El principio de Arquímedes es un principio físico que afirma que un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido estático, será empujado con una fuerza vertical ascendente igual al peso del volumen de fluido desplazado por dicho cuerpo. Esta fuerza recibe el nombre de empuje hidrostático o de Arquímedes, y se mide en newtons (en el SI).
Si el líquido en cuestión es aproximadamente diez veces más salado que los océanos; la salinidad en el resto de los mares es de 35 gramos por litro. En el mar Muerto es de 350 a 370 gramos por litro, por lo que ningún ser vivo habita en él, salvo algunos microbios. Tan elevada salinidad es lo que impide a un ser humano hundirse en sus aguas, pudiendo flotar sin ningún esfuerzo, característica que le ha hecho mundialmente popular.
Con estos dos principios físicos, podemos entender que cuando te sumerges en un Mar Muerto de imitación, no haya manera de que tus pies toquen el suelo.
Pero, ¿qué principio físico, químico o nuclear, me va a explicar la seguridad que siento al cerrar mis piernas en torno a tu cintura, mis brazos alrededor de tu cuello, dejarme flotar encima de ti, y que me de igual hacia donde nos lleve la marea?
A veces, la ciencia no llega a todas partes.
jejjeejje talasoterapica!!!!
Para el cuerpo y el alma!!!!
Y yo contenta por ti.
Creo que era Severo Ochoa (pero no me hagas mucho caso) el que dijo una vez que el amor era física y química. Seguramente. También, y aunque esto sea una herejía en el cuadriculado mundo de la ciencia, estoy segura, es magia.
Y misterio.
Qué bonito, Violeta…