Vamos dejando atrás viruses, toses y mocos, poco a poco pero parece que de forma cierta.
Es la primera vez que LaMariposita toma antibiótico, y me ha dado algún que otro dolor de cabeza este asunto. Después de leer, pedir información y asesoramiento, creo que hay cosas que no se pueden evitar, y luchar de forma seria con una otitis creo que es una de ellas. De a poquitos, vamos volviendo a nuestras rutinas, a la música y a bailar por las mañanas, a las noches más tranquilas y a las ganas de jugar y alborotar.
Los miércoles por la tarde, vamos al taller de MiColegui, a coser un ratito. Yo me he propuesto terminar los doscientos cuarenta y cinco mil proyectos que tengo a medias, tanto grandes como chicos.
Poco a poco voy dando matarile a cosas que no recordaba siquiera haber empezado. Qué bien sienta decir: terminado!.
Me encantan las tardes de los miércoles, porque aunque no aproveche el tiempo como lo hacía antes, son especiales. Me voy a coser con LaMariposita y con mi mamá. Entre las dos nos hacemos cargo del trastillo que tengo por niña, para que las dos podamos avanzar un poquito en nuestros proyectos.
Ella, que ya ha empezado a casi correr, tiene muchísimo trabajo en el taller: organizar hilos y bobinas, tocar tooooodas las telas, y recoger cada retalito que cae al suelo. Creo que aquí tengo a una futura quilter-tejedora en potencia.
Los miércoles por la tarde, un trozo de trapo
… Y si hacía calor, bajar el barranco,
Si estaba lloviendo, taparse con un saco de azúcar,
y un trozo de trapo, para jugar después.
(Un trozo de trapo/Fermín Romero)
Tus historias son geniales!!! un saludo..
Jejejeje, para que luego digan que no hacemos varias cosas a la vez!!! ya desde chikititas!!!. Tu petardilla está preciosa, aunque sólo se le vean las piernecillas, me encantan cuando empiezan a caminar, son super-graciosos.
Por lo de los antibióticos, da grimilla al principio, pero Sara por su problema de defensas le toca tomarlos 6 o 7 veces cada temporada de invierno!!!, imaginate corazón.
Muchos besotes costureras!!!
Pilar.
Di que si, un lugar así es una fuente de estimulos sensoriales inagotable. Tu peque va a distinguir antes el algodón de la seda que a Pocoyo de Caillou!
Y por lo de la otitis, la mía va por el segundo antibiotico, a ver si esta vez acertamos!