De las cosas buenas que tiene comer fuera de casa, y no me refiero a un bar, cafetería, o restaurante, sino fuera de casa como lugar físico, ya que la comida me la preparo yo, pero la ingiero donde puedo, dentro de LaObra; es los ratos que le puedo dedicar a la lectura. Con ese ratito, he recuperado las horas que pasaba leyendo en MiNorte.
Ahora mismo, ando leyendo “Forastera” de Diana Gabaldón (enlace en la barra lateral derecha).
Una mujer en Escocia, desaparece de forma fulminante en un círculo de piedras, para aparecer de nuevo de la misma forma que desapareció, con la salvedad de que lo hace retrocediendo 200 años.
Parece que la protagonista está dotada de una gran inteligencia, que para mí la quisiera yo. Al aparecer en la Escocia donde estaba pero habiendo retrocedido en el tiempo, lo asume en décimas de segundos, y sobre la marcha, hila una historia, medianamente creíble, ocultando la realidad de quién es y de dónde procede.
Cuando leo, suelo meterme de lleno en el libro, ocupando casi siempre, el lugar de alguno de los protagonistas, identificándome con ellos.
Al ver lo que hacía esta sabia mujer, de callarse todo lo que es su realidad, cosa que le beneficia, porque lo mínimo que le puede pasar si dice que viene del año 1945, es que la quemen en la hoguera por bruja. Me quedé pensando en lo que hubiera hecho yo. Seguro que lo primero hubiera sido gritar como una posesa, intentando buscar un móvil, un pc, una conexión.. cuando ni siquiera encontraría cosas más básicas, como la gente que conozco, o a mi propia familia.
Lo que me dejó pensando que, por otro lado, da una oportunidad fantástica para reinventarse.
Nadie te conoce, nadie sabe quien eres, nadie sabe nada de tí. Puedes eliminar lo que no te ha gustado de tu vida, lo que quieres olvidar, o simplemente empezar de nuevo probando otro camino para andar.
Claro que para eso, no hace falta hacer un viaje en el tiempo, con que te mudes de isla es suficiente.
…o abrir otro blog…
(Por lo que disfrutaste de las fresas,no me parecen nada caras!)
Va a ser que aunque uno se mude de isla, no es suficiente… Pero aún es más difícil hacer todo un cambio interior para modificarse a sí mismo. Nena… pero si somos afortunadas!!! 🙂