Hemos entrado en Noviembre, y con él en el nuevo bucle que va a ser nuestra vida los próximos años.
Ciclo de estornudos, mocos, toses, y catarros varios.
Emma no ha estado en guardería, y según la sabiduría popular, no está inmunizada. Lleva dos meses y algo en el colegio, y ha perdido dos días de clase, a razón de un día por mes.
No sé si tiene que ver con la interactuación con otros congéneres, con la actividad que desarrolla, con la autonomía que ya tiene y que hace que se ponga o se quite las chaquetas y gorros cuando le sale del moño, o que el tiempo está del revés. Pero la realidad es que está padeciendo los catarros que nunca padeció.
Y es que como dice la Dra Amalia, los mocos son muy pesados. No la dejan descansar bien, le producen tos, y la ponen de mal humor. Una de estas noches, y viendo que iban pasando las horas, y que la tos no paraba, hice caso a esa culturilla popular: la cebolla partida en trozos en la cabecera de la cama. Y no, no nos funcionó. Dejar un tufo considerable en toda la casa, y revolverme a mí el estómago sí, pero la tos: intacta.
Lo que sí funciona, es el jarabe (dice mi madre que mi abuela lo hacía siempre y le llamaban lamedor, vaya usted a saber por qué). Una cebolla morada cortada muy chica, el zumo de un limón y un buen chorro de miel. Y se deja macerar toda la noche. Al día siguiente se cuela y se toma cucharadas de este jarabe varias veces al día. Es asqueroso, no hace falta que lo diga, pero lejos de lo que esperaba, Emma abre la boca obediente y para dentro. La tos se va calmando, y parece que el pecho se va descongestionando. Tendremos que esperar unos días más para afirmar con rotundidad que funciona.
Pero mi atención, mis nervios, y mi histeria está toda concentrada en la última circular del colegio: atención padres y madres, ya hay piojos. Sí, piojos. Y solo de leerla me ha empezado a picar toda la cabeza. Tengo a Emma loca, revisándola cada día, y también apestada por el aceite del árbol del té. Es que es solo pensarlo y me entran los mil males. Y parece ser que no es solo en el colegio, estos días, lo he leído en muchos blogs. Madres contra piojos, esto es la guerra. Yo estoy preparada con escudo, armas, y camuflaje en la trinchera, cagada del miedo por si me toca salir a luchar.
Y qué hacer estos días, en los que parece que ha cambiado el tiempo, que cuando sales hacia el colegio a las 9:00 de la mañana, el termómetro ha superado mínimamente los 20º y sopla un aire fresco, pues te emocionas y enciendes el horno. Un pollo en cuartos, con papas, cebolla, bien de limón y alcaparras. Y al horno hasta que todo esté bien hechito y jugoso. Para esa hora, son las 12 del medio día, rozamos los 30º y vuelves a maldecir el no tener más tomates para hacer gazpacho. El tiempo te la ha jugado otra vez. Pero el pollo está rico, haga frío o calor.
Otra receta que hemos probado esta semana, y que es un win win, y además me va a servir para poner el enlace otra vez, de la autora de la receta. Laura Vitale, tiene recetas sencillas, habla muy rápido, y come con gusto. Tiene todo lo que una cocinera debe tener. Me gusta la forma exagerada que tiene de alabar los platos, y de saborearlos. He probado varias recetas ya, todas con buen resultado. Este caso, y para saciar esta necesidad de carne en guiso que llevaba arrastrando varios días, hice el Osobuco con risoto a la milanesa. La carne estaba buena, pero lo que de verdad me encantó fue el arroz.
Y como siempre, la barriga llena, la cocina recogida y esa necesidad de paz y sosiego que dan las plantas. Hemos cambiado las plantas de la ventana, porque los kalanchoes no daban más de sí ya. Ahora tengo esta nueva variedad, que no sé bien como se llama. Aunque por cómo están floreciendo deduzco que están a gusto.
A veces no hay que saber el nombre de las cosas para saber qué se necesita y cómo tratarlas.
Noviembre trajo por fin de la mano a este otoño remolón, y con él cambia la forma de vida; la comida, los paseos, el entretenimiento en general.
Yo la verdad es que estoy encantada…
A pesar que los constipados llegan traicioneros… eso es lo peor 🙁 bueno eso y los piojos, me pasa como a tí sólo de pensarlo me entran los picores…
Besos y cuidaos !!!
Comentarios a tu post:
-El tiempo muy loco, a nosotros también nos ha cogido!
-Laura Vitale, un must en la cocina y sus vlogs un vicio inconfesable ( soy una vieja del visillo, no lo puedo evitar).
– Ese pollo muy, muy rico.
– Aqui hay un comercio que se llama "Bye, bye piojitos" donde llevas al niño piojudo en cuestión y le limpian la cabeza! Me lo contó Jess el otro día. La gente tiene una visión de negocio tremenda, una pena que no se me ocurriese a mi!
– Besos!!!!
Aquí ya llegó el frío, en un rato iremos a encargar la leña para todo el invierno, y bueno…. Odio el frío con toda mi alma, pero ese arroz sabe mejor si tienes frío que combatir…. 😉
Lo del tiempo…aquí hoy hemos amanecido con una niebla ya de pleno invierno…así q bueno…¡consuelate de vivir en tu isla!
Lo de los catarros, mocos y toses…yo creo q no tiene nada q ver con estar o no inmunizados, o ir a la guarde o no, simplemente ha épocas, siento lo de la cebolla, a nosotros siempre nos ha funcionado de maravilla, aunque reconozco q es un verdadero asco como huele todo.
Ya va quedando menos para el verano q viene! 🙂
Sólo dos días en dos meses? Eso es de record! A. en su tercer año de guardería aún faltaba una media de 4-6 días cada dos meses. Una ruina, vaya.
Y con los mocos y la tos, poco más que hacer que lo que ya haces. Mentalizarse de que no van a marcharse por lo menos hasta abril. Limpiar a menudo, si se deja, con agua de mar y algun jarabe de hierbas que le alivie cuando la tos este más pesada. Poco más
Yo ya llevo 3 circulares de piojos! De momento, aún no han visitado la cabeza de A. Pero creo que pueden venir de visita en cualquier momento. Ya te explicaré que tal.
Y por favor, ten piedad de esta embarazada a la que no le gusta cocinar y no me publiques esas fotos tan apetitosas, que al final, si que me vas a convencer de que suba al avión y me planté en tu casa para que me cocines todos mis antojos.
Abrazo
lo de la inmunidad en guarderîa es como lo de que son màs sociables por lo mismo o màs espabilados. el primo de mi ninya està semana sî, semana no en casa, asî que creo que tû no tienes ningûn problema con su inmunidad!!! mi hija un dîa cogiô las anginas que tenîa su primo y le duraron 24h (aunque con vômitos y todo) y su primo estuvo 10 dîas enfermo, yo creo que importan otras cosas y no la interrelaciôn con otras cabecitas llenas de mocos. eso sî para lo de los piojos es un poco màs difîcil, yo recuerdo, traumatizada, el olor a vinagre en mi pelo (que encima lo tenîa muy largo) para evitar los piojos…
el arroz ese tiene una pinta deliciosa!
Yo aun recuerdos el olor del vintage en mi pelo cuando era niña, con la mata de pelo que tenia tuve piojos Varias veces, nada grave mujer, no te preoccupies……ese arroz tiene una pinta de morirse….