El fin de semana más frío que recuerdo. El viento soplaba helado, y me dejaba insensibles las mejillas.
Mi garganta no aguantó, y hoy se niega a trabajar.
Un fin de semana sin fotos, pero con la memoria llena de sensaciones. Hubo de todo, hice de todo.
Y siempre con la banda sonora de esa voz que me encoje el corazón, y termina por hacerme creer que puedo ser cada vez más yo, y menos esa princesita caprichosa que tantos problemas me causa.
Y hoy, el día como un regalo, me da un amanecer.. porque siempre amanece….