Es un día normal, un día cualquiera.. y al sonar el teléfono, deja de serlo. Ya todo es distinto, ya solamente el sonido de la voz al otro lado del hilo telefónico te está anunciando que la tranquilidad con la que descolgaste se esfumó. Y luchas con garras invisibles para atrapar aunque sea la esencia del momento anterior, de ese que ya se fue, para intentar restaurarlo, para volver a poner todo en su lugar.
Siempre al principio, las cosas parecen peor de lo que realmente son después.
Dos coches que chocan, mucho ruido, poca información, mucha confusión … y siempre al hospital.
El diagnóstico no es el peor, aún así sería mucho mejor no tener que dar gracias por ello.
Cuatro horas de quirófano, y ahora veintycuatro horas de observación.
Ya pasaron, y la evolución es favorable. Ahora parece que todo está más claro, más tranquilo.
Sin embargo yo no puedo quitarme esta angustia del pecho. La sensación de sentir que pierdes a los mayores de la familia no es agradable, aún pensando que son mayores, y que esto es ley de vida.
No quiero perderlos, no quiero perder a ninguno de ellos, aunque tengan arrugas, aunque tengan canas, aunque tenga que hablarles a gritos para que me escuchen.. Lo sé, es puro egoísmo por mi parte, pero es que siento que aún no es el momento de pensar en ellos y tener que “recordar” como eran.. Sé que me engaño, y sé que ese momento no es cuestión de que llegue, porque para mí no será nunca el tiempo de que se vayan. Y todo esto ha venido a remover las cosas que tengo por dentro y que quieren salir, pero que yo me empeño en ocultar, para no tener que afrontar que el tiempo pasa, y que todos envejecemos. Y que en alguna de esas llamadas me dirán que ya no es al hospital donde tenemos que ir.
Y no sé que hacer para tranquilizarme y para aceptar que eso que temo, tendrá que llegar, porque así es como está establecido.. Y aunque lo piense, y lo medite, y me diga que no me adelante a los acontecimientos.. el miedo que siento por ese momento, no se me quita.
Se lo que sientes yo de peque me imaginaba como me sentiria en situaciones dificiles y lloraba en el espejo para que cuando realmente sucedieran no me dolieran o ya supiera como actuar, pero he aprendido que eso no funciona. Lo mejor es vivir cada dia como si fuera el ultimo y aprovechar al maximo todo lo que la vida nos da y a esas personitas que tenemos a nuestro lado, para el dia que te lleguen a faltar, tu te quedes con la conciencia tranquila de que no te quedaste con cosas sin decir, que siempre les dijiste y les hiciste sentir que los amabas, no podemos hacer nada mas el paso del tiempo es inevitable. Te mando un gran abrazo para levantarte el animo.. y si tienes algo que decir y no has dicho solo dilo es mas facil de lo que uno cree.. todavia tienes tiempo va 🙂
miedo no es mi palabra, a mi me da pánico! no puedo pensarlo ni siquiera pronunciar la palabra
no sabes como te entiendo. . . como siempre
un beso
Las cosas pasan…Y no se puede buscar ni siquiera consuelo en el porqué…Y aunque más o menos estés sobreavisada de cuándo puede suceder: sorprende igual…Yo sólo sé que he pasado por eso y no quiero ni pensarlo…Aún lloro y echo muchísimo de menos…Y aún hoy tiemblo sólo de pensar que pueden llamar para lo mismo…
Disfruta del presente al máximo y esprímelo…
Un beso muy fuerte
Caray…
Solo puedo mandarte el más cálido abrazo…
Espero llegue pronto.
Muchos abrazos, demasiados.
Amiga, abrazos muy fuertes y llenos de cariño para ti… te quiero.
Cuando era pequeña, le dije a mi mama que queria “irme” antes que ella….mi Mama me explico porque lo peor era perder a un hijo..porque no es el curso natural..asi que le dije: Bueno! ok! te dejare irte antes…
Animo! No pienses en cosas que no estan pasando.