Lo que yo quiero

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Contigo/Joaquín Sabina
Yo quería todo eso que describe Sabina en su canción, y el destino me lo dio.
Tenía un amor civilizado con alguien que no lo quería, que me ponía esta canción para que la escuchara atentamente, y para que me convenciera de que era lo mejor.
Es esforzó tanto que terminé creyéndolo, y me di cuenta que aquel amor no era el que quería. Se acabó.
Me dejé estar tranquila, y este amor no civilizado me encontró a mi.
No ahorramos para mañana, yo no elijo su champú… pero estoy segura de que nadie me quiere como este amor, y estoy segura de que yo no muero por él y él no muere por mi… Sin embargo se muere conmigo si me mato, y me mato con él si se muere..

Ir de frente

De un tiempo a esta parte, me he topado con gente que no sabe/quiere ir de frente.
Gente que no dice lo que quiere decir. Gente que se oculta tras los hilos telefónicos.
Gente que te dice que es de color claro, pero que a su paso lo tiñe todo de oscuro.
No sé por qué actúan de esta forma.
¿No es más fácil afrontar las realidades de sus existencias y hablar abiertamente?.
Pues al parecer no. Claro que, tal vez, todo esto lo escribo porque a mí me es totalmente imposible no actuar así: la madre naturaleza o los genes, me han dotado con más de cuatro dedos de frente…. imposible ocultar lo que estoy pensando o sintiendo.

Nicole

……Abrázame fuerte
que no pueda respirar
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo

nunca más……
Pedro Guerra/El marido de la peluquera
Ayer fue su cumpleaños.
La llamé. Me contestó jovial, alegre.
Parece que las cosas le van bien. Yo me alegro mucho por ella, se merece lo mejor. Por lo mal que la vida la ha tratado en ciertos momentos.
En algunos de esos momentos yo estuve con ella. Me gusta pensar que la ayudé a superar algunas etapas y que compartí otras felices.
Supongo que nos juntamos por estas cosas que, muy bien no entiendes, aunque lo más probable es que haya sido por pura necesidad: una clase con 30 chicos, ella y yo.
Indudablemente, una de las cosas que más nos unió fue “La Tierra” y todo lo que allí nos pasó.
Cómo me gustaría volver a ese primer encuentro, a ese 3 de Junio de 2001 (hace tanto tiempo ya…), la primera impresión, el primer descubrimiento….
Se va a Argentina la próxima semana. Sé la ilusión que le hace.
Ahora ya hablamos muy poquito, casi nada.
No sé bien lo que pasó. Tal vez todo siguió su curso normal, cuando nos necesitamos estábamos juntas, la necesidad se acabó, y nos separó. Pero… no, no me lo creo.
Me acuerdo de todos esos ratos, de todas las charlas, de un diario….
Se me pone un nudo en la garganta cuando me acuerdo de todo eso, solo se quita llorando.
Casi siempre que recuerdo toda esa época, acabo con lágrimas.
Y yo la sigo echando mucho de menos, tanto, que me duele.

Mujeres

Hay mujeres que se quieren muy poco.
Hay mujeres a las que no les importa sentirse y saberse “la otra”.
Hay malas mujeres.
Hay mujeres que saben lo que quieren y no dudan ante nada para ir a buscarlo aunque pierdan muchas cosas en el camino.
Hay mujeres que lo entregan todo a cambio de un “te quiero” entre sábanas.
Hay mujeres que siempre serán para pasar el rato, para aliviar tensiones, para recoger los migajas.
Hay mujeres que están siempre solas, por no leer la letra pequeña.
Hay mujeres que pese a la sonrisa exterior, son lágrimas en su interior.
Hay mujeres que solo reciben lo que dan.
Hay mujeres que solo suman fracasos.
Hay mujeres que nunca tendrán amigos.
Hay mujeres que no conocen las palabras honestidad, sinceridad, confianza….
Pobres mujeres.

A esperar…

Ya sé, ya sé.
Me estaba agarrando a una posibilidad imposible.
Ya sé, ya sé.
La probabilidad de que sucediera era de una entre un millón, aún así, conservaba la esperanza, de que al menos algo no se torciera…
Era totalmente improbable que las cosas se dieran como yo esperaba, era como encontrar una aguja en un pajar…
Pero, era lo único que yo podía desear, era lo único que me podía salvar…
Y ahora esa posibilidad se esfumó, ya no la tengo…
Ahora, no tengo nada, no me queda nada… no me queda otra cosa que seguir.
Dejar que pasen los días, las tardes, las noches…. esperar.
Esperar a que en algún momento todo falle, mi cuerpo deje de responderme, y por fin me pueda quedar tranquila, sin sufrimiento, sin dolor.. sin nada, sin nadie.

… Y de pronto: el caos

Estoy en el medio. De repente, todo a mi alrededor empieza a girar, girar, girar….
No puedo moverme. Tampoco puedo gritar.
Estoy siendo la única espectadora de un tremendo accidente. No puedo hacer nada por detenerlo. No puedo evitar el caos.
¿Qué hacer cuando ves que el desastre es inevitable?. Aún sabiendo que la única damnificada serás tu. Aún presumiendo de tu instinto de supervivencia.
El tiempo juega en tu contra, y tu no haces nada. No puedes hacer nada.
Es como ir en el coche, y de pronto al final de la calle hay un muro, no frenas, no te detienes… aceleras, y cierras los ojos…
Tal vez sí que es evitable. Tal vez eres tú la que lo provoca. Tal vez sí puedes hacer algo.
¿Cómo será el mundo cuando todo pase?. ¿Cómo seré yo?

Puñaladas traperas

Crees que los conoces. Crees que sabes cuándo y cómo te van a fallar. Por eso siempre estas en guardia.
Sin embargo, un día de repente, te sientes cansado. Hace mucho tiempo que no pasa nada.
Te acostumbras a este subsistir de guerra anodina. Cada vez duermes más. Cada vez duermes más tranquilo. Ya nunca pasa nada. Piensas: Tal vez se hayan dado cuenta de que las cosas son así, de que conmigo no es fácil luchar.
He conquistado mis posesiones con valentía, constancia, por eso son mías. Por eso ahora las cuido, y como hace tiempo que no pasa nada, puedo olvidar el miedo a perderlas.
Y entonces…. AHÍ ESTÁN!!!
Han aprovechado que dormias, o que ibas lejos a buscar sustento, o simplemente que miras hacia otro lado…
Son sucios enemigos, que no cumplen las leyes de la guerra, y se limitan a invadir posesiones, hurtarlas, robártelas de forma mezquina.
Pobres enemigos, no saben con quien se están midiendo.
Lo dejé todo por conquistar estas tierras, he pasado, sueño, frío, hambre, he peleado con uñas y dientes, ideado estrategias… y he sobrevivido.
¿A caso creen estas pobres alimañas que voy a ceder ahora?.
Ahora, ahora comienza la lucha!. Mi peor lado aún está por descubrirse.
Cuento con las arañas, que me advertirán de sus planes.
Cuento con la luna, que me indicará el tamaño de la batalla.
Cuento con los cuervos, que me ayudarán durante el ataque.
Y, cuento con mi armadura, la que nunca, nunca me volveré a quitar.

Nueces

Él era solo un niño,
de trenes sin destino,
buscaba su camino y de repente
algo cambió su vida en la estación.
Allí estaba ella,
única con pulseras,
con flores en el pelo y la sonrisa
comiéndole la cara con algodón.
Cuantos días, cuantos meses, cuantos años,
esperando que la vida lave todo el desengaño.
Cuantos días, cuantas nueces, veinte años,
separados no lograron apagar ese amor,
ese amor… ese amor

Nueces/Coti
He visto esta película un montón de veces. Y siempre me quedo con la misma sensación..
Se parece bastante a mi, a mis relaciones, a mis amores… Aparecen de repente, y casi nunca se quedan mucho tiempo.
¿Y si estoy condenada a perdernos y reencontrarnos?. ¿Y si mi vida está marcada por la salida o llegada de trenes? ¿Aviones? ¿Barcos?…
Si este es mi destino, tendré que vivir con ello. Pasaré el tiempo, comiendo nueces…

Segundo Akelarre del año

Hace tiempo que lo estamos organizando, y por fin hoy lo vamos a llevar a cabo.
Vamos a coger un barco, rumbo a la isla de los volcanes.
Habrá Luna llena.
Tendremos todos los elementos a nuestro alcance: agua, fuego, tierra y aire.
Utilizaremos el agua para dejar atrás todo lo que nos pesa, todo lo que no nos deja avanzar. Personalmente me quedaré en el agua hasta que mis dedos estén completamente arrugados, hasta que me sienta ligera como el viento, hasta que casi note que me han crecido aletas.
Recogeré un puñado de esa tierra negra, caliente, y concentraré en ella la tranquilidad que sentiré en ese momento, para poder tenerla como talismán cuando vuelva a mi sitio.
El fuego lo llevo en el cuerpo, y supongo que vendrá conmigo de regreso. Siempre en llamas, imposible apagarlo, imposible controlarlo.
Subiré a Timanfaya y respiraré fuerte. Le gritaré tu nombre al viento, y esperaré a que éste me regrese tu voz. Cerraré los ojos fuerte, y estoy segura de que te voy a oir, diciéndome tres palabras. Las palabras de mi salvación, la frase que se hacen madera en medio del hundimiento.
Puede que vuelva siendo la misma, puede que vuelva siendo otra, puede que vuelva siendo otras.
Puede que mi equipaje vuelva igual o puede que aumente.
Puede que mi vida sea destinta después de este akelarre, porque siempre sufro pequeñas transformaciones después de estas reuniones.

Bien alto

Lo voy a decir bien alto.
Lo voy a poner por escrito, para que no se me olvide, para poder venir, leerlo y recordarlo:

Juro que no vuelvo a hablar del tema,
Porque aunque no quiera todo terminó,
Cada quien mañana pegará la vuelta,
Hacia su destino sin decir adiós.
Juro que no vuelves a escuchar mi voz,

No importa que estalle todo mi interior,
Aunque yo no entienda ya esta situación,
Esta historia acaba porque nunca, comenzó.
Te doy la espalda empiezo a andar,

Pero no dejo, de pensar,
Prendo un recuerdo para evaporar tu amor,
Y más se inflama el corazón.
Juro que no vuelves a mirar mi cara,

Mis manos hurgando por tu pantalón,
No voy a causarte más de dos problemas,
Si es que alguna vez escuchas mi canción.

Edgar Oceransky/Juro
Le doy carpetazo a un montón de cosas, para que todas esas nuevas que me han de estar esperando, empiecen a entrar.