Eso es.. Mucha parranda ha habido este último mes.
Diciembre nos devoró el tiempo entre las actividades del calendario de Adviento, las comidas, las meriendas y los paseos.
No he tenido tiempo de sentarme con tranquilidad a dejar constancia de todo lo que estábamos viviendo, ni tampoco para hacer el balance final de año que tanto necesito hacer. Bueno, necesitaba.
Porque esta vez, la falta de tiempo para estas pequeñas cosas, no me ha estresado.
Hemos pasado las fiestas nosotras, y todos aquellos que son imprescindibles para nosotras. No ha faltado ninguno. Y ahora tenemos casi otros 366 para cruzar dedos y pedir que para las próximas estemos los mismos, y los que llegarán pronto.
En medio de la preparación de la cena de fin de año, conseguí apartar el tiempo justo para hacer los propósitos de año nuevo, porque la cabra tira para el monte, y porque para mí los propósitos son más importantes que las uvas.
Este año tengo tres modelos de organización entre manos, a saber: la agenda (donde anoto todo lo referente a lo laboral y escolar de Emma), un BulletJournal (donde anoto los propósitos mensuales, los menús, y todo lo relativo a la casa y a las cuestiones personales), y también tengo un cuaderno Kakebo (este año pretendo hacer varias inversiones, y este método de ahorro me va a ayudar).
Y de todos los propósitos que tengo, que como la hoja no se acababa y la letra la hice chica, son muchos, hay tres que voy a involucrarme a fondo por verlos materializados.
1.- Muchos cafés, tés, infusiones. Que traducido no es más que tiempo compartido con los que están cerca o lejos, y con los que tan bien sienta hablar. O tiempo a solas, para oír el silencio.
2.- Excursiones. Ver atardecer o ver amanecer. Deleitarme con la naturaleza. Conocer más a fondo el lugar que me ha visto nacer, y que me sorprende en cada esquina.
3.- Bailar. Bailar y cantar. Como dice mi padre: romper los zapatos bailando.
Y ya de último, venir a contártelo todo aquí.
Que me alegra saber que sigues en la brecha,que nada ni nadie te para.
Estas fiestas se me han hecho muuuuy laaargas y la verdad echo de menos aquellas navidades cuando mi hijos eran pequeños y compartíamos cenas ,almuerzos y reyes todos juntos con los abuelos.
Los años pasan,las familias crecen y se dispersan,hay que cumplir con todos y claro,es casi imposible coincidir todos a la vez.
Yo cené en noche buena con mis hijas y mi hijo,pero sus parejas fueron a cenar con sus familias.
Fin de años cenamos solo con mi hijo,poque mis hijas se fuero con sus otras familias y reyes comimos el roscón con mis hijos,pero a horas diferentes,porque a su vez debían de visitar a sus otras familias.
Entiendo y aceptó que esto es así,pero la añoranza de tiempos pasados no me la quita nadie;así que mientras puedas disfruta de los tuyos pues la vida pasa y las cosas cambian,ley de vida……
lo de venir a contarlo no lo dejes para lo último! Qué algunas, desde aquí, te acompañamos en los tés, los cafés, las excursiones y hasta los bailes! Feliz 2016!
Pues si la parranda y el pasarlo bien es lo que toca, no vamos a poner quejas, no crees?
🙂
Aprovecho para desearte feliz año, que seais muyyy felices y que podamos disfrutar de los raticos compartido en este rinconcito.
Un besito 🙂