Me encanta soñar despierta, casi tanto como pedir deseos.
En mi libro hay un gran texto dedicado a ello, porque realmente para mí es muy importante. Pido deseos por un montón de cosas. La mayoría pueden resultar tremendamente ridículas, pero a mi me ayudan. Yo que sé, cada una con sus taritas.
Si miro el reloj y veo 11:11; 22:22; 3:33.. pido un deseo; si veo un coche con matrícula de todos los números iguales, otro deseo; un cuervo, un pluma en el suelo, una estrella fugaz.. eso ya es para deseos tremendásticos.
No es algo que comparta con mucha frecuencia, por aquello de seguir conservando una imagen de cuerda y razonable, aunque la verdad, cada vez me importa menos.
Yo me sueño en un montón de circunstancias. Me encanta hacerme la película, aunque también tengo que confesar que ha habido películas que han terminado en pesadillas. Pero de esas salgo rápido que para eso es mi movida.
Algunos de mis sueños se han ido materializando, poco a poco y algunos con contextos distintos a los que imaginé inicialmente, pero igualmente, me han reportado mucha alegría. He sabido reconocerlos cuando han llegado y además de soñarme, también me celebro.
De un tiempo a esta parte, me sueño feliz, incontenida, intensa. Y para alguien como yo, que ha renegado tanto de su identidad, llegar a este punto es algo que no tiene precio. Me sueño libre. En una casa con huerto y jardín, con dos perros bardinos que se llaman: Tango y Cash, como aquella peli de los 80. Me dedico a juntar letras, mirando al sur, a un terreno donde los que vinieron antes que yo y llevaban los genes que yo llevo, anduvieron. Esa parte de la tierra que siento que me reconoce cuando la piso. Sueño con una casa con mucha luz, y con un cuervo que se posa en una ventana. Sueño con una mesa con gente, con unas patas de cordero asadas en un horno de leña, con vino blanco afrutado, y con miradas que hacen que se me abra el piso. Sueño con bailar hasta que me duelan los pies, y con calzármelos siempre con zapatos bonitos. Sueño con camas cubiertas con quilts que he cosido yo, y con vestir a todos los que se sientan a la mesa, con lana que he tejido para ellos. Sueño con música, con las canciones de John, y con un “anda ven” mientras estiran la mano para agarrar la mía. Sueño con poder llegar a la marea cada mañana y meter los pies en ella, aunque sea invierno y sienta el agua como agujas que se me clavan de lo fría que está.
Sueño con estar bien. Con estar saludable y poder disfrutar cada cosa que sueño.
sabes !!! lo sabes !!! tu sueño es muy el mío, hasta llegar a la costura( nooooo yo paso) . Que guay!!! me encanta tu sueño!
Me haces una visita y hablamos de libros y de brillos, y la costura la dejamos de lado en ese rato