Hace una semana que no hago otra cosa que esquivar golpes.
Golpes fisicos, golpes morales. Empiezo a estar lenta, porque hace un rato, me he dado uno tan gordo en la rodilla, que creo que me he roto el menisco.
Empiezo a creer que tengo alma de masoquista, porque mientras me encuentro en medio de toda esta batalla, me siento bien. Me siento vital, me siento en movimiento.
No puedo decir que estoy pletorica, porque para eso, aun me faltan las tildes.
Para olvidarme de la pelea que tengo durante el dia, me siento delante de un buen tazon de cafe con leche.
Sin remordimientos, pido un brownie, que mas que comer, devoro.
Y mientras, charlo y tejo.
Tal vez la vida sea otra cosa, o tal vez, la vida sea esto.
Sea como sea, de pronto, en medio de la batalla, sigo sintiendome bien.
JEJEEJE!! te imaginas?? serian dos a mimar,y?? quien mima a quien???jajajaja,
¡Hola! Llevo varios días intentando comentarte, pero no sé si es mi ordenador o tu blog, no podía. De hecho, en la última entrada no he podido comentar.
La vida es eso… disfrutar de pequeños momentos.
Besos
Definitivamente hace "demasiado" que no te leo…