Va pasando mi primera semana de no trabajo (sigo sin ver ni un triste eurito, pero con esperanza).
No va mal, arreglando papeles, durmiendo comedidamente, y tomando té a discreción.
Ayer entre hielo y té, ganchilleé unas flores para un próximo tocado. En la cabeza tengo el diseño final, pero me parece que desde que lo empecé hasta que llegue a terminarlo, voy a padecer algún que otro ataque de impotencia.
Las instrucciones, a mí parecer no están muy claras, aunque también puede ser que yo soy un poquito torpita con el crochet.
Así que para ir sobrellevando los ataques, me vuelvo a terreno conocido, y retomo los Veylas.
Ya mi par está acabado, a falta solamente de los botones. Brevemente los estrenaré, conjuntamente con LaConsentida, que ya no puede vivir sin los suyos.
De novedades, pocas, pero alguna… estoy estrenando aparatito telefónico, que me tiene atontadita total…. he hecho de enfermera y taxista, y me ha gustado… y he tenido que reñir a la chica del norte por aprovecharse de un lisiado en un momento delicado de salud.
Vaya, siento que te hayas quedado sin trabajo. Espero que consigas cobrar lo que te deben y que no te veas en esa situación durante mucho tiempo, pero mientras, disfruta de tus hobbies y tu tiempo libre.
Un beso!
Ya sabes donde encontrarme, pasate esta tarde y elegimos los botones 🙂
Las florecitas me matan y las veylas te quedaron perfectas… por cierto acabo de darme cuenta de que todo mundo está haciendo veylas y que no me he unido a la moda (snif).