Mido 1,58m, y soy de constitución pequeña. No tengo habilidad para llevar los carros de la compra, ni tampoco la fuerza. Ya tuve una vez un accidente con uno de ellos en el parking del CC de La Minilla, del que no quiero ni acordarme.
Decidí, hace ya muchos meses, que no quería un carro para llevar a MyLittleButterfly. Cosa que supuso un auténtico desbarajuste en la mentalidad e ideas de todos los que me rodeaban, excepto de mi madre, que es una Santa. Aún así, héteme aquí, con 35 semanas, y un carro estupendo de Chicco en el cuarto a conjunto con la maxicosi y un capazo… Cosas del márketing y de la economía.
Dónde y cómo cargaría a MyLittleButterfly, lo tenía clarísimo. Había visto durante casi 20 meses a Adijirja cargar cómodamente a su pescadito por todas partes. Desde el principio supe que era ideal para mí. Ella misma me indicó dónde podría encontrar las instrucciones.
Las he seguido al pie de la letra, y ya tengo mi propio sling. He tardado algo más de hora y media en hacerlo. La tela de afuera es una tela japonesa, y la de dentro, es un cálico de algodón, ambas como no podía ser de otra manera, de la tienda de MiColegui.
Ahora a esperar a que llegue MyLittleButterfly, para saber si realmente nos hemos tomado bien las medidas. Falta tan poquito, que voy debatiéndome entre la prisa y la calma, el vértigo y la tranquilidad.
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Y hemos llegado al punto…
… del nada me sirve…
Y a eso, he de añadir el calor, el volumen de mi nuevo cuerpo, y el estrés mental. El resultado es que si por mi fuera, andaría siempre en ropa interior, lo que también confiere un problema. Porque en la actualidad tengo una relación de amor-odio con mi ombligo.
Dialogo cada día con él: Porfa, porfa, porfa, no te salgas para afuera. Entonces, para no verlo y llevarme alguna sorpresa prefiero tenerlo tapadito.
Teniendo así las cosas, he tenido que tomar medidas drásticas. He buscado en mi armario de telas, y me he puesto manos a las agujas, tijeras, e hilos.
Patrón en mano y todo lo demás, me he cosido un vestido.
La primera experiencia como modista, no ha estado mal. Además ha sido bastante rápido y entretenido. La satisfacción de verte puesto un vestido que ha salido de tus manos y de tu máquina de coser, es muy grande.
La confección de este vestido es sumamente fácil, porque es tipo “saco” y luego lleva fruncido el cuello y las mangas. Total, que ya puedo lucir tremenda tripota sin opresiones de ninguna tela, libre como un pájaro, que está MyLittleButterfly.
Y en medio de todo esto, ando perpleja ante tanto trajín político, pactos a tutiplén, y poca concreción de proyectos. Para distraerme, pongo las agujas en movimiento, y el piloto automático a las neuronas, con música de fondo, a ser posible.