, no puedo mirarle.. sin embargo le hablo y me responde, y cuando cierro los ojos y me acuerdo de su voz lo siento aquí al lado, a menos de un metro de mí.
Por lo tanto nuestro sistema actual de medidas de distancia es incompleto, o puede que tal vez no todo pueda medirse.

Me descubro

He terminado de leer: Marina, de Carlos Ruíz Zafón.
Y tengo que decir que hacía mucho tiempo que no lograba descubrirme en un personaje literario como lo he hecho con este libro.
Me he descubierto en muchas páginas, en muchas situaciones. Yo soy Marina, y creo (ojo, creo) que he encontrado a Oscar.
Hoy tengo la sensación que dejan los buenos libros cuando se acaban, esa mezcla de emoción, melancolía y nostalgia.
Lástima que no pueda estar acurrucada en mi sillón, con la manta por encima, conmemorando páginas, y recordando lo que nunca pasó…

Un año más

Hoy cumplo taitantos años.
No me hace feliz la verdad, pero es algo que no puedo evitar. Me pone de mal humor pensar todas las cosas que quería hacer y no he hecho, y que la pequeña contable que hay en mí se encarga de recordarme mediante balance de este último año. Aún así:

Haré borrón. Borrón borrón… de sentimientos

Me dedicaré a mis quehaceres diarios y esta tarde recibiré con buena cara las llamadas y sms de todos los que se acuerdan y quieren decirme hola.

También quiero dejar constancia de que este año será el último que mi edad aumente. A partir de este año, declaro estancada mi edad. Así que el año que viene celebraré mi cumpleaños, pero cumpliré los mismos años que hoy. Espero que haya quedado claro, y que no tenga que volver a hacer ninguna aclaración a este respecto, porque es un tema peliagudo a la par de doloroso.

(Por favor en los mensajes, comentarios y llamadas, evitar el uso de palabras como: vieja, treintañera, canas, mayor, arrugas, niños, marido, adulta…. todo lo que pueda suscitar alguna arruga más.
Se agradece profundamente su colaboración)

La Oficina de Correos

¿Será el ambiente?. ¿El limpiador de suelo que usan?. ¿Estará en el aire acondicionado?..
Lo pienso una y otra vez, y no doy con la posible causa. Pero siempre que voy a una oficina de correos, siento como me invade una oleada brutal de mal humor.
Y es que no recuerdo nunca, haber salido con buen estado de ánimo de ninguna de las oficinas de correos de mi provincia.
He pensado que tal vez formen al personal con cursillos sobre cómo cambiar el humor del cliente que viene tranquilamente a utilizar sus servicios.

Irremediable

Es inevitable.
Ya comenzó, aunque oficialmente lo hará el próximo lunes… nos obstante, hoy hizo su primera aparición.
Hace algún tiempo que está intentando aparecerse, mientras yo la he intentado combatir con mis mejores armas, causando cierto estrago en mi economía.
Empezó a manifestarse con pequeños pliegues, para los que LaPrairie me ofreció la solución inmediata. Después eran las líneas de expresión, otra vez LaPrairie me volvió a dar la victoria ante el ataque que estaba sufriendo, pero hoy…
Me miré al espejo, y ¡ahí estaba!, larga, brillante, fuerte…. UNA CANA
Dios-mío!, una cana!, esto ya no hay quien lo pare, porque no es una cana cualquiera, es la primera cana, y sé que no será la última!.
Ya no me parece divertido cumplir años. Ya no quiero seguir cumpliéndolos.
Pido fervientemente que esto pare!!!. Que se pare el tiempo, y que el próximo lunes no exista!!!.
Propongo que el calendario lo obvie, se lo salte, lo que sea….
No estoy hecha a la idea de que ha llegado la hora de convertirme en una chica L’oreal, de esas de “yo lo valgo”.

Pipipi Pipipi

Pipipi
Así me despierto cada mañana. Soy tan cutre que no tengo despertador de verdad, y mi alarma es la de mi móvil.
Suena a las 6:10 am, por primera vez. Lo apago, y le doy órden de que vuelva a sonar a las 6:20.
Pipipi Pipipi
Vuelve a sonar, y de nuevo lo apago. Le doy una nueva órden: Suena otra vez a las 6:30 am.
A esta hora él me vuelve a dar el mensaje: pipipi pipipi.
Es en este momento cuando yo le respondo:
hajk$sd%fja/h@ ha” $$&$%/&sjkdfajshdf
Y es que me resulta insufrible levantarme a esta hora.
Cuando empecé a trabajar me decía que en cuanto llevara un tiempo trabajando lo llevaría mejor: Tremenda mentira. Ya llevo una año y algunos meses más y siempre me levanto de la misma forma: Tengo sueño, malhumor… Quiero seguir en la cama!!!!
Muchas mañanas, hasta Trufo me mira con cara de: ¿Estás loca, a esta hora no sé ni andar?!!!!
Le obligo a bajar para que desocupe el intestino, y en el transcurso del mini paseo, me encuentro con el carnicero, los chicos de montajes, las camareras del Géminis…. Todo el mundo hace su tarea. La mayoría de las veces, hasta creo verles buena cara, no parece que les afecte la hora ni el madrugón… Esto, hace que me enfade más (si se puede).
Pero hoy, aquí está lloviendo, y parece que por fín el verano y el buen tiempo se fueron, hoy al realizar mi rutina mañanera, me encontré con legañas, bostezos y caras de tan malhumor como la mía. Tal vez, a ellos también les resulta un horror levantarse a esta hora, y lo único que hacen es disimular… como yo.

Pregunta Lógica

¿Cuantas veces puedes cerrar la puerta en las narices de una persona?.

Tantas, como veces toque.

Y es que hay personas que aunque nos toquen en la puerta nunca les terminaremos de abrir y dejaremos pasar. Aún así, estas personas no dejan de tocar.. Son incansables!!!!
Podrian dedicar la energía que malgastan tocando donde no deben, en mejorar su vida, o hacer algo últil: leer la biblia, por ejemplo. El pasaje donde se enuncian los mandamientos está bien.. No sé, tal vez aprendan algo.. Al menos dejarían de molestar..