Cuenta la leyenda, que cuando el 21 Emperador, Yuryako Tenno, se encontraba cazando en una llanura en Yoshino (actual sur de la Prefectura de Nara), un tábano se posó en su brazo y le picó. En ese momento bajó en barrena una libélula y se deshizo del tábano.
El Emperador quedó tan satisfecho con tal acción que llamó a la zona: Akitsu-no (Llanura de la Libélula). Y según las crónicas, de ahí surgió el antiguo nombre de Japón: Akitsu Shima (Las Islas Libélula)
A las libélulas se las denominó kachi-mushi (insectos victoriosos), que traen buena suerte, en parte debido a la leyenda del tábano.
Los cascos de los samurai, las gorras de los soldados, marcas familiares y otros objetos fueron decorados con dibujos de libélulas de la buena suerte.
Hace unas semanas me encontré esta akitsu, cerquita, y quietita, tanto que pude hasta fotografiarla.
Será cierto que son insectos victoriosos, que traen buena suerte y terminan deshaciéndose de “todos los tábanos”?
No conocía esta leyenda…
En mi casa suelen haber en verano, alrededor de la piscina.
un beso.
Si es que le encuentras respuesta a todo ¡eres la caña! que sepas que me estoy aficionando (mas si cabe) a pasar por tu blog … dicho queda …
un abrazo guapa (quizás nos veamos antes de tiempo, puede que vuelva del exilio para unas pruebas médicas …) ya te contaré,
¡un abrazo!
SIONA
Será cierto. Tan cierto como tú quieras creerlo.
Mua. De los grandes.
Bonito post, sé de un amigo que seguro le encantará. Saludos, pasaba por aquí ^^