Hace algún tiempo, concretamente desde que LaMami empezó a tener niños, y con ella muchas de mis otras amigas, empecé a escuchar eso de: “come a demanda”. Es decir, el bebé come cuando le apetece, dejando de lado esos inflexibles horarios, de cada tres horas te enchufo tu dosis de lechita.
Con los problemas que arrastro con la comida hace tanto tiempo ya, y a los que parece que por fin puedo estar poniéndoles término, estoy actuando de la misma manera. Estoy ingiriendo a la hora que de verdad creo sentir hambre, y lo que realmente el cuerpo me pide.
Así, llevo algún tiempo tomando mucho queso. Intuyo que mi cuerpo tiene alguna carencia de calcio, lo que puede ser completamente factible.
Este fin de semana, estuve en el mejor sitio majorero para comprar queso: en casa de MiTíaNieves. Aunque ahora el queso lo hace MaryCarmen. Es espectacular este queso, y sigue teniendo el mismo sabor de siempre. Es un buen método para teletransportarme a mi infancia, y recordar esas tardes de sábado, comiendo cuajada y tomates a escondidas, porque mi abuela decía que comer tanto era malísimo para el estómago.
Ayer di-mos cuenta del primer cuarto, acompañado con un poco de bizcocho de matalauva y un quinto. Realmente es puro placer.
Estoy contenta de poder recuperar el gusto por los sabores, hacía 10 años que lo había perdido.
Mientras tanto, y sin reparos, sigo adentrándome en los vericuetos del Secreto, haciendo listas, descubriento deseos internos y también algunos externos.
Que se pongan audios con estos contenidos en la red, que los pueda descargar gratuitamente, y que los pueda pasar al iTouch para escucharlos en cualquier momento, es todo un avance tecnológico, del que me estoy aprovechando al máximo.
La demanda para ellos es un placer pero… agotador para la lechera!!!
veo que sigues por aquí…he actualizado mi blog y quería ver si estabas…
ah! HOLA!!