De unos días para acá, digamos que demasiados días, estoy sintiendo la presión constante de una fuerza incontrolable que sube por mi esófago, proviniente de mi estómago, y que se queda en la garganta, esperando la autorización para salir.
Como sé de qué tipo de fuerza incontrolable se trata, y conozco bien sus consecuencias, le niego la salida una y otra vez.
Siempre me veo obligada a hacerlo, porque luego se desata la furia, y ya no vuelvo a ser yo en un par de días.
He hecho un análisis concienzudo sobre este estado que me ataca. Las motivaciones que lo causan son siempre las mismas: el sentimiento de control.
Yo quiero y tengo MIS cosas bajo control, pero no puedo soportar que venga alguien a querer controlarlo por mí.
Preguntas cómo: y por qué tus trabajadores están haciendo eso?, y por qué tu encargado tardó tanto en hacer lo otro?, y por qué saliste tan pronto?, y por qué saliste tan tarde?, y qué estás haciendo ahora?
O insinuaciones cómo: ahora tendrías que mandarles a hacer esto, o ahora tendrías que exigirles lo otro, o luego tienes que enfadarte porque hablan mientras trabajan..
.. hace que se me suba el azúcar, la bilirrubina, y la tensión.
Debería respirar hondo, canalizar mi furia, poner cara de sonrisa, y decir a todo que sí…
Aunque lo único que me sale es: déjame en paz!!
eres jefa de obra?
besos
y animo